Sobre el blog

Ni enciclopedia ni consultorio sexual al uso. He aquí un rincón erótico festivo dedicado a las relaciones y la atracción entre seres humanos, esa faceta que nos hace la vida más placentera, tierna, amorosa, plena… Un blog coral, con cinco autoras de todo origen y condición, que apuesta por el juego, la provocación, lo sensual y el sexo como acto libre, adulto, compartido, real o ficticio, siempre divertido... Eso sí, si tu mirada no es amplia y tolerante, mejor no te detengas aquí. Coordina Analía Iglesias. No sólo se admiten firmas invitadas, sino que son deseadas.

Sobre las autoras

Anne Cé. Nació en el sur austral (Argentina), en un tiempo beatle y en un país con altísima densidad de psicoanalistas y jugadores de fútbol. Periodista, quizá incluso a su pesar, narra lo que se le ponga delante. Y narra, y narra. Un día descubrió que el simple roce de una clavícula le erizaba la piel y entonces comprendió por qué le gusta tanto abrazar a un hombre.

Esther Porta. Segoviana, fue becaria en el mítico Tentaciones y allí hizo de todo hasta que sus conocimientos de sexo la convirtieron en Beatriz Sanz. Y gracias a ella, publicó artículos semanales de sexo, dos libros y fue reclutada como sexperta guionista del programa de Canal +: 'Sex Pópuli'. Cuando casi se le había olvidado (lo de escribir de sexo...) se mete a bloguera. Y aquí está, con tantas ganas de sexo (del uno y del otro) como siempre...

Venus O'Hara, de Reino Unido, con raíces irlandesas. Modelo fetish, actriz y escritora. Licenciada en Ciencias Políticas y Francés, reside en Barcelona, ha sido columnista sexual en varias revistas, tiene su propio blog de fetichismo y es creadora de 'No sabes con quien duermes', un confesionario para personas que llevan una doble vida. Publicó su primer libro junto a Erika Lust, 'Deséame como si me odiaras', en 2010.

Tatiana Escobar, de Venezuela (1976), ha escrito ensayos y poesía en español. Traductora y editora, en 2004 abrió en Madrid junto a sus socios la primera boutique erótica de España, La Juguetería Erotic Toys, para no tener que vivir de la literatura. Desde entonces vive del sexo. Y escribe, a veces, para sus amigos.

. Madrileña. Soñó con escribir y pronto descubrió una vía: el periodismo. Pero como tampoco valía narrar sobre cualquier cosa, eligió suerte y remató la faena con un posgrado en Sexología. Ha trabajado en suplementos de salud y medios especializados. Con la práctica ha acabado por darle un toque más sensual a sus letras. Y con ellas sueña en escribir, ahora, un libro.

Ilustracion
Venus O'Hara, Anne Cé y Silvia C. Carpallo, según 'Mi Petit Madrid'.

Nuevo libro

El orgasmo de mi vida. Si ya no sueñas con príncipes azules, locos por pedirte en matrimonio, ni esperas que aparezca un millonario atormentado pero diestro en amores, con una Visa en una mano y un látigo en la otra, este libro es para ti. Porque El orgasmo de mi vida habla de eso, de mujeres realistas, lúcidas, independientes y eróticamente vivas, capaces de combinar esa cotidianidad que todas conocemos, con sus pasiones más salvajes. Ellas son las protagonistas de los relatos, sin guionistas que les digan lo que tienen que hacer, pero sobre todo, son las compositoras, directoras e intérpretes de los orgasmos más armoniosos de sus vidas.

Lux eróticaLux erótica. "Escribir sobre sexo era la propuesta y me sentí estimulada. Después de tantos años como periodista cultural y con mucha vida hecha en torno a la información y a la actualidad, tenía ganas de ponerle carne a la crónica. Porque nuestra más genuina actualidad como personas pasa por el relato del erotismo. Porque de atracción y de relaciones hablamos todo el tiempo en este tiempo occidental con ciertas libertades individuales garantizadas y rebosante de espíritu lúdico pero también algo desafectado y con nuevos descompromisos adquiridos...". Anne Cé.

