"El marido entra con mucho cuidado en la cama y susurra dulce y apasionadamente al oído de su mujer: ‘estoy sin calzoncillos’. La mujer le responde: ‘mañana te lavo unos’". Circula en Facebook el chiste y me viene de perlas para ilustrar el tema que hoy quiero comentar, y desde aquí, poner una queja. ¿Por qué los hombres, algunos hombres, se quitan los calzoncillos solo para el estricto momento de hacer el amor y se los vuelven a poner apenas concluida la cosa?
Entre las recetas de las revistas femeninas online sobre lo que no hay que hacer después del orgasmo no encuentro ninguna que les recomiende a los hombres evitar calzarse los calzoncillos con la prisa del ya-hemos-acabado-por-hoy. Hablan los decálogos femeninos de no darse la espalda, de no saltar corriendo a ducharse (ellas), de no fumar en la cama ni preguntar "¿te ha gustado?", pero nada dicen de esa fortaleza defensiva que erigen los hombres que se encajan los gayumbos bien arriba, como para que no queden dudas de que esto se terminó. Aquí hay una pared, madame.
Pues yo no quiero que se pongan los calzoncillos ni para dormir, ni para levantarse al baño, ni al volver del baño, ni para charlar en el post-orgasmo, ni para acercarse a la ventana a fumar.
Tengo la sensación de que las mujeres gozamos más del continuum erótico, si vale el término: de estar con él, desnudos/as, sin barreras, antes, durante y después del clímax. A algunas nos pone la fantasía de que, en medio de la noche, la cosa recomience en semivigilia y que ningún torpe movimiento de bragas o slips se interponga en la coreografía del amor deslizándose a oscuras.
Reniego del acto de subir y bajar el telón del sexo (representado por una ropa interior tan simbólicamente tensa como la cortina de hierro o el telón de acero del viejo bloque soviético). El erotismo es, o debería ser, unas pieles sin elásticos que se rozan, se frotan, y se alejan y vuelven a encontrarse, incluso con las humedades recientes, de nuevo, esta vez con más complicidad.
Es como... ¿han visto ustedes las escenas de cama en Sexo en Nueva York, con las chicas gimiendo y dando cabezazos con el sujetador bien abrochado? Pues así de artificial me resulta esto de levantar las sábanas al cabo del sexo y ver que mi compañero se ha puesto los calzoncillos. "¡Quítatelos!", quiero decirle, pero sé que pensará que deseo empezar de nuevo y, a veces no, simplemente me encantaría que los dos nos quedáramos un rato, o la noche, así de indefensos, desnudos.
¿Tendrán miedo algunos chicos de que les pase lo que a Viggo Mortensen en Promesas del Este, que en medio del relax de vapor le sobrevino una pelea a cuero limpio en una sauna londinense (con los riesgos que eso entraña en todos los asuntos que penden)? La mafia rusa y David Cronenberg nos hicieron sufrir demasiado a las damas de la platea con aquel pene imprudente y desprotegido en medio del fragor testosterónico (y no vamos a repetirnos porque ya hablamos de estos pavores castratis alguna vez en este blog).
También hemos hablado aquí de los chicos