... daría lo que fuera, diríamos, parafraseando aquel hit melosón de Jarabedepalo. La métrica se nos pone difícil cuando sustituimos a "la flaca" por "el camarero", así que podríamos probar en argentino: "por un beso de-el mozo..." ( y de paso, entablamos complicidad con los guapísimos mozos argentinos).
Por cierto, ¿en qué país se utiliza la palabra "mesero"? ... porque también cabe el vocablo en el verso.
El elogio al camarero podría hacerse extensivo a todo el personal de hostelería, especialmente a los pinches de cocina, que pueden tener tiempo libre entre plato y plato para dedicárselo a algún comensal; dedicar al cliente/a, aunque más no sea, una sostenida mirada de deseo. Eso sí, el terreno de roces y besos lo comanda, en exclusiva, el camarero.
Qué beso: impecable la obra de la artista norteamericana Betty Tompkins. Vía Galerie Rodolphe Janssen.
Esta es una oda a los camareros, sí, estáis en lo cierto. Tengo hermosos recuerdos de affaires efímeros y algo más duraderos dentro de la industria hostelera, pero fue un lector del blog, Carlos, quien me empujó a tratar el asunto. En su insistente lamento, intuyo que con buen sentido del humor, Carlos escribe: "... a la hora de la verdad, solo liga el camarero, como siempre".
Le doy la razón. Sin embargo, como en el chiste del fútbol, a veces resulta que ganan los que no son alemanes. Así es que nadie, en ningún bar del mundo, debería desfallecer en sus intentos de seducción... sobre todo porque 'ganarle' una chica al camarero representa un premio gordo.
No vamos a negar que las mujeres a veces se aburren con sus maridos cuando ambos salen solos a cenar. Y así es como suele comenzar el habitual deporte de mirotear al camarero sin parar hasta conseguir que él repare en ellas. Al parecer, no todos los hombres/novios tienen tan afilado el ojo observador, por lo que muchos no advierten el juego. Podemos suponer que Carlos sí que ha aceitado su mirilla: "(...) en realidad no nos comemos un colín, precisamente por ir pegados constantemente a la pareja. ¿Y qué pasaría si hubiera un hueco en la pareja de unas horas?. Pues lo de siempre, el rosco se lo comería el personal de hostelería. El portero, el camarero, etcétera..."
Hill Creek Pictures (Getty Images).
Una noche, mientras transcurría una aburridísima cena de trabajo en un bistró, descubrí que, por la ventana que conectaba el salón-comedor con la cocina, un chico inmóvil, de inmaculado blanco (gorro y chaqueta), guapísimo, me miraba sin pestañear. Supongo que el chico de la cocina intentaba contagiarme su deseo, algo que consiguió con solo sostener su mirada durante unos buenos largos minutos, mientras yo departía con otra gente y, por supuesto, toda vez que volvía mis ojos hacia él. De repente, la cena se tornó pícara y llevadera. En mi humilde parecer, el juego de las miradas resulta altamente recomendable y sin efectos secundarios. En ocasiones hay que saber dejarlo ahí... pero sucedió que volví a ir a ese restaurante unas semanas después, esta vez al mediodía, con una amiga, y cuando el chico pasó a mi lado, en su trasiego de enseres, volvió a sostener aquella mirada; entonces, le dije "hola" y provoqué el abrupto final de aquella historia: el chico se puso rojo, balbuceó algo y se alejó.
Además de hacer el amor con los ojos, tanto solteras como casadas pueden practicar el frota-frota, un juego de equívocos muy socorrido en bares llenos de gente: solo el camarero nota que los roces ocurren con toda la intención.
Esta modalidad puede ampliarse hacia el ligoteo franco con el camarero. Aunque no hace falta tocarse: desabrochando un botón más del escote, y con una sonrisa cómplice, también habrá oportunidad para una primera conversación. ¿Quién no recuerda cómo se conocieron Samantha y Jerry (Jason Lewis) en Sexo en Nueva York?
En 'Sexo en Nueva York', Samantha aguanta, sola, la noche entera en un restaurante lleno de mujeres para llevarse al camarero.
A mí me ocurrió en una época solitaria, de post-separación... hablo de esos tiempos que no son ni tristes ni muy agitados y en los que uno deambula, a menudo sola, del cine a la cafetería. Un domingo a la noche y otro, así empecé a frecuentar un bar de esos con decoración aceptable, buena música y lindos camareros. Iba a la salida del cine, sola, o con amigas que se tomaban ahí la última cerveza del fin de semana, siempre en la barra. El chico que ponía las copas tenía una larga década (década y media) menos que yo y que mis amigas y era realmente atractivo (una suerte de Mick Jagger veinteañero). Y ocurrió, ocurrió una noche en la que él no paraba de mirar, que un impulso me llevó a decirle, al oído: "tu boca me mata". Su osada respuesta fue: "entonces, te doy un beso", tras lo cual cruzó su cuerpo sobre la barra y me besó hermosamente.
Desde entonces, solo nos saludábamos con besos efusivos y rellenos, cada vez. Aquel era nuestro agradable ritual semanal (al margen del Cosmopolitan que me preparaba con todo el amor que allí cabía y no me cobraba). Pero un día decidimos que queríamos un poquito más de besos y fuimos al servicio, de damas. La verdad es que en el cubículo duramos apenas unos minutos, porque había un único wc destinado a las señoras y fue entrar y armarse, en la puerta, una larga cola y protestas: "deje/n entrar", escuché a una mujer enfadada. Él, como buen camarero solícito, salió raudamente del baño, pero yo, que no sabía cómo enfrentarme a la turba femenina embravecida, demoré un ratito más en quitar el cerrojo a la puerta y abrirme paso con la mejor sonrisa de 'yo-no-fui'.
