Una mujer y sus atributos, en la paleta del pintor argentino Antonio Berni.
Es ley: si tocas una, no puedes dejar desatendida a la otra. Esto le explica la terapeuta sexual de Las sesiones, la tierna película de Ben Lewin, al tardío debutante en la cama. Pensándolo bien, parece bastante cierto que nos gusta que nos acaricien con simetría y voluntad par. De hecho, si hacemos memoria recordaremos la de veces que, por puro instinto (y con ahínco), procuramos que nuestro partenaire sea ecuánime en la tarea.
Vía www.23hq.com
¿Por qué hablo hoy de tetas? Porque días atrás, viendo la película The Máster, del exaltado genio Paul Thomas Anderson, volví a reparar el valor simbólico de las nutricias tetas femeninas. Tan desasosegante es el filme que salí del cine con el cuerpo apaleado, como si hubiera tenido que contener físicamente al atormentado personaje que compone Joaquin Phoenix. Sin embargo, en esta nueva obra sinfónica de Anderson sobre las miserias humanas y los dolores que no calman las religiones, se disfruta hasta el éxtasis la presencia de Philip Seymour Hoffman y no diría que se disfrutan pero… hay un par de planos que contagian serenidad: en ellos, una teta real o esculpida en arena sostiene emocionalmente al chico que ha matado en la guerra y que parece no ser capaz de volver a creer en nadie.
En 'The Máster', Joaquin Phoenix se recrea en los pezones de la anhelada mujer que han construido con arena, en la playa.
El abrigo, la protección o la tentación de aquellas icónicas redondeces fellinianas era de lo que hablábamos en un post anterior, en el que también traíamos a cuento aquello de la ventaja evolutiva que parecen haber representado unos pechos prominentes para nuestras tatarabuelas prehistóricas, según los antropólogos.
El filósofo francés Gilles Lipovetsky hablaba en La tercera mujer de "los rasgos típicos de una feminidad marcada por la prioridad de las expectativas masculinas `'clásicas' con respecto al cuerpo femenino: pecho voluminoso, nalgas redondas, posturas incitadoras, hipererotización de la mirada y la boca". Y también daba cuenta allí de la "alergia femenina a los volúmenes adiposos", en la que "subyace –dice– el nuevo deseo de neutralizar las marcas demasiado enfáticas de la feminidad, así como la voluntad de ser juzgada menos como cuerpo y más como sujeto dueño de sí mismo". Según Lipovetsky, "la pasión por la esbeltez traduce, en el plano estético, el deseo de emancipación de las mujeres con respecto a su destino tradicional de objetos sexuales y de madres, al mismo tiempo que una exigencia de ejercer el control sobre su persona".
Sí, es cierto. Pienso en esos primeros días de maternidad en que uno da a su bebé el pecho 'a demanda' y puede sentirse como una teta con pies; y aunque se disfruta de ese momento tan especial también se sueña con despegar de ese único destino-teta-leche hacia mundos más etéreos y variados.
Sin embargo, pasada esa etapa del continuum láctico y el sujetador desabrochado, uno vuelve a reparar, con lujuria, en la pretendidamente distraída mirada masculina de reojo en el escote, porque a veces ese instinto tan primario en un hombre que nos gusta nos contagia deseo. O descubrimos que él nos gusta justamente cuando se le van los ojos y lo percibimos tan pícaramente humano y animal.
(Y si es verdad que la única vez que vemos a una persona es la primera vez, para estos amigos que todavía tenemos seguro que seremos aquel canalillo primero para el resto de la vida; y ellos, para nosotras, aquella mirada que baja y se ilumina de ganas).
A propósito de hombres y obsesiones, ¿quién no recuerda la teta inmensa que atacaba sola en las praderas del filme setentista de Woody Allen Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo…? Por aquellos mismos años, el inefable Philip Roth había escrito una novelita corta, El pecho, en la que el profesor David Kepesh se convierte él mismo en un pecho:
"Soy un pecho. Un fenómeno que me han descrito de diversas maneras, como un ‘influjo hormonal masivo’, ‘una catástrofe endocrinopática’ o ‘una explosión hermafrodítica de cromosomas’, tuvo lugar en mi organismo (…) y me convirtió en una glándula mamaria sin ninguna relación con ninguna forma humana (…). El pezón es rosado, como la mancha en la base del pene que descubrí la noche en que empezó todo esto (…) Ahora los médicos sostienen que la piel arrugada y áspera del pezón (que, desde luego, es exquisitamente sensible al tacto, como ningún tejido de la cara, incluida la membrana mucosa de los labios) se ha formado a partir del glande. La fruncida y rosada areola que rodea al pezón parece ser una metamorfosis del miembro bajo el ataque de una secreción volcánica del fluido ‘mamogénico’ de la pituitaria. Dos pelos largos y rojizos se extienden desde una de las pequeñas elevaciones en el borde de mi areola".
