Eros

En celo

Por: | 13 de abril de 2014

Por un efecto de la debilidad de mis jóvenes órganos, me entregué, sobre el tapiz encerado, a la más imperiosa necesidad que afecta a las jóvenes gatas. Honoré de Balzac (Penas de amor de una gata inglesa)

 

¿Alguna vez te has comprado unos zapatos incomodísimos pero muy sexies o unas bragas de encaje de las que pican y no vas a usar jamás? Yo, sí. Como hito de consumo estúpido tengo en mi haber unos zapatos que me debo de haber puesto tres veces en cinco años y que nunca entendí por qué compré: eran caros, tienen tacones altísimos de esos que hacen que el pie esté en una pronunciada pendiente realmente dolorosa, punta que ajusta todos los deditos y, eso sí, hacen unas piernas de apariencia sexy.

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          Fotografía de Irene Díaz.

Ahora empiezo a entenderlo, mientras leo el libro Química entre nosotros. Amor, sexo y la ciencia de la atracción de Larry Young y Brian Alexander. Sabemos que, "a menudo, el sexo es un móvil oculto de la forma en que gastamos dinero y de la ropa que nos ponemos –por no mencionar su relación con el tipo de conductas que exhibimos", como nos dicen Young, experto en neurociencia del comportamiento social y profesor de psiquiatría, y Alexander, periodista científico.

Pero, y esto sí que arroja luz nueva sobre nuestro consumo inútil: "durante la ovulación, las mujeres aprecian más la pornografía que en otros momentos del mes. Adquieren un sesgo favorable hacia los hombres de una belleza tosca, en vez de hacia los 'buenos tipos' de aspecto agradable. Tienden a evitar a sus padres, consumen menos calorías, y gastan menos dinero en comida que en ropa y en zapatos sexys. Además, las mujeres fantasean más a menudo con hacer el amor con un hombre que no sea su pareja actual", según los divulgadores.

Alguna vez comentábamos aquí que, en esos días húmedos, si uno sabe escuchar a su cuerpo, se dará cuenta de que tiene ganas de sexo con el 70 por ciento de los hombres que se cruza por la calle. Hoy nos enteramos que, impulsadas por los salvajes estrógenos, también nos compramos zapatos incómodos.

Y aunque dudemos de la conveniencia de aplicar a los seres humanos expresión tan basta como "estar en celo" (polémica y políticamente incorrecta por todo lo que hemos asumido sobre la conducta cultural aprendida), no podemos negar que buena parte de lo que pasa en nuestros cuerpos, almas y comportamientos sigue regida por nuestros instintos sin domesticar o, lo que es lo mismo, el modo en que nuestras hormonas trazan el mapa de la química cerebral.

 

Durante años hemos creído que no había señales detectables de fertilidad en la hembra humana (salvo la mayor untuosidad genital) y es cierto que a las mujeres no les gusta alardear de sus días fértiles como lo hacen sus primas del reino animal, las ratas con 'lordosis' o las gatas que se restriegan. Algunos ginecólogos siguen insistiendo en que nada cambia si uno suprime el ciclo ovulatorio con anticonceptivos. Sin embargo, nosotras sabemos lo que es tener la libido en alza o a la baja: nos notamos el deseo conforme nos acercamos a la ovulación. Quizá lo que no sabíamos es lo que dicen los investigadores acerca de los cambios en nuestra piel, el atractivo del rostro, la ligera modificación de las medidas de cintura y caderas, o cómo afecta la fertilidad al tono de la voz y hasta a los gestos... o cómo te brillan los ojitos o te sonríes, complaciente y dispuesta, con la mirada.

Amplio, entretenido y con explicaciones bien didácticas, el libro de Young y Alexander da cuenta de un experimento realizado con estudiantes a las que les presentan los mismos actores, haciendo el papel de chicos buenos y/o sus gemelos 'malos' (o más pícaros), alternativamente, y con dos semanas de diferencia. Al parecer, durante los días en que están ovulando, las chicas se muestran fascinadas jugando a dejarse convencer por chicos seductores, aunque tengan novio (suelen cambiar la palabra "novio" por "un amigo" en esos días) y, mientras charlan con los 'golfos', ladean la cabeza, juguetean con el lóbulo de la oreja, mueven el pelo, se inclinan hacia delante (dicen los expertos en mercadotecnia que son movimientos destinados a dirigir la atención del hombre a su escote) y sonríen con un placer desinhibido que involucra músculos faciales diferentes a los de las sonrisas cándidas.

