Quizá me lo contó una amiga. Una vez, una noche lejos, en un país otro, y sola. A las pocas horas de llegar a aquella ciudad de la que ignoraba casi todo, entré a un bar y un chico perturbadoramente sexy me miró fuerte y sostuvo la mirada. Yo seguí el juego y aposté doble: me cambié de sitio y me ubiqué a su lado. Así, nos saludamos, y él aprovechó los rudimentos de su castellano. Se ganó mi confianza sin mucho esfuerzo (porque su mero existir me erizaba la piel), entonces salimos a la calle en cuestión de media hora. Entre dos coches, me besó y diría que me desarmó, pero no es verdad: ya estaba desarmada. Pasamos como de trámite por otros dos bares, otras dos cervezas bebidas a medias, y ya.
La fotografía forma parte del proyecto 'Medianoche', de Rafael Arocha, en el que explora cómo el instinto y el deseo condicionan nuestros comportamientos y cómo se manifiestan nuestras fantasías de seducción durante la vida nocturna.
Por supuesto, es imposible que a solas con un desconocido, en un lugar desconocido, uno no cavile. Claro que dudé, pero mis ganas de estar con él eran infinitamente más fuertes que el miedo, así que al cabo de un par de titubeos, bromeé para mis adentros: "si me descuartiza, solo yo sabré que ha valido la pena" (¿hay que advertir que no había indicio alguno de violencia en aquel buen hombre?).
"El impulso vital, incrementado y afirmado hasta el máximo, se acerca al impulso de muerte. El Eros es el medio de incrementar la vida hasta la muerte", sostiene el filósofo Byung-Chul Han. Y describe el estado de cosas en la sociedad neoliberal, que demoniza todo rasgo de negatividad: "El amor se positiviza dejando de lado todas sus consecuencias negativas y limitándolo a sus aspectos agradables, domesticado para convertirlo en una fórmula de consumo, como un producto sin riesgo ni atrevimiento, sin exceso ni locura".
Eso, sin contar con que a las mujeres nos han enseñado a temer y a sospechar, y debemos cumplir con el ritual cultural del miedo al desconocido porque es lo que sabemos hacer, o lo que nos deja tranquilas con el mandato tradicional. También nos han enseñado que no es bueno que nos dejemos tocar -ojo con la imagen pecaminosa de una dama que goza con roces non-sanctos- y sin embargo nos encanta fantasear con que él nos toquetea. Como sea, en aquel momento me alegré del humor de mi monólogo interior y decidí que me entregaba al disfrute, porque valía la pena.
Cesé el debate conmigo misma y me perdí (y me encontré) en él, sin deberes, orgullos ni vanidad.
Al cortar la transmisión de mi diálogo interior, aligeré el peso del severo yo y me dejé llevar hacia el más crudo erotismo con un encantador desconocido. Por supuesto, no solo no me descuartizó el encantador desconocido sino que pasé una de las mejores noches de aquel año, con uno de los hombres más bellos que he encontrado en mi vida (hermoso física y afectivamente, halagador y de una turbadora y a la vez tierna firmeza en el deseo).
De todo esto me acordé, días atrás, leyendo el ensayo La agonía de Eros del lúcido Byung-Chul Han, este filósofo alemán de origen coreano que se las trae: "La negatividad de la muerte es esencial para la experiencia erótica. ‘El amor no es , o es en nosotros, como la muerte’ (dijo Bataille). La muerte se dirige sobre todo al yo. Los impulsos de vida eróticos lo inundan y deshacen los límites de su identidad narcisista-imaginaria (…) Tanto la renuncia a la identidad imaginaria del yo como la supresión del orden simbólico, al que el yo debe su existencia social, representan la muerte, una muerte más importante que el final de la mera vida".
Han habla de la "mera vida" como la pura supervivencia sin riesgos, llena de seguridades y contrapuesta a la "vida buena", en el sentido en que la concebía Aristóteles: "algunas personas suponen que es una función de la administración doméstica el incrementar la propiedad y viven continuamente bajo la idea de que es un deber salvaguardar sus haberes monetarios o incrementarlos hasta una cuantía ilimitada. La causa de esta actitud de la mente está en que sus intereses están puestos en la vida, pero no en la vida buena" (Política).
