Siempre que llega el final de un año nos da por hacer balance, y si no lo hacemos nosotros, ya lo hacen las redes sociales recordándonos los mejores momentos del año. Sin embargo, y dando gracias, Facebook todavía no puede recopilar la información de nuestros mejores momentos sexuales de 2015.
Detalle de la escultura del Hermafrodito Dormido del Museo del Louvre
Quizás este año nos hayamos atrevido con un disfraz nuevo, o hayamos innovado con alguna postura, o simplemente tengamos en mente ese fin de semana de ‘por fin solos’ en el que sin hacer grandes malabares, tuvimos el placer de quedarnos horas en la cama sin prisas y sin niños. Pero aunque Facebook no pueda hacer este balance, nuestra imaginación se pone a pensar en lo que nos hemos quedado con ganas de probar, o el reto que nos gustaría abordar este nuevo año, más allá de, por supuesto, apuntarnos a inglés y al gimnasio. Y una de esas asignaturas pendientes, en lo que a temática sexual se refiere, suele ser aventurarnos a disfrutar más del placer anal.
Ya sabemos que la pornografía, aparte del squirting, ha puesto de moda la penetración anal, y que, por norma general, muchos hombres tienen esa fantasía en mente, pero ¿han pensado esos hombres en experimentar el placer por sí mismos?
Versión traducida de una de las viñetas de Enzo en Cheerupemokid.com