Leemos: "cuando una mujer ovula, se produce una sobrevaloración de los 'golfos' como tipos estupendos, pero solo en lo que le atañe a ella (...) Las mujeres que están ovulando a menudo piensan que a los 'golfos' no les interesan en absoluto las demás mujeres".

O sea, nos queremos hacer las tontas porque, mientras nuestros ovarios entran en tan relevante acción para la instintiva causa, lo importante es lo importante.

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          Fotografía de Irene Díaz.

Explica la investigadora Kristina Durante: "Puede que el chico formal sea leal, trabajador y busque compromiso, pero esas calidades resultan atractivas solo para el cerebro racional –esa parte de nosotros que calcula los beneficios derivados de posponer una recompensa en aras de un beneficio a largo plazo–. Ese tipo de cálculos se produce en el córtex, la parte más voluminosa de nuestro cerebro, pero las hormonas han tomado las riendas del resto del cerebro...".

Lo único que cuenta es el corto plazo cuando los estrógenos nos conminan a 'aparearnos', por mera ley evolutiva.

Young y Alexander presentan, incluso, los sorprendentes resultados de un estudio que demuestran el efecto que la carga hormonal tiene en asuntos de sensualidad, a través del seguimiento de las ganancias que dejan un grupo de bailarinas de strip tease en relación con el momento del ciclo menstrual en que se encuentren. Así, los 354 dólares por turno de cinco horas que podían hacer las chicas durante sus días fértiles se reducían a 264 dólares, durante los días infértiles, y a 193 dólares por turno, en el caso de las que tomaban píldoras anticonceptivas.

Se trata, sin duda, de una preferencia real pero inconsciente por parte de los hombres: "cuando se les expone a muestras de olor tomadas de mujeres próximas a ovular, los hombres, igual que sus primos los monos, manifiestan un pico de testosterona". Y la testosterona, se sabe, induce a dejar más dinero en el cortejo.

Más allá de las convenciones sociales y la discreción con que las chicas recatadas y las gatas inglesas llevamos estas cuestiones, la idea fuerza de estos divulgadores, que se suman a una larga lista de antropólogos y neurofisiólogos, es que "durante la ovulación, el cerebro de una mujer fértil la induce a comportarse de una forma que maximice sus probabilidades de aparearse con el varón más apto y más accesible que pueda encontrar". Esto es, los que aparentan ser 'ganadores'.

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           Fotografía de Irene Díaz.

Y para volver al principio, recuperemos la voz de la gata de Balzac: "Lo que los hombres y solteronsas llaman educación es una costumbre que adoptar para disimular las inclinaciones más naturales, y cuando nos han depravado enteramente, dicen que estamos bien educadas".

Esto es lo que le hace decir Honoré de Balzac a su gata inglesa, a quien le presentan a un magnífico angora, inglés de severas costumbres sociales. "Yo, simple e ingenua, le salté al cuello para incitarlo a jugar, pero él rehusó bajo pretexto de que estábamos ante los demás. Entonces me di cuenta de que el par de Inglaterra debía a la edad y a los excesos en la mesa esa gravedad postiza y forzada que se llama en Inglaterra respectability".

"Entonces divisé, sin tener aire de mirarlo, a ese encantador minino francés: estaba despeinado, era pequeño, gallardo, y no se parecía en nada a un gato inglés". Ese "bicho raro sin preocupaciones" cautivó a nuestra gata harta de circunspección, fatigada de solemnidad y de "la pulcritud puramente material" de los gatos ingleses.

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El cuento de la gata inglesa de Balzac formaba parte de un proyecto editorial titulado 'Escenas de la vida privada y pública de los animales', que empezó a publicarse por entregas en 1840. Ilustración de Jean Ignace Isidore Gérard Grandville para el primer tomo de las 'Escenas...'.


El juicio de la sociedad victoriana no se hace esperar. ¡Cómo iba a irse una gata inglesa a las alcantarillas con un gato francés que solo tiene un patrimonio de bigotes y cola! El sarcástico abogado de la contraparte se burla ante el estrado diciendo que ella pretenderá explicar que se fue "a los canalones con un gato francés, para convertirlo a la religión anglicana".

Activista de la precoz causa feminista, la gata decimonónica de Balzac, finalmente, entiende que "la literatura se ha convertido en el asilo de todas las gatas que protestan contra el inmoral monopolio del matrimonio, que resisten a la tiranía de las instituciones, y quieren regresar a las leyes naturales".