Inglés para pervertidosInglés para pervertidos."Se dice que la mejor manera de aprender un idioma es a través del sexo con un extranjero. Pero ¿qué haces si estás en la cama y no sabes qué decirle? Con Inglés para pervertidos puedes aprender todas las palabras y expresiones que siempre has deseado saber, desde lo más elemental al sexo más salvaje. El libro cuenta con ocho capítulos centrados en las partes del cuerpo, la cama, el LGBT, las compras sexis, el lado oscuro, el porno, el chat y la salud sexual. Cada capítulo contiene vocabulario, gramática y unos ejercicios muy originales que no encontrarás en ningún otro libro. Aprende todo lo que tu "English teacher" no se atrevería a enseñarte nunca. Y... si te cansas de estudiar, el libro incluye un montón de fotos mias para distraerte". Venus O'Hara.

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Eros

El arte de regalar condones

Por: | 29 de agosto de 2012

En la última Encuesta Durex, Faces of Global Sex Survey (2010), se exploraron las actitudes hacia la salud sexual de jóvenes entre los 15 y los 20 años residentes en 15 países europeos. Los resultados demostraron que muchos adolescentes están poniendo en peligro su salud sexual. Hablamos nuevamente de condones y de la supuestas facilidades para obtenerlos gratis en España.

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"Sigue cuidándote". Condones Tulipán. Via Acid Cow

Cuando tratamos aquí el asunto de los condones, algunos lectores expresaron su desacuerdo con la supuesta dificultad de acceso a ellos para los jóvenes, aludiendo que se proporcionan gratis en los centros de planificación familiar, que en España “hay una farmacia en cada esquina” o que todos sabemos que “puedes comprar condones casi en todas partes”, con las salvedades de la urgencia a medianoche o el elevado coste para los jóvenes al que se refería mi compañera de blog Anne Cé. Coincidimos todos en que la principal barrera es la falta de educación Sexual: “Día tras día, en casa y en el colegio” nos decía Dora  ya que seguimos sintiendo “muchos tabúes y vergüenzas a la hora de pedir condones” como afirmaba Diejino.

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¿Qué tiene de raro conocerse en Internet?

Por: | 27 de agosto de 2012

Cuando llevas mucho tiempo en pareja ya casi nadie te pregunta cómo has conocido a tu compañero/a. Pero cuando cuentas que has empezado a salir con alguien o lo presentas, la primera demanda de los amigos y familiares va acerca de dónde y cómo.

Desde que existe Internet o, más bien, digamos que desde que se popularizó su uso, bien entrados los años noventa, la gente entabla relaciones por la Red. Mucha gente conoce a su pareja (circunstancial o estable) en la web, mucha más de la que lo admite.

Leandro lamas
Ilustración de Leandro Lamas.

No cabe duda de que el cruzarse casualmente, en vivo, con un otro que nos mueve el alma y todos los instintos y hacer de ello una situación narrable, linda y sexy no tiene parangón. Seguirá ocurriendo… o seguiremos inventándonos películas románticas para tapar el verdadero origen de algunos romances: unas letritas en la pantalla del ordenador.

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Amapola y espejo, el incesto según el poeta Georg Trakl

Por: | 25 de agosto de 2012

Autor invitado: Luis Luna

Un niño mira de cerca el sexo de su hermana, alimentando en secreto al animal que acabará devorándole. Con esa imagen comienza la novela Hiere, zarza negra, de Claude Luis Combet, quien narra una parte de la existencia del genial poeta austríaco Georg Trakl (1887-1914), cuya obra tenemos la fortuna de apreciar gracias a la traducción de Reina Palazón para la editorial Trotta.

 

Farrolas
Fotografia de Farrolas en el blog portugués alt blog


Adentrarse en los textos del austríaco es, como dijo Rilke, sentirse “conmovido, asombrado, vislumbrado, perplejo...”. Se trata, pues, de un ejercicio deseable, si entendemos los textos poéticos como una oportunidad para el ascenso y el ocaso el propio lector. Se trata, entonces, de recuperar la posibilidad de catarsis frente a un artefacto literario del calibre de las composiciones expresionistas del poeta.

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Confesiones de una mujer infiel

Por: | 23 de agosto de 2012

Desde que escribo sobre sexo, me he convertido en una confidente para muchos amigos y conocidos. Es algo que no me molesta en absoluto, más bien al contrario, ya que siempre he tenido curiosidad por la sexualidad de los demás.