Han da un paso más allá del que dio Zigmunt Bauman cuando acuñó el concepto del amor líquido (tema al que dedicamos un post hace algunas semanas), para decir que no es solo que las posibilidades tecno-multiplicadas en la oferta actual de amor y de sexo nos impiden quedarnos con alguien, sino que estos tiempos en que todo está "aplanado para convertirse en objeto de consumo" han creado un sujeto narcisista. Este sujeto actual está sometido, en el orden social del neoliberalismo, al dictado del rendimiento y el éxito y, por tanto, el otro ha desaparecido. Sin la alteridad –o con "el otro suplantado por el confort de lo igual– no hay deseo: "el Eros se dirige al otro en sentido enfático, que no puede alcanzarse bajo el régimen del yo. Por eso, en el infierno de lo igual, al que la sociedad actual se asemeja cada vez más, no hay ninguna experiencia erótica. Esta presupone la asimetría y exterioridad del otro".
Explicándolo un poco más: "El eros como exceso y transgresión niega tanto el trabajo como la mera vida (…) Esta preocupación por la mera vida , por la supervivencia, despoja a la vida de toda su vivacidad (…) Lo meramente positivo carece de vida. La negatividad es esencial para la vivacidad: ‘Por lo tanto, algo es viviente solo cuando contiene en sí la contradicción y justamente es esta fuerza de contener y sostener en sí la contradicción’(según Hegel, en Ciencia de la lógica)”.
Vuelvo a mi adorable desconocido para poner en vida verdadera estos conceptos filosóficos del valor erótico de otro diferente a este yo y sostengo: nada hay más erotizante que escuchar en el cuerpo el deseo de nuestro compañero que expresa, como decía más arriba, lo que ansía, con una turbadora y a la vez tierna firmeza. Digámoslo de una vez: a las mujeres no nos ponen los que solo nos complacen sino aquellos que nos hacen sentir su hambre de esta piel y nos piden y gozan cuando les damos placer, y así gozamos, también nosotras, en la alteridad.
"El poder de Eros implica una impotencia en la que yo, en lugar de afirmarme, me pierdo en el otro o para el otro, que me alienta de nuevo”. Porque, y cita Han a Marsilio Ficino: "amor también significa morir en el otro".
Hay 18 Comentarios
Hay que andarse con ojo con quien uno va, pero hay que dejarse llevar para disfrutar. Si no quieres arriesgarte a encontrar un completo desconocido y hacerlo en plena calle, piensa que hay lugares seguros y tranquilos donde podrás disfrutar de tu sexualidad de manera increíble. Busca tu placer.
Publicado por: emasajesgirona | 19/05/2014 10:30:54
A ver "maravillas de la vida" que con un poco de cabeza no pasa nada, cierto es que hay gente que no, pero en general el probar cosas nuevas en muy bueno
,
http://elbuhonero.es/infieles-en-la-red.html
Publicado por: InFieles enRed | 12/05/2014 15:58:40
Creo que magnificamos el follar con desconocidos o desconocidas. En muchas ocasiones este tipo de polvos no son maravillosos a no ser que se coincida en complicidad. En definitiva es como el cuponazo, te puede tocar una mujer buenísima en el sexo o un hombre pero también te puede caer un tarugo sin mucha práctica. Eso sí, lo mejor es probar para luego opinar.
Publicado por: Alberto Toro | 09/05/2014 11:08:23
Peligroso tiene que ser, el practicar sexo con un desconocido, pues no solo está lo que te pueda hacer, sino lo que te puede contagiar si el condón falla y siempre presuponiendo que se utiliza condón.
http://www.i-love-sexy.com
Publicado por: I Love Sexy | 09/05/2014 10:55:50
Es una experiencia única que todo ser humano debe experimentar. Ya por naturaleza somos curiosos y hacer sexo con desconocidos puede resultar morboso y excitante.
http://goo.gl/cv7gk7
Publicado por: tienda erótica | 08/05/2014 13:44:40
El sexo con desconocidos suele ser de todo.....menos seguro, asi que aconsejo a los/as decididos/as a practicarlo que se aten los machos. El sida, y la hepatitis c estan ahì.....esperando a descerebrados/as.