La ya mítica escena de la amenaza láctica de ‘Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo…’ (1972) de Woody Allen.
El Premio Príncipe de Asturias a las Letras 2012, que anunció que se retiraba unos meses atrás, se relamía, hace varias décadas, con su particular historia kafkiana: "una mañana, agotado y entumecido al cabo de varios días de llorar sin lágrimas, noté que me excitaba". Quien le provocaba esas tumefacciones al personaje era el enfermero, que de este modo desataba todas las cavilaciones de un heterosexual hecho teta. Esto le resulta penoso hasta que consigue que Claire, su novia, empiece a jugar con el pezón durante sus visitas: "Quiero que ella lo haga continuamente, durante todo el tiempo de la visita. Ya no quiero hablar, no quiero que me lea, ni siquiera la escucho. Solo deseo que me apriete, me chupe y me lama. No me canso de eso (…) Quiero que se desnude, doctor, pero, ¿cómo puedo pedírselo? No quiero alejarla de mí (…) Quiero que se ponga encima de mí y se mueva, ¡Quiero tirármela, doctor! ¡Con el pezón!"
"Me había convertido en carne anhelante", escribe Roth con gracia y algo de inquietud. "Así, pues, con la ayuda del doctor Klinger, me dispuse a extinguir –y si no a extinguir, por lo menos, por emplear la palabra predilecta del doctor, a tolerar– el deseo de insertar mi pezón en una vagina. Pero, con toda mi fuerza de voluntad (…) me resultaba imposible dominarme cuando empezaba el lavado”.
Y hasta aquí la teta humana, suave como la piel que anhela caricias y tan rica y compleja como la sexualidad que expresamos, en cuerpo y letra.
Hay 19 Comentarios
Que guapas
Publicado por: Aumento de mamas | 03/04/2013 16:19:26
Yo soy más de piernas; como dijo Umbral en una entrevista memorable, "no sé qué hacer con éso...." (las tetas). En cambio, unas buenas piernas pueden lograr que me trague una tertulia soporífera o una mierda de teleserie. No quiero decir que un pecho hermoso (o pequeñito, con un buen escote) no me haga feliz, pero si me hacen escoger no tengo duda. Piernas. Ah, y hombros desnudos y cuello. Y orejas. Una oreja femenina es una obra de arte. En fin, de gustibus non est disputandum, que dijo el otro.
Publicado por: Jaimito Haldane | 15/01/2013 20:35:13
Genial, genial, genial.... Soy adicto a este blog. Me pone, Follo más desde que lo leo y con otra sensibilidad.
Aquí dejo mi modesto aporte.
Siempre he pensado que una mujer que muestra un escote potente, es una persona segura de sí misma y que marca territorio.
Publicado por: Alberto Toro | 15/01/2013 13:22:37
El pecho como el descanso del guerrero donde todo hombre busca sosiego y descanso. Una parte de la mujer que forma parte de nuestro alimento y de nuestra excitación: Entre los hombres se puede hacer una clasificación que divide a los que ven en los pechos la parte más atractiva y otros en la retaguardia, el culo. personalmente pienso que a los hombre la redondez nos atrae, la forma femenina y sobre todo la piel.-...esa piel tersa....
Publicado por: gafasparamujeres | 15/01/2013 12:33:46
ES verdad que las que tenemos un canalillo como un surco no lo entendemos, mis tetas no pueden compararse solo a un buen sueño para alguno, pero bueno son mias.Besos
Publicado por: Marta | 15/01/2013 8:33:44
Me gustan hasta a mi. Las mias y las ajenas.
Carla
www.lasbolaschinas.com
Publicado por: Carla | 15/01/2013 7:22:30
Prefiero unos buenos gluteos .
Publicado por: oscar | 15/01/2013 3:44:17
"estoy en el fútbol por las magníficas tetas de las inglesas"
Petit, jugador de fútbol francés en la liga inglesa.
"si no hubiese tetas, yo no pintaría"
Renoir. Pintor francés
"me gustan las mujeres con las tetas grandes porque tienen, todas, una expresión triste".
Russ Meyer. Director de cine....
Esta última es quizá la más sorprendente de las tres citas, y la más poética... si se tiene en cuenta de quién parte.
Publicado por: ultimolunes | 15/01/2013 0:26:16
Y concluye Anne: "Y hasta aquí la teta humana". Y yo digo, entonces, teta igual a pelicula de sectas y textos de Roth. Vale. Y muy esforzado el ejercicio de entregar la columna a tiempo. Muy sensual, sí señora, muy femenino. Entetabuena, vaya.