De todos los secretos que puede haber, los que más me han intrigado siempre son los de las dobles vidas, y me pregunto si llevar una es complicarse la existencia o si de alguna manera es inevitable. He descubierto que cualquiera es capaz de llevar una, y las historias que más me han impactado son las que proceden de personas de las que nunca, nunca sospecharías.

Venus O'Hara por Sebas Romero
Venus O'Hara por Sebas Romero

Pensaba que, por tradición, costumbre o naturaleza, los hombres eran más infieles que las mujeres pero ahora no estoy tan segura. He descubierto que la infidelidad es algo muy común entre ambos sexos y que cada caso es único. Conozco a muchas mujeres infieles que han compartido detalles de sus vidas conmigo y algunos ciertamente se me han quedado grabados: por ejemplo, la del marido que lleva en coche a la esposa hasta casa del amante para unas supuestas clases de inglés, o la que ejerce la prostitución en secreto y practica sexo anal con su novio para acostumbrarse y poder ofrecer así un servicio "extra" a sus clientes...

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El buen sexo (y su mala fama), según el ministro

Por: | 21 de agosto de 2012

Autor invitado: JoanG. (periodista, Barcelona)

Al congresista republicano norteamericano Todd Akin claramente le falta, además de educación, educación sexual. A él le dedico este post en el que no voy a hablar yo sino que le cedo la palabra a Leonardo Garnier, ministro de Educación Pública de Costa Rica, que con motivo de la celebración del Mes de la Familia en su país, publicó en su página personal el artículo que a continuación les adjunto titulado El buen sexo (y su mala fama). Agradezco opiniones y comparaciones patrias tras su lectura. Y lo sé, quizá también estoy haciendo el feo a algunos de sus homólogos internacionales que, seguro, ahora mismo se estarán diciendo "¡Qué ocurrencia este ministro, hablarnos de sexo, con lo que nosotros sabemos y lo disfrutamos y respetamos y promocionamos!". ¿Gallardón quizá? Quizá. Muchos, me temo. 

Pero no sólo escribe el ministro Garnier abiertamente y en positivo de tema tan íntimo, incómodo y generalmente vilipendiado o exagerado (eso sería pura anécdota), sino que en el ejercicio de su cargo se ha lanzado a promover programas sexuales para la población escolar que llama “de educación para la afectividad y la sexualidad". Estos incluyen, ante el cabreo de lo más eclesiástico de su sociedad (y la nuestra), asuntos como la fecundación in vitro, las uniones homosexuales...etc. ¡A quién se le ocurre, por Dios, que ya eso no lo hace nadie, que parece sueco este señor!

Y hablando de Suecia, les cuelgo el vídeo de la organización rfsu en español, que hace campaña por la libertad con todas las letras y en todos sus aspectos, incluido claro está el derecho al aborto y a no ser violado/a bajo ningún concepto, faltaría más, que parece que en todo estamos retrocediendo 30 años.

 

El artículo ministerial ha tenido gran repercusión: lo publican en el boletín de la Organización de Estados Iberoamericanos; lo publican en blogs de muchos profesores de secundaria (como este interesante Sortilegios Educativos)... y hasta se ha creado un grupo en Facebook bajo el epígrafe de "Respaldamos a Leonardo Garnier" donde han colgado parte de los vídeos que incluyo en esta página al grito de "Yo quiero educación sexual". ¡Qué cosas tiene el ministro! Conmovido estoy con su mandato: "Sepamos ser criaturas del amor". Sepamos. Aquí va su texto. 

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¿Cuánto tiempo hace que chateamos por Internet? ¿Quince años, doce, diez? Desde el pionero y aún vigente Messenger del hoy dubitativo Hotmail en adelante venimos estableciendo relaciones en tiempo real, por escrito. Ahora bien, si el correo electrónico aceleró el ritmo de las relaciones epistolares de todos los tiempos, el chat en tiempo real llegó para agregar inmediatez y eliminar bastantes filtros. El primero y más engorroso: la ortografía.

Pero, ¿la mala ortografía molesta o erotiza? Aunque no lo crean, hay una parafilia asociada a los errores ortográficos. La llaman "anortografofilia".

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Detalle de 'Danae' de Gustav Klimt.

