Lleváis toda la cena devorándoos con los ojos. De camino al coche, no podéis evitar empotraros en alguna que otra pared, comeros a besos, meteros mano sin importar quién mire, y al llegar al parking, no da tiempo a ir a ninguna casa, las ganas os pueden ahí mismo, en el asiento de atrás. Es vuestra tercera cita. La cosa cambia cuando es vuestro tercer año, llegáis cansados del trabajo, os ponéis el pijama de felpa y la pasión se resume a un beso rápido en los labios mientras os peleáis por quién se queda con el trozo más grande del sofá. ¿Desaparece el deseo con el tiempo? A mí me gusta decir que se esconde.
Ilustración de ElDávich para Eros.
Esa es una de las dudas que plantea en su monólogo Miss Tupper Sex (en Teatros Luchana), que propone una serie de ideas y de juguetes para salir de la rutina sexual y volver a despertar el deseo. Pero quizás, antes de plantearse qué podemos hacer al respecto, haya que entender algunas cuestiones que es importante tener en cuenta.