Publicado por: Enrique | 14/01/2013 23:54:23
Salud, pesetas y leche en las tetas!
Publicado por: Paulo cesar Brea | 14/01/2013 19:23:13
Las tetas molan. El otro dia jugaba a padel con una chica miy dotada y no podia dejar de mirar su pecho. No era muy guapa pero el volumen de sus senos atraia mi mirada. Acabamos ligando le amase los pechos y le mire el canalillo. :-)
Publicado por: Dnjdjnnk | 14/01/2013 18:52:54
Las tetas molan. El otro dia jugaba a padel con una chica miy dotada y no podia dejar de mirar su pecho. No era muy guapa pero el volumen de sus senos atraia mi mirada. Acabamos ligando le amase los pechos y le mire el canalillo. :-)
Publicado por: Dnjdjnnk | 14/01/2013 18:52:53
Da paz. Después de un día de batalla, meter la cara entre unos pechos da paz. También, afecto, excitación sexual, y la tranquilidad de que saber que ahí se está seguro. Cachondo y seguro. En en estos tiempos de mierda, volver de la guerra del trabajo, o de la búsqueda de trabajo, y poder meter la cabeza entre unos pechos que te dicen "toma, disfruta, no pienses" es algo más importante de lo que parece. De momento, a mi me rebajan la tensión arterial, me curan la ansiedad, me provoca erecciones y ganas de tener sexo y amor con otra persona y me quitan el miedo a volver a la guerra el dia siguiente. Y no es tan necesario que sean abundantes como que te los den den con ganas de dártelos para que disfrutes. Por supuesto que se que este mensaje parece el de un enfermo pero si hicieramos un estudio serio se sabría la de enfermos que hay en el mundo que les pasa lo mismo que a mi.
Y si digo más tetas y menos Prozac, va y parecerá un exabrupto...hay que joderse...
Publicado por: gògic | 14/01/2013 18:45:38
Algo más sensual? Sí un montón de cosas. Sobre todo cuando no se muestran sino que se intuyen.
http://www.bicicleta-electrica.blogspot.com
Publicado por: kits bicis eléctricas | 14/01/2013 18:20:57
´Habría que hacer un post enseñando a muchos hombres cómo han de tratar a nuestras tetas. Los hay que piensan que son masa de pan a la que hay que amasar hasta que esté a punto para ir al horno. ¡qué equivocados!.
Excelente Philip Roth.
saludos
Publicado por: inma | 14/01/2013 14:33:27
¡Que bien! Mujeres perfectas en cuerpos perfectos y que pasa si la talla de sujetador es 90c 75b????? Pues si queréis ver el otro lado de la imperfeción, este fichero os ayudará a mirar a las mujeres de otra formahttp://www.lee-gratis.com/index2.php?option=com_docman&task=doc_view&gid=12&Itemid=30
Publicado por: carmen | 14/01/2013 11:50:39
Por suerte o desgracia vivimos en un mundo dónde este tipo de cosas se le da más importancia de la que realmente creo que tienen. Bien por esas mujeres a las que de alguna forma sus senos le "ayudan", pero no hay que olvidarse de aquellas que sufren su tamaño. Todos los senos deberían ser atractivos, pero eso depende de los ojos que los miren. Os dejo un enlace a nuestro blog dónde hablamos de algunos tipos de senos http://vibraconpasion.com/blog/2012/08/tipos-de-senos/
Saludos ;-)
Publicado por: Pretty Nuit | 14/01/2013 10:25:21
Excelente!!! "Las tetas dan confianza, allí puede descansar el guerrero.." Me ha encantado, realmente son poderosas. Totalmente de acuerdo sobre lo que comentas de las expresiones de ellos al vernos pero no siempre es agradable. Lo dice una que sus pechos siempre llegan primero a cualquier lugar y siempre acaparan más atenciones que el resto... http://vivelsexo.wordpress.com
Publicado por: vivelsexo | 14/01/2013 9:51:46
Nunca pense que una teta pudiera dar tanto de si... Será que yo que soy de canalillo poco profundo no acabo de entender como un escote puede tener semejante poder... Me he pasado 60 minutos con sus 3600 segundos arreglandome para una cita para que el contrario se pase la cena entera mirando ei fabuloso escote de una tabla de planchar... No se igual se cree que más tarde encontrará oro allí.... Cuándo los miran tanto, espero que al menos los sepan tocar...
http://diariodeunacleptomana.blogspot.com.es/2013/01/ni-los-findes-puede-una-descansar.html
Publicado por: Diario de una cleptomana | 14/01/2013 9:01:41