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Orgasmo al pie de la letra

Por: | 18 de agosto de 2012

Nunca un vídeo fue más sexy sin mostrar nada de nada. Este La Petite Mort es un clásico ya en la Red, tiene varios años y muchos fans, sigue siendo gustoso y acertado por el valor de su diseño y la tipografía, y el contenido, naturalmente. No se puede decir más con menos. Formó parte de una campaña de comunicación desarrollada por los catalanes de seisgrados (que se autodefinen como Agencia Pop de Comunicación) para la firma Late Chocolate. Aquí explican como la imaginación es nuestro mejor recurso sexual y las palabras tienen el poder de despertarla, de cómo no todos vemos ni sentimos lo mismo cuando leemos. La Petite Morte era la primera de una serie de historias de mujeres que se comunican por Internet. Uno de nuestros vídeos recomendados para el fin de semana. 

 

Petra dos Santos: "No pertenezco a la industria del sexo"

Por: | 17 de agosto de 2012

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© [dos santos]

Petra dos Santos es una diseñadora alemana de moda fetish que trabaja exclusivamente con cuero. Galardonada recientemente con el prestigioso German Fetish Design Award, tiene su atelier en Berlín y este verano visitó Madrid. Sus creaciones se encuentran en las mejores boutiques eróticas de Europa y desde hace unos años triunfan en Tokio: corsés, boleros, faldas y ligueros que se combinan con un completo catálogo de accesorios -desde collares y máscaras hasta polainas y arneses- e instrumentos para el placer SM, como látigos, esposas, paletas o mordazas. Su lema: “Calidad. Individualidad. Estética. Ética”.

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© Foto: Patricia Anzola

Nos conocimos hace diez años, cuando recorría Berlín junto a mis socios en busca de piezas exclusivas para La Juguetería. Tras descubrir una publicidad del atelier [dos santos] en un fanzine gay de SM, la llamé para acordar una cita, presentándonos como unos recién llegados al séctor con el sueño de abrir la primera boutique erótica de España. Petra estuvo a punto de colgar el teléfono, diciéndome que no pertenecía a ninguna industria y menos a la del sexo. Desde entonces siempre nos entra la risa cada vez que se pronuncian las palabras “industria del sexo”. Una industria que, por cierto, asiste a un cambio generacional y a una transformación desde dentro en la que van ganando peso la calidad y el diseño. 

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¿Qué tiene que ver el matrimonio con el sexo?

Por: | 15 de agosto de 2012

Las noches calurosas de verano en cualquier gran ciudad corresponden nuestros pesados pasos de supervivientes con desgana de calles semidesiertas, sudadas, y bares con cartelitos que rezan “cerrado por vacaciones”. ¿Serán esas mismas aceras acaloradas las que contagian el tedio matrimonial del estío?

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Ilustración de Édouard-Henri Avril (1843-1928).

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El Hugvie, muñequito para achuchar y comunicarse.

Se terminó lo de renunciar a los besos y caricias a distancia. Ahora el magreo bucal ha entrado ya en la categoría digital. Basta este aparatito que les mostramos en el vídeo de abajo y mucha pasión para hacer mover la manivela como muestra el inventor. Lo que sucede en tu lengua, boca o cuerpo despues de muchas horas de besuqueo, no lo podemos describir. Aún no nos ha llegado a casa. 

 

El precedente de esta historia se desarrolló ya con este Kissenger, vean. Algunos otros objetos digitales de última hornada bien útiles para nuestra vida cotidiana los encontrarán aquí, hay desde avatares a robots andantes o una Eva cyborg muy sensual que sabe andar por pasarela (gran logro) y hasta disparar con precisión, en un ejemplo de por donde va la mujer-tópicoaventurera-robot del futuro. Lo más, sin embargo, es este muñeco para abrazar y comunicarse con el otro en la distancia llamado Hugvie que permite, dicen, una rica comunicación con el ser amado. 

  

Puedes elegir forma, color, todo aquello que te acerque en la distancia al otro u otra. Ha sido desarrollado por el profesor Ishiguro de la Universidad de Osaka. Vibra y todo con las palabras. La pregunta es si tanto aparatito podrá paliar o solucionar la carencia de tacto y contacto en las relaciones a distancia. Quizá.