Luego vinieron más días pero la magia acabó esa noche. Ya no hubo domingos de madrugada esperando a que sacara los cubos de basura ni hubo más fantasías compartidas. Nos quedaron a cada uno sus ratones, que son excelentes para sonreír por muchos años más.
Betty Tompkins, una artista cuyo trabajo vale la pena conocer. Vía bettytompkins.com
Hay 13 Comentarios
Si eso lo hace un hombre es calificado de "baboso" y de otras cosas, con toda razón. La conclusión se la dejo a los demás, incluida la autora.
Publicado por: MAG | 19/08/2013 17:44:00
En Capitanfood volvemos de veraneo y traemos nuevos restaurantes y os los tremos probados de primera mano http://www.capitanfood.com
Publicado por: CapitanFood | 19/08/2013 11:19:45
Un viejo sultán con algo mas de 120 años, me contó que ha besado a más de un millón de mujeres. Y ahora se entera de que una de las concubinas, por celos, le robó los labios. No cesa de llorar, las mujeres lo rechazan, solo se le ven los dientes. ¡Tremendo castigo divino¡
Publicado por: RAMÓN | 18/08/2013 19:51:17
Camarero, ¡una de mero!
http://adf.ly/Tw01y
Publicado por: Vanessa | 17/08/2013 19:38:06
Cuando una rica Clienta una mujer caliente con buen físico quiere hir con un Camarero hata el dueño del restaurante ho bar anima al camarero balla con ella .Todo por tener contenta ala rica clienta y siga viniendo al restaurante . Normalmente son viejas con mucha pasta y solas viudas , divorciadas ho casadas muy abandonadas por sus maridos . Una señora esta enel restaurante comiendo con la familia marido hijos y hijas y yerno nieto Cuando ve al camadero leda un papel nota le dice le espera enel wáter lavabo y ganara dinero .El camadero la lleva al Lavabo privado y allí la folla vestida apartando las bragas la hace disfrutar mucho y al terminar la mujer vuelve ala mesa y el camadero al trabajo había dicho hiba al lavabo Este seria la fantasia de muchas mujeres follar con el camadero en el restaurante mientras el marido y familia espera en la mesa
Publicado por: Josep Pages Canaleta (CARDEDEU) | 17/08/2013 15:37:08
La mujer madura ho mayor de buen ver que se fija en un camadero suele ser rica .Ella quiere hir con el y le ofrece dinero al camadero por follar con ella al terminar el trabajo Y si hay dinero a ganar un camadero aguanta lo que sea y se tira ala mujer que sea.
Publicado por: Josep Pages Canaleta (CARDEDEU) | 17/08/2013 15:27:06
Como en todas las historias hay camareros y camareros... y sino un repasito rápido por las aventuras de Alberto Chicote para descubrirnos algún que otro alíen.
De lo que estamos seguras es de algunas carencias se pueden compensar con algunos juguetes eróticos.
http://www.lolatoys.com/
Publicado por: Lolatoys | 17/08/2013 15:26:42
El sexo sin amor es mas morboso , excitante y deshinibido .
Publicado por: mario | 17/08/2013 14:09:15
Solo una observación; los pinches no ligan por agotamiento. Quizás este sea el trabajo mas duro de la hostelería y no deja margen al revolcón.
Los pobres camareros, como no pueden huir y estan para "servir", a poco que sean aparentes, ligan fijo.
Esto es así también para chicas y camareras.
Luego está el plasta maleducado que los trata como perros y encima se hace la foto colección, perturbando su trabajo. Y sin propina normalmente.
Gracias por el post. Pasate por el mío y tomate un mojito:
http://lacomunidad.elpais.com/de-madrid-al-pijo/2013/5/15/viaje-busca-del-sabor-cubano
Publicado por: Carlos | 17/08/2013 11:15:34
Hello!!!! jajaja las de azul siempre ganan jajaja qué grande la escena, y el chico "ideal" jajaja........tengo que salir más jajaja.....Jose cuanta macarena y macareno y como se nota el calor que los post están que arden!!!!! Saludos. Anne Rodriguez
Publicado por: Anne Rodriguez | 16/08/2013 14:18:43
El otro día paramos a tomar un refresco en una terracita y cuando vi a la camarera no pude resistirme a hacerle una foto: http://xurl.es/nu51w
Publicado por: Dem | 16/08/2013 13:04:30
Nunca lo había pensado así, pero es cierto que los camareros tienen "algo". Ni una ni dos ni tres veces he dejado mi teléfono escrito en una servilleta, lo mismo que alguna amiga... ni qué decir tiene que así conocí a mi chico actual. Si hay algo mejor que el descaro de una mujer ligándose a un/a amante potencial es el descaro de su respuesta :-)
http://www.laplumadepandora.com/
Publicado por: Dora | 16/08/2013 10:10:28
Jaja, cuánta macarena. Y en el crucero de singles del otro día las miradas se lanzan a la tripulación, a ver si cae un marinerito.. ¿no es la idea? Cuando estudiante trabajé de camarero dos veranos. Los meseros son los de Méjico y el nombre está mejor puesto porque es un trabajo exigente para atender mesas, no camas. Lo de la cama podrá venir luego, pero hay que esperar a que el mozo acabe el trabajo, se cierre el establecimiento, se recoja y se limpie... y luego, a las tantas, es costumbre ir a un bar que está abierto a las tantas porque es un bar para los camareros se tomen una a gusto. Vamos, que hay que esperar, y además hay mucha loca suelta por ahí. Por cierto, que hay bares "de babosos" donde los hombres van a mirar a las camareras, aunque las copas son caras. ¡Pero por lo menos no se llevan a la mujer para mirar a otras con ella delante! Anda qué...
Publicado por: Jose | 16/08/2013 8:37:40