 

Hay 23 Comentarios

¿Y a las parejas de novios que comen pipas las tardes de domingo con cara de hastío, qué les pasa?

Al fin y al cabo somos animales, racionales pero animales y también tenemos instintos y menos mal, porque sientan de maravilla.
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Remordimientos de una noche de verano. Ella quería, me deseaba, sentía por mi, yo por ella. No estábamos solos. Ella me dijo que estaba en esos días en los que se siente más deseada que nunca, que piensa que el sexo es su manera de vivir. Cuando una mujer se siente así no hay nada que hacer. Y menos los chicos buenos...

Que me lo digan a mi! jajaj y sobretodo a mi pareja. Esos días el ambiente está más que caliente!! jaja
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Y relacionado con el sexo y el chocolate, este con un toque también dulce titulado ¿EN QUE SE DIFERENCIA UN ADICTO AL CHOCOLATE A UN ADICTO AL SEXO Y VICEVERSA? : http://sonrrise.blogspot.com.es/2013/02/en-que-se-diferencia-un-adicto-al.html

¡¡¡INCREÍBLE!!! Algo parecido escribí yo un día en que ... el sexo me hizo parecer algo mas que una gata en celo. OS paso enlace por si os apetece ampliar, con un toque de humor, mas información sobre las féminas y sus estados vitales del cuerpo: http://sonrrise.blogspot.com.es/2011/10/menstruacion-deseo-y-chocolate.html

Muy bueno. Así somos (bueno, así sois vosotras =). Como animales. Los chimpancés tienen unos testículos gigantescos porque la competencia espermática entre machos es tremenda (hay barra libre para el sexo). Los gorilas tienen testículos pequeños porque no hay competencia entre machos (yo desde luego no le intento poner los cuernos a un gorila por cobardica). ¿Y los humanos? Pues los humanos tenemos unos testículos intermedios, hechos para la monogamia con aventuras ocasionales. Las mujeres tienden a ser más infieles cuando están ovulando. Eso está demostradísimo. Pero no sólo eso: tienden a tener orgasmos más intensos, que tienen la misión de que aquello se contraiga y apriete bien y retenga mejor el esperma. Luego están los condones, la cultura y toda la cuestión, pero esa es nuestra naturaleza biológica. Consejo a los mocitos: si tu chica está ovulando fíjate si se pone sus mejores bragas antes de salir de casa por si tienes que tentarte la frente. Y bueno, que nosotros tres cuartos de lo mismo: los hombres eyaculan más volumen cuando están con otra. Competencia espermática. Me enrollo. Muy bueno el post.

Estupendo post!

Es evidente que hay días del mes en que nuestro cuerpo manda. No hay nada como dejarse llevar por esos impulsos.
http://orgasmix.es/

FANtástico artículo sobre la excitación. Los experimentos demuestran que el libido marca el celo. El experimento con las bailarinas refleja que una mujer en esos días se vuelve más "loca" por sentirse deseada, provocada, follada. Quizá sea que la química que nos forma se manifiesta y reclama su trono en nuestros deseos y decisiones.
Mis parejas, en "esos días" se sentían más cálidas y frioleras al mismo tiempo.

Falso.
Programas supuestamente dignos como La Noche Temática nos embuchan periódicamente este discurso pseudocientífico con el fin de reforzar la heteronormatividad y la dependencia de la industria de la belleza.
Reafirmemos, frente a ellos, nuestra libertad:
http://www.contraelamor.com/2013/01/la-noche-traumatica.html

Muy buen artículo Anne Cé. Te quería comentar que ya que tus compañeras Venus y Silvia han puesto sus fotos para acompañar al texto de su autoría en el Blog, tú también te animes pronto a poner tu foto, pienso que da más cercanía, además de que vuestros fotógrafos son excepcionales y todas las fotos de Venus, siempre perfecta y de Silvia muy originales, fotos en blanco y negro que las hacen todavía más hermosas, de verdad son fantásticas. Enhorabuena y gracias por escribir. Saludos!! Anne Rodriguez

"Lo único que cuenta es el corto plazo" como modo de vida. Como lo único que realmente importa. La única manera de poder seguir adelante.