Nº 2. El último baile

Por: | 13 de agosto de 2012

Autora invitado: Victoria Tonellato (*)

Hoy nos envia su texto la autora del blog Confessionsfromanisland 

‘No levantes tu mano, ni siquiera para acomodarte el pelo’, me instó una escocesa. Su acento indicaba claramente que era de clase alta. La miré con curiosidad y pude notar su tiara brillante, seguramente una reliquia familiar. Su consejo aludía a la subasta que estaba teniendo lugar en ese momento. Filas de personas en white tie, el código de vestimenta más estricto en cuanto a ocasiones formales se refiere, miraban al martillero con atención. Las mujeres tenían que usar vestidos que cubrieran sus tobillos y muchos hombres lucían kilts o uniforme militar. En cuanto un duque, patrón de la caridad para la cual se destinarían las ganancias de la subasta, obtuvo el objeto rematado, el baile se reanudó estruendosamente.

 

Camila do Rosario
Obra de la diseñadora brasileña, Camila do Rosario.

 


Estábamos en uno de los más prestigiosos bailes de gala de Londres y yo me encontraba allí por primera vez. Los zapatos pulidos dibujaban figuras en el piso y las risas explotaban tan pronto como alguien cometía una equivocación y terminaba chocándose con algún desprevenido. Los bailes eran grupales, una especie de danza campestre pero muy energética, casi salvaje, que dejaba moretones en las pieles más delicadas. El abrazo era fuerte porque se giraba vigorosamente como un trombo y, sin el apoyo del compañero, uno podía llegar a terminar en el suelo. En esos casos, la tradición indicaba que si quien caía era una dama, el caballero debería comprar una botella de champagne como disculpa. En cambio, si era un hombre, se esperaba una reacción rápida por parte del mismo para bajar su falda escocesa y así evitar exponer su virilidad al público general… era también tradicional que los hombres no llevaran ropa interior.

Fue entonces cuando me encontré girando al ritmo de las gaitas con un compañero de baile que jamás debería haber aceptado, un mujeriego empedernido, un líder nato, atractivo, intoxicante y letal. Siendo uno de los organizadores, Oliver había dado el discurso inaugural y su voz me había atraído como un cántico hipnótico. Al principio de la noche se habían repartido las tarjetas de baile y me transporté a una novela de Jane Austen. Se trababa de una lista de los bailes y un espacio adjunto para escribir el nombre del compañero con el cual se bailaría cada uno. Con seguridad casi altanera, Oliver había tomado mi tarjeta y llenado tres espacios con su nombre rompiendo toda regla ya que no se permitía bailar más de dos veces con la misma persona.

 

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Obra de la diseñadora brasilena, Camila do Rosario.


Las mujeres parecían desesperarse por no dejar ni un espacio sin completar. En contraste, muchos hombres dejaban un par de huecos que les permitieran jugar un poco en caso de conocer alguna chica nueva. Era una regla tácita que nada estaba dicho hasta el último baile, el cual se reservaba para la persona con la cual se deseaba abandonar el salón al final de la velada.

Fue entonces cuando los giros y contra giros me hicieron sentir mareada, a pesar de no haber probado ni una gota del champagne circulante, y recordé que había conocido a Oliver en un recital de música clásica. Ese día pensé que había alcanzado un punto de cambio en mi vida, tal vez de ahora en adelante sólo me tentaría ir a eventos de corte más civilizado y rechazaría cualquier aventura que amenazara con dejarme una innecesaria resaca de sentimientos encontrados.

Sin embargo, después del recital, y como en todo evento en esta  ciudad, habíamos seguido al anfitrión en busca de un pub. Entre copas de vino, la conversación tomó un cariz ridículo, mencionando almas gemelas y puntos en común que tal vez no existían ni remotamente. No volvimos a vernos hasta que el baile de gala nos juntó nuevamente. Londres siempre da esas estocadas; a pesar de su inmensidad, los círculos sociales son pequeños y se tocan y convergen como en un diagrama de Venn. 

La conversación que siguió al baile dejó en evidencia que él recordaba cada detalle de lo dicho la noche en que nos conocimos, aún aquello que yo no recordaba haber desvelado. Intenté escapar porque la química estaba actuando en mi nombre, llevándome hacia él sin que yo pudiera controlar nada. ¿Por qué será que la química se activa justo con aquellos que no se merecen que les dirijamos la palabra siquiera? ¿Por qué no prefería en cambio hablar con Jeremy, quien me regalaba palabras amables y me trataba con sus pulidísimas formas? ¿Por qué será que a mi edad todavía no aprendí a elegir al dulce Visconde Raoul y aún prefiero caminar hacia el Fantasma de la Ópera que se agaza en la oscuridad? 

