Decir adiós con un te quiero es una de esas cosas que quien más y quien menos ha tenido que hacer alguna vez. Despedirse de alguien por culpa de la distancia o de las circunstancias. Simplemente, lo vuestro era una de esas historias imposibles y, en algún momento, la razón tuvo que mandar sobre el corazón. Dejarse queriéndose es una de las cosas que más duelen, aunque nunca sepamos si va a ser definitivo.
Yo misma he tenido que decir adiós con un "te quiero", varias veces. Todas acertadas, pero no por ello menos dolorosas. Entre otras cosas, porque una de las claves de esas historias, a las que a una le cuesta renunciar es el sexo. No hay nada que encadene tanto a una persona con otra como la química en la cama. Ese placer único que te hace pensar que todo lo malo puede merecer la pena, ese placer al que cuesta decir basta.
Detalle de portada de la novela 'Decirte adiós con un te quiero' que se presenta el 7 de mayo, a las 20 horas, en María Pandora.
Sin embargo, cuando me he sumergido en las múltiples novelas eróticas que he tenido que leer, tanto por trabajo como por placer, no me he encontrado con ninguna de estas historias. Cuando había enganche sexual, por norma, la cosa acababa en matrimonio formal y, generalmente, incluso con la felicidad de la maternidad.
¿De verdad, los que han vivido historias de adicción sexual han acabado en un armonioso matrimonio y nunca en una complicada despedida? La sabiduría popular suele contar que los amores más intensos, lo son, precisamente, porque no duran el tiempo suficiente como para instalarse en la rutina.
No creo ser la única que lo piensa. Cuando escribí aquí el post ‘Adictas a los amores interminables’, muchos y muchas de vosotras compartisteis conmigo vuestras historias, y me di cuenta de que ese sentimiento, lejos de ser algo particular, era algo casi general.
¿Por qué solo hablar, entonces, de las historias en las que siempre se acaba comiendo perdices? ¿Por qué no hablar también de las simplemente marcaron un antes y un después en nuestra vida? Porque de esas todos hemos tenido.
Esas fueron las ideas, los impulsos, con los que me enfrenté al papel en blanco de nuevo. Y entonces nació mi historia, que no es sino la historia de muchas y de muchos. Por eso pensé que no podía tener una única protagonista. Porque hay muchas formas de decir "adiós", pero también hay muchas formas de decir "te quiero".
Así, las letras fueron narrándome la historia de tres amigas, que se reencuentran en un momento de su vida. Es el momento de crecer, de madurar, de asumir que, también, debemos despedir nuestra etapa de juventud, para poder convertirnos en las personas que queremos ser en el futuro. Porque renunciar a lo que se quiere, cuando no conviene, también forma parte del proceso de crecer.
Decirte adiós con un te quiero (Editorial Versátil) es para mí más que una novela erótica, o romántica, porque aunque tiene escenas de sexo, y muchas, y escenas románticas, también unas pocas, es sobre todo una forma de hablar de la vida. De lo que es para la mujer la amistad, el amor, el sexo, la familia, la realización profesional, la necesidad de conseguir sueños, y la necesidad de despedirse de algunas cosas para conseguir otras.
Es una forma de abrirse a las diferentes formas de amar, y de entender el amor físico, hacia el otro sexo, el propio y sobre todo, hacia una misma. Es una novela que habla de atreverse, de vivir, de darse segundas oportunidades. Es un relato en el que aparecen juguetes eróticos, viajes, escenas divertidas, y datos curiosos que no sabías. Es una historia para disfrutar y para pensar, y es, espero, uno de esos libros que, cuando acabas, cierras con una sonrisa.
Es mi paso de los relatos cortos al género de la novela y, por tanto, mi forma de hacerme mayor, también como escritora. Es parte de mi alma al desnudo, y no podía deciros ‘te quiero’, de mejor forma que esta. Lo que no hago es deciros adiós, porque como en el libro –y esto es un spoiler– , algunos amores sí que son para siempre.
Hay 10 Comentarios
Tan diferentes y tan similares...
El relato es demasiado radical y extremo en mi opinión.
Publicado por: Paolo | 04/04/2018 1:28:55
Lo que los antibióticos hicieron por mi faringitis crónica...: http://faringitiscronica.com/2015/06/04/los-antibioticos-no-me-curaron/
Publicado por: Faringitis Crónica | 05/06/2015 3:11:38
Muy cierto. Es un momento doloroso....
