Se acerca el Día del Orgullo LGBT, un evento al que procuro asistir cada año. Siempre me ha atraído el ambiente gay, sobre todo por su alegría. Después de todo, la palabra gay significa "alegre", en inglés.
A pesar de que encontramos cada vez más normalización homosexual, desafortunadamente sigue habiendo mucha homofobia, y es algo que no acabo de entender.
La homosexualidad no es una elección ni una moda. Es simplemente una manera más de vivir la sexualidad humana.

Foto Homotown.
Creo que cuanto más libres sean los homosexuales, mejor será para toda la sociedad porque como resultado de estas salidas del armario es probable que haya menos personas viviendo (o padeciendo) una doble vida. La tolerancia sólo puede ser algo positivo.
Quería conocer en primera persona cómo sería ser un hombre homosexual, en España, y por eso he charlado con Ubal Araque, un joven venezolano que vive en Barcelona, donde escribe para el blog HomoTown. Aquí nos cuenta sus propias experiencias como gay viviendo en España.
¿Cuándo supiste que te gustaban los hombres? ¿Cómo fue? En sexto grado de la escuela (risas): me encantaba un compañerito de curso muy guapo¿Cuando saliste del armario, a quién se lo contaste? Salí del armario a los 16 años. Fue muy divertido, porque en ese momento existía un grupo mexicano muy de moda en Venezuela: estos tíos se pintaban el pelo de colores y yo, pues, hice lo mismo. En un país como el mío, y más a finales de los noventa, eso no estaba bien visto. Sin embargo, esa fue mi primera prueba ante un mundo sin tolerancia. Se lo conté a mi amiga de la infancia esa misma semana y, poco a poco, fuí contándolo a mis otros amigos y familiares. Sin embargo, no vas por la vida diciendo: "hola, soy el Ubal y soy gay”.
¿Que tal fue la reacción? La reacción de mis amigos fue igual que la de mis familiares: "ya lo sabíamos, solo esperábamos que lo comentaras".
¿Es fácil o difícil vivir siendo abiertamente gay en Venezuela? Es posible, pero debes tener nervios de acero, porque siempre eres el trozo más delgado por donde se rompe la soga y has de estar consciente que las bromas, aunque no sean por maldad, siempre van a estar dirigidas a ti.
¿Y cómo es con respecto a la experiencia de ser un hombre homosexual viviendo en Barcelona?
¡Del cielo a la tierra! En mi país aún existen dos factores que marcan la vida de un gay: el primero es el machismo muy arraigado y el segundo es el '¿qué dirán?'. Esto último tiene mucho peso, por lo que es más fácil vivir tu vida aquí a tu rollo, cada quien va a lo suyo sin mayor problema. Barcelona es una ciudad que, desde mi óptica, es muy tolerante a las personas abiertamente gays
Sin
embargo, mi teoría es que la gente más que ser de
mente abierta, pasa del tema y simplemente no le da importancia.

Foto HomoTown
¿Te gustan los hombres españoles? No me gustan, me encantan... Más que todo me atrae la fisonomía del hombre catalán que me parece muy sexy; es más, hay un vecino que me encanta (risas)...
¿Alguna vez has sentido "heterocuriosidad", aunque fuera sólo durante un milisegundo? Sí, antes de definirme tuve un rollito con una chica y, verdaderamente, fue como forzar a alguien hetero a tener una relación homosexual.
¿Como es tu hombre ideal? Mi hombre ideal se va reinventando todos los días en mi mente. Según evoluciono como ser humano, esas expectativas crecen o disminuyen; físicamente tiene que ser muy velludo y varonil (risas).
¿Alguna vez has sido víctima de la homofobia? Sí, he sufrido de acoso por parte de una compañera del bachillerato que no dejaba de ofenderme por mi condición sexual hasta llegar a agredirme físicamente. Finalmente hice frente a la situación y, gracias a Dios, no pasó a mayores.
¿Alguna vez te has acostado con un hombre “hetero”? Me encanta esta pregunta: para mí, un hombre que se excite o tenga una erección con otro hombre, no puede llamarse heterosexual, así que no nunca he estado con uno, sería imposible.
¿Crees que todos los hombres son bicuriosos, pero que les cuesta admitirlo? La mayoría tiene su primera experiencia sexual con otro chico en la pubertad y no hablo de penetración, sino masturbadas colectivas o la misma curiosidad de reconocer el cuerpo de otro hombre. Yo creo más que todo en la "heteroflexibilidad", pero son teorías muy mías y no me gustaría herir susceptibilidades.
--------------------------------------
Más textos de la serie Confesiones de...
- Una embarazada
- Un cornudo
- Un infiel