Me puse en la piel de un personaje inocente que se dejaba envolver por palabras hábiles y desafiantes. Ningún director de teatro puede trabajar con una actriz que rehúsa seguir sus indicaciones y yo, sin querer, me convertí en merecedora de un premio. Bajo pretexto de ayudarme a encontrar un taxi, me acompañó afuera y luego nos perdimos por calles semi vacías hasta alcanzar unos jardines privados. En mi euforia, borrachera mezcla de música de gaitas y síndrome de cenicienta, acepté el desafío de entrar a un jardín privado, de esos a los que sólo acceden los vecinos circundantes. La adolescente de uniforme escolar parecía estar bailando en mi subconsciente e instándome a dejar de lado el buen comportamiento. Un psicólogo tendría mucho que decir sobre mi madurez emocional y el poder que tienen los desafíos sobre mi instinto. Afortunadamente, no tuve que hacer ninguna acrobacia, ni saltar vallas a lo Nothing Hill, ya que resultó ser dueño de una llave para entrar a los mismos. Su casa miraba a los jardines.

Ni bien traspasamos la reja negra, comenzamos a besarnos sin preámbulo alguno. Su deseo era contagioso, y no medía consecuencias. Sus manos intentaban dibujar formas por encima de la seda de mi vestido sin detenerse casi en la cintura y bajando con avidez, atrayéndome hacia él y su kilt de lana sin dificultad alguna. Cuando nos despertamos del ensueño, entreabrí los ojos y la oscuridad me pareció normal. Me sorprendí al descubrir que, luego de  una noche plasmada de febril actividad, mi vestido de gala siguiera en su lugar si bien ahora estaba arrugado y mal puesto. ‘Nunca  más’, pensé adormilada, nunca más le daría una chance a alguien cuyo comportamiento despertaba sirenas de alarma más agudas y fuertes que el sonido de las gaitas de la noche anterior.

El sol se reflejaba en el escenario de un teatro al aire libre una semana después de mi aventura con Oliver. Estaba compartiendo un picnic con un grupo de amigos entre las carcajadas producidas por el humor irreverente con el que los actores se movían interpretando la obra. Llegó el entreacto y, como en todas las pausas, comenzó la verdadera obra. El diagrama de Venn se dibujó en el aire y volvimos a cruzarnos. Por supuesto, ¿cómo no sospechar que la ciudad volvería a actuar como lugar de encuentro? Obviamente su grupo social y el mío convergirían en algún punto y los conocidos en común harían de nexo para unir los puntos suspensivos. 

Nos saludamos con una sonrisa  de reconocimiento pero tuvimos que quedarnos en silencio. El segundo acto estaba por comenzar. 

(*) Presentamos en ronda veraniega algunos blogs que se dedican y publican asuntos sexuales o eróticos o de relaciones amorosas, más o menos divertidos, amenos, sueltos, provocativos o directamente polémicos... a elegir. Recordamos aquí que los planteamientos, miradas y opiniones de los autores invitados son siempre eso: planteamientos, miradas y opiniones de los autores invitados. Muy personales. 

¿Dónde hemos dejado nuestra promiscuidad?

Por: | 10 de agosto de 2012

Según pasan los años, hay una imagen erótica (¿pornográfica?) que no puedo ahuyentar de mi cabeza: es la de una grotesca competencia en la que una mujer, abiertas las piernas en alto, recibe a una fila de hombres que la penetran sucesivamente hasta acabar (o correrse, en castizo). Esto debe de haber ocurrido a finales de los noventa, en el apogeo de los reality-shows, con los canales de TV, sobre todo los anglosajones, poniendo a prueba el estómago de los televidentes con concursos capaces de generar una buena ración de escándalo, algunos directamente escatológicos.

En aquella cola que se parecía a la del banco, los asistentes de la sonriente dama (entre los que se encontraba su propio marido y mánager) procuraban que los señores llegaran a su turno bien excitados (para no perder tiempo) e iban haciendo ingresar al siguiente. Así, hasta alcanzar las más de cien personas, que era el récord que tenía que batir la señora (ciertamente, en un tiempo estipulado) para llevarse el premio del certamen televisivo de la colorinche televisión alemana.

