El cine, gran fábrica de fantasías eróticas. Cartel de una película de Russ Meyer vía Sirena.
Hola, aquí estoy de nuevo. Una vez más, agradeceros las respuestas. Cuando alguna vez he tenido que preparar algo sobre fantasías, me he apoyado en dos libros: Dímelo al oído, de Sonsoles Fuentes y Laura Carrión y El jardín de Eros, de Javier Molina. Y con esos dos libros, artículos y vuestras respuestas constato, una vez más, que es un mundo tan rico y amplio como el que más. Mil gracias a Carla, Pleasure, Pavel Alba, L y Uol Free. Informaros de que Yomisma quizá esté disfrutando ya de su juguetito.
"Mis fantasías: Depende de la protagonista. Con esa vecina tímida y recatada a la que parece que el marido ya ni mira, o cuándo lo hace es para un misionero aburrido de trámite: sexo salvaje, pasión desenfrenada, que seguro que es fogosa pero no ha podido nunca expresarse como tal. Con la joven impulsiva que nos atiende en el super, tienda, cafetería, banco, o tras la que hacemos cola y ha advertido que apreciamos lo guapa que va hoy y, de cuando en cuando, nos mira para confirmar que efectivamente le estamos mirando su escote, piernas o culo: sexo pausado, sin prisas, caricias y besos leeeeentos que la hagan desear que llegue de una vez hasta su sexo con la lengua, manos; alargar ese momento hasta que esté excitado cada poro de su piel, en un nirvana sensual que la hará suspirar cada vez que rocemos sus puntos "más calientes" que haya ido descubriendo en los largos minutos de exploración por todo su cuerpo, como en el blog Erodisea, que, hasta llegar a un nivel de deseo que explotará una y otra vez cuándo lleque adonde tanto ha deseado, una y otra vez, y con todo lo que ha deseado sucesivamente, mi boca, mis dedos, mi sexo, y comprobará que ha merecido la pena la la desazón de la espera, pues la recompensa será excelsa. Con la jefa autoritaria, cura de humildad: vendados sus ojos, no sabrá a quién pertenece la voz que le susurra, los labios que la besan, la lengua que la lame, los dientes que la mordisquean, las uñas que erizan su piel, las manos que estrujan sus muslos, el sexo que se roza cuerpo y amenaza con abrir sus carnes, pues varios individuos de ambos sexos la rodeamos, magreamos, y y la hacemos disfrutar sin obedecer más que a los deseos de su cuerpo, pues su boca amordazada no podrá ni ordenar, ni besar, ni chupar ahora nada, sólo suspirar y gemir su deseo oculto y su goze, porque gozar, gozará, todo lo que nosotros decidamos, y será mucho, mucho, más que la suma de tod@s nosotros por separado, pues nuestras perversiones individuales, al estar todos juntos no se suman, sino que se multiplican".
Vlixes, has conseguido que se humedezcan las braguitas. Me pido casada insatisfecha.