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HOLA! Pues, claro, que tenemos ganas muchos más días que los de la ovulación, y por supuesto, también, tras los años fértiles. Dicen las mujeres que ya han tenido la menopausia que lo que sucede es que las ganas son más selectivas. La disminución de estrógenos solo haría que no tengamos deseo de sexo con casi todos los hombres del planeta, como durante los jóvenes días fértiles, sino con solo aquellos que nos resulten de verdad atractivos por más cosas que el cuerpo apto para la reproducción. Por lo demás, la idea del celo no se contradice con la idea de que apenas menstruamos ya empieza la cuestta arriba estrogénica (los días de 'menos ganas', si se quiere, son los ultimísimos previos a la regla, siempre que no estemos enamoradas y estimuladas, que entonces se borran las barreras hormonales). Pregunten, si pueden, a amigas sinceras, que hayan aprendido a escuchar a su cuerpo y expresarlo, o sea, de unos 35 para arriba... Gracias a todos. @anneece

No tíres los tacones, y no te creas tanto lo de la hormona. Primero porque llevar tacones (hablamos siempre de tus taconazos) tiene su "arte" y segundo porque el celo como deseo de revolcón, digamos en la madurez ¿que?
Precisamente mi profesor de tango se refiere en ocasiones a ciertos pasos ó figuras de la mujer como de TORTURA, y ya te imaginas que es por la posturita de marras y el taconazo imprescindible. ¿Querrás creer que casi nunca se queja ninguna y ponen grán interés en esas acrobacias hasta perfeccionarlas?.
Ya se sabe la sensualidad del tango pero hay mas.
¿Conoces la Kizomba? pues que me expliquen también los autores donde andan las hormonas en las mujeres madurazas que llenan las clases de tan sensuales bailes para aprender.
Y encima con el taconazo si pueden...
Se podrá estar ó no en celo. pero si manejas los tacones el mensaje está clarísimo. Hasta de florero en la barra plantá de pié aunque no es lo suyo.

Natural como la vida misma.
La naturaleza hace su trabajo exigiendo el compromiso de reproducirse a los seres vivos.
Insectos, personas, delfines o elefantes.
Por eso estamos aquí.

Es verdad que el sexo está muy relacionado con el consumismo, y de por sí es lo que más vende actualmente, pro eso muchas veces queremos ser sexis, porque vende, llama la atención, es irrechazable.
http://goo.gl/ge75pB

Yo creo que estoy en celo permanente, debo tener alguna disfunción, o no...
http://elmejorhumorinteligente.blogspot.com/

Hablando de braguitas especiales... estas son las que me gustan a mi!!:
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Pues el libro de Young y Alexander contradice lo que han remarcado muchos otros científicos en otros libros, por ejemplo, Jared Diamond en “Why is Sex Fun?” o David Linden en “The Compass of Pleasure”: la mujer es de los pocos mamíferos que tiene la ovulación escondida. Esa característica y algunas otras, que listo en mi artículo “Los enigmas de la sexualidad humana” del mes de febrero en mi blog (pinchad en mi nombre), resaltan que nuestra sexualidad es completamente diferente, pues obedece a presiones evolutivas distintas a las que sufren otras especies animales. De hecho, ninguna hembra de mamífero es capaz de aparearse fuera de la ovulación. No, lo siento, las mujeres no tienen “celo”. Si lo tuvieran, para empezar, no les costaría tanto trabajo a las parejas que luchan contra la infertilidad saber cuáles son los días buenos para quedarse embarazada. Y si es cierto que algunas mujeres se ponen más cachondas cuando ovulan, otras sienten mayor deseo y tienen orgasmos más fuertes cuando menstrúan. ¡Pero si vosotras mismas hablabais de eso en un artículo llamado “Los días rojos” de este blog!

¡Asombroso! Hace meses que no leo un post de interés en este blog. Éste me ha parecido excelente. Y, por ende, muy inquietante y molesto para muchos, como todo lo atingente a la conducta sexual cuando, realmente, se aborda con fundamento.

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Sobre el blog

Ni enciclopedia ni consultorio sexual al uso. He aquí un rincón erótico festivo dedicado a las relaciones y la atracción entre seres humanos, esa faceta que nos hace la vida más placentera, tierna, amorosa, plena… Un blog coral, con cinco autoras de todo origen y condición, que apuesta por el juego, la provocación, lo sensual y el sexo como acto libre, adulto, compartido, real o ficticio, siempre divertido... Eso sí, si tu mirada no es amplia y tolerante, mejor no te detengas aquí. Coordina Analía Iglesias. No sólo se admiten firmas invitadas, sino que son deseadas.