A veces me pregunto en qué habrá consistido la relación erótica de ese matrimonio, con la mujer exhausta por tanto acceso ajeno y empellón anónimo. Sin duda, sexo de feria llevado al paroxismo.

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Fotograma de 'Calígula' (1979) de Tinto Bras, con guión de Gore Vidal y el protagónico de Malcolm MacDowell.

Sin embargo, hoy quiero hablar del mucho sexo sentido con diferentes partenaires, quizá algo competitivo, pero como consecuencia del resultado y no del deseo previo (abundante y recurrente).

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¿Dónde están las lesbianas?

Por: | 08 de agosto de 2012

Las relaciones entre mujeres fascina a muchas personas – y no sólo a las que son homosexuales o bisexuales. La mera idea de dos féminas juntas también despierta la imaginación y el morbo en muchos hombres y mujeres heterosexuales, y sobre todo en las bicuriosas. Nunca ha faltado oferta de pornografía y erotismo lésbico, aunque la gran mayoría va destinada a un público masculino. En el cine y la televisión mainstream hay cada vez más representación de lesbianas, destacando la mítica serie The L Word que retrataba las vidas de un grupo de ellas en Los Ángeles. Pero, ¿qué sucede en la vida real?

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Imagen de la serie The L Word

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El sexo oral que nunca deberías practicar

Por: | 06 de agosto de 2012

Autora invitada: Silvia C. Carpallo (*)

De pequeña siempre pensaba que aquello del sexo oral tenía que ser algo relacionado con decirse “guarradas”. Por supuesto, acabé por descubrir todo lo que podía ofrecerme ese término a un nivel más práctico, pero hoy me pregunto si no habría que buscar otro concepto que englobe todo lo relacionado con lo decimos durante el acto sexual. Porque el “sexo oral” tiene mucha más importancia de lo que parece, sobre todo, cuando se dicen las palabras inadecuadas.

Shh4          Fotografía de S. C. C.

Somos seres inseguros casi por naturaleza, hay que aceptarlo, y el poder que nuestra pareja, estable u ocasional, tiene sobre nosotros en ese momento, es mucho mayor del que nos gustaría reconocer. Un “¡eres increíble!”, puede elevarnos al cielo, y un simple y rotundo “¿ya?” puede arruinarnos el momento, el día, el mes o, dependiendo de lo que ese “¿ya?” se difunda por el boca a boca entre sus amigas, todo un año.

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Confesiones de un cornudo

Por: | 02 de agosto de 2012

La tentación puede ser algo verdaderamente emocionante que consiga abstraernos de lo cotidiano, haciéndonos sentir vivos e invencibles. Rendirnos a nuestros deseos más prohibidos es cuestión de instantes, pero sólo después de haber "caído", las consecuencias se dan a conocer. Puede afectarnos a nosotros y a todo aquel que nos rodea. Las repercusiones adoptan formas impredecibles que pueden escapar totalmente a nuestro control.

Venus O'Hara por Yuky

Venus O'Hara por Yuky

Juan, 37, se casó hace diez años. Conoció a su mujer en la universidad y tienen un hijo de tres. Hace tres meses, ella le pidió el divorcio porque se había enamorado de un compañero de trabajo. Han puesto su casa en venta en el peor momento, dada la actual situación económica. No podía haber sido más inoportuno, dice. Mientras esperan vender su piso, continúan viviendo juntos pero en habitaciones separadas. En mi serie de Confesiones (ya publicamos las de un infiel y una voyeur) traigo hoy aquí la suya. Esto es lo que me contó.

Pregunta. ¿Por qué fracasó tu matrimonio?
Supongo que como muchas parejas, perdimos la chispa y caímos en la rutina: supermercado los sábados y comidas familiares los domingos... Nos hicimos mayores antes de tiempo. En cuanto al sexo, yo tenía más pajas que polvos. También los dos terminábamos los días agotados después del trabajo, además de los compromisos familiares, claro. Nuestra cama era solo para dormir. Al final mi ex-mujer sólo se emocionaba cuando hablaba del trabajo. Primero me alegré mucho por ella porque disfrutaba tanto de su profesión, pero luego me enteré que no solo le gustaba, sino que se había enamorado de un colega.

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