Publicado por: maravillas de las villas | 08/05/2014 11:35:48
La verdad es que no hay como un culo nuevo por conocer je, je
Os espero
http://www.omaquerica.com
Publicado por: Omaquerica | 08/05/2014 7:58:41
Desconocido o no lo importante es dejarse llevar, disfrutar y sobre todo estar protegid@. http://www.sexcoolshop.com
Publicado por: Mapalor | 07/05/2014 23:35:29
Seguro que el sexo con un desconocido debe de ser increíble. ¡No lo pongo en duda! Pero ir descubriéndose, ir apreciando notas sutiles del otro en un café, en una charla mas o menos distendida, aprender el poder de una mirada, el poder de un roce, el inmenso placer del primer roce en la boca que se convierta en un beso apasionado,... y luego acabar en cualquier lugar conociéndose un poco mas,... es, francamente, una delicia. El sexo por el sexo es bueno. El sexo con alguien que te atrae no sólo por un instante sino que provoca que desees verle, furtivamente, eleva el goce, el apetito y las ganas, hasta cuotas insospechadas jamás exploradas. A veces, las ganas de picar de aquí o de allí, deja a las personas con el instante primero sin saber la delicia que puede ser explorar, junto a otro que te atrae, infinidad de cosas que no se pueden hacer con la pareja o incluso mas allá.
Woody Allen lo tiene muy claro: "El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores". Sin embargo yo,... le daría una vuelta.
Os paso un relato erótico mío que deseo que os guste:http://sonrrise.blogspot.com.es/2014/05/observador-en-las-sombras-relato.html
Publicado por: SORRISE | 07/05/2014 23:12:16
Nada como el sexo furtivo http://www.lolatoys.com/
Publicado por: Lola Ares | 07/05/2014 14:59:26
"Digámoslo de una vez: a las mujeres no nos ponen los que solo nos complacen sino aquellos que nos hacen sentir su hambre de esta piel y nos piden y gozan cuando les damos placer, y así gozamos, también nosotras, en la alteridad". Hermosa frase que sintetiza lo que debe ser el sexo, aplicable a hombres y mujeres.
Publicado por: L. | 07/05/2014 14:28:09
Sin duda hay que tener mas relaciones y relajar la vida :-)
http://elbuhonero.es/infieles-en-la-red.html
Publicado por: InFieles enRED | 07/05/2014 13:06:47
Mucha hipocresía y una sociedad pacata que se venga en los chat para encuentros eróticos dónde todXs encontramos alguien para tener relaciones de este tipo, casi las únicas posibles hoy ante la fatalidad de el desencuentro con "el otro"... Gracias por esta reflexión.
Publicado por: Farah | 07/05/2014 11:57:27
Yo el otro día leí un relato erótico que me encantó, me lo ha recordado al leer vuestra historia:
https://sorprendeatupareja.es/store/modules/blockblog/blockblog-post.php?post_id=13
Publicado por: Sorprende | 07/05/2014 11:44:39
Pues la próxima vez por la foto joer. Aunque sea el típico y deformado selfie en el catre.
Y no porque las puestas no me gusten. Que si; es por demostrar que no era yo el afortunado. Que luego la gente es mal pensada y se hacen líos con los fans.
Publicado por: Carlos M | 07/05/2014 10:20:07
Cierto es que hay que tener cuidado con los desconocidos pero el morbazo de tener sexo con un desconocido es enorme!!!
http://viciosillos.com/
Publicado por: Viciosillos.com | 07/05/2014 10:16:17
El sexo es el medio de transporte que viaja entre el peligro y la seguridad sin abrir las puertas para dejar ver dónde se encuentra uno, es el momento de la nada, sólo del placer y de uno mismo.
http://goo.gl/e1GleZ
Publicado por: Robertti Gamarra | 07/05/2014 8:24:35
Esto es interesnte, pero sin duda la experiencia es interesante.
De todas maneras el "desconocimiento" de la otra parte no es 100% positiva... morbosa si, pero prefiero a mi pareja de toda la vida, esa que conozco, que se por donde ir... etc, etc
http://www.alicantediferente.com
Publicado por: Alicante Diferente | 07/05/2014 8:15:05