Sobre las autoras

Anne Cé. Nació en el sur austral (Argentina), en un tiempo beatle y en un país con altísima densidad de psicoanalistas y jugadores de fútbol. Periodista, quizá incluso a su pesar, narra lo que se le ponga delante. Y narra, y narra. Un día descubrió que el simple roce de una clavícula le erizaba la piel y entonces comprendió por qué le gusta tanto abrazar a un hombre.

Esther Porta. Segoviana, fue becaria en el mítico Tentaciones y allí hizo de todo hasta que sus conocimientos de sexo la convirtieron en Beatriz Sanz. Y gracias a ella, publicó artículos semanales de sexo, dos libros y fue reclutada como sexperta guionista del programa de Canal +: 'Sex Pópuli'. Cuando casi se le había olvidado (lo de escribir de sexo...) se mete a bloguera. Y aquí está, con tantas ganas de sexo (del uno y del otro) como siempre...

Venus O'Hara, de Reino Unido, con raíces irlandesas. Modelo fetish, actriz y escritora. Licenciada en Ciencias Políticas y Francés, reside en Barcelona, ha sido columnista sexual en varias revistas, tiene su propio blog de fetichismo y es creadora de 'No sabes con quien duermes', un confesionario para personas que llevan una doble vida. Publicó su primer libro junto a Erika Lust, 'Deséame como si me odiaras', en 2010.

Tatiana Escobar, de Venezuela (1976), ha escrito ensayos y poesía en español. Traductora y editora, en 2004 abrió en Madrid junto a sus socios la primera boutique erótica de España, La Juguetería Erotic Toys, para no tener que vivir de la literatura. Desde entonces vive del sexo. Y escribe, a veces, para sus amigos.

. Madrileña. Soñó con escribir y pronto descubrió una vía: el periodismo. Pero como tampoco valía narrar sobre cualquier cosa, eligió suerte y remató la faena con un posgrado en Sexología. Ha trabajado en suplementos de salud y medios especializados. Con la práctica ha acabado por darle un toque más sensual a sus letras. Y con ellas sueña en escribir, ahora, un libro.

Ilustracion
Venus O'Hara, Anne Cé y Silvia C. Carpallo, según 'Mi Petit Madrid'.

Nuevo libro

El orgasmo de mi vida. Si ya no sueñas con príncipes azules, locos por pedirte en matrimonio, ni esperas que aparezca un millonario atormentado pero diestro en amores, con una Visa en una mano y un látigo en la otra, este libro es para ti. Porque El orgasmo de mi vida habla de eso, de mujeres realistas, lúcidas, independientes y eróticamente vivas, capaces de combinar esa cotidianidad que todas conocemos, con sus pasiones más salvajes. Ellas son las protagonistas de los relatos, sin guionistas que les digan lo que tienen que hacer, pero sobre todo, son las compositoras, directoras e intérpretes de los orgasmos más armoniosos de sus vidas.

Lux eróticaLux erótica. "Escribir sobre sexo era la propuesta y me sentí estimulada. Después de tantos años como periodista cultural y con mucha vida hecha en torno a la información y a la actualidad, tenía ganas de ponerle carne a la crónica. Porque nuestra más genuina actualidad como personas pasa por el relato del erotismo. Porque de atracción y de relaciones hablamos todo el tiempo en este tiempo occidental con ciertas libertades individuales garantizadas y rebosante de espíritu lúdico pero también algo desafectado y con nuevos descompromisos adquiridos...". Anne Cé.

Inglés para pervertidosInglés para pervertidos."Se dice que la mejor manera de aprender un idioma es a través del sexo con un extranjero. Pero ¿qué haces si estás en la cama y no sabes qué decirle? Con Inglés para pervertidos puedes aprender todas las palabras y expresiones que siempre has deseado saber, desde lo más elemental al sexo más salvaje. El libro cuenta con ocho capítulos centrados en las partes del cuerpo, la cama, el LGBT, las compras sexis, el lado oscuro, el porno, el chat y la salud sexual. Cada capítulo contiene vocabulario, gramática y unos ejercicios muy originales que no encontrarás en ningún otro libro. Aprende todo lo que tu "English teacher" no se atrevería a enseñarte nunca. Y... si te cansas de estudiar, el libro incluye un montón de fotos mias para distraerte". Venus O'Hara.

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