Publicado por: chupando pollas | 08/05/2015 17:07:45
Está bien. La leeremos. El planteamiento es interesante. Dejo aquí la dirección de mi blog, desde donde se puede acceder también a la compra de un libro mío de relatos: http://antiguoescriba.blogspot.fr/
Publicado por: Ireneo Montilla | 07/05/2015 22:03:14
De acuerdo con Carlos Martínez, que además actualiza un tema tan manido y sin embargo eterno. Si hay 'te quiero' y hay 'adiós' es que priman otros intereres, y por tanto el 'te quiero' es muy matizable. La persona despedida debe ser consciente que en realidad están pensando por ella, ha pasado a ser considerada en un plano inferior, seguramente para evitar esos daños innecesarios en los que pensaría un@ bienqueda. Así que lo mejor es olvidarse cuanto antes y no dar un céntimo por esos 'te quiero' de despedida, porque seguramente siempre ha sido considerada desde la altivez disimulada de la otra persona que se larga. Cuidado con l@s bienqueda, que existir, existen.
Publicado por: No eres tú, soy yo | 06/05/2015 19:27:03
Me parece que casan mal estas palabras tan drásticas de Adios con el Querer. Son demasiado contundentes y radicales para manejarlas juntas. Prefiero mas riqueza de vocabulario para definir mejor cada situación ó estado.
Si de verdad hay un "te quiero" no se puede decir "adios" a no ser tan falso como "nos llamamos".
O sea que hay que manejar el vocabulario tan extenso que tenemos en vez de esa especia de chat en que hemos convertido las conversaciones que deberían ser.
Publicado por: Carlos Martinez | 05/05/2015 20:36:57
Decir adiós con un "te quiero" es duro, lo mejor es intentar disfrutar del sexo sin más complicaciones, sin amor de por medio
Publicado por: DULCE | 05/05/2015 13:03:19
En eso estoy de acuerdo, no en lo de ir a meterla y punto de nuestro apreciado Manolo sino en lo que dice Jose de que NO TODAS LAS MUJERES SOMOS IGUALES. Si todas las mujeres fuéramos iguales, es que ... sería todo muy aburrido además, los hombres lo pasarían francamente mal porque ... ¿Con quién iban a engañar a su pareja si era la misma cara, la misma rutina, la misma forma de hacer el amor, la misma forma de vestir, de pensar, de gemir, de fingir que la que tenían en casa? ¡Madre mía! Creo que ellos se extinguirían o directamente se harían sólo de la acera de enfrente por... tener algo diferente que "llevarse a la boca". ¿No?
En fin, otra novela erótica y romántica para seguir con el filón pero... ¿A quién no le gusta tener dinero en la cartera? Así que por desgracia, mientras no pase el filón de las comedias románticas con escenas más o menos explicitas de sexo, a aguantar la falta de estremecimiento de más de una, y de más de dos, para estrujarse las neuronas para que salgo algo medianamente potable.
Señores, pido perdón por ellas, no por ser mujeres, sino por ser clones de lo que otras hicieron antes y les salió incluso bien.
Al resto, os dejo un relato erótico escrito por mí por si os apetece leerlo: http://sonrrise.blogspot.com.es/2014/01/fusion-relato.html
Publicado por: SORRISE | 05/05/2015 1:26:09
Es curioso lo diferentes que ha hecho la naturaleza al hombre y a la mujer para después ponerlos socialmente a vivir en pareja. Yo como hombre no necesito las tonterías que necesitan las mujeres para tener sexo y hasta me molesta tener que comerle la oreja durante horas a una mujer para tener sexo. Menos mal que existe la prostitución, el mejor invento de la historia, y menos mal que existen este tipo de cosas que además son más baratas que irse de fulanas y además es muy placentero: http://goo.gl/k2fOPa
Publicado por: Manolo | 04/05/2015 13:54:30
"De lo que es para LA mujer la amistad, el amor, el sexo, la familia, la realización profesional, la necesidad de conseguir sueños, y la necesidad de despedirse de algunas cosas para conseguir otras".
Ni que todas las mujeres fueran iguales. Ni siquiera lo son todos los borregos de un rebaño. Cada cual, sea mujer u hombre, entiende esas cosas de una manera y tiene sus propias formas de sentir y pensar y sus experiencias particulares.
Publicado por: Jose | 04/05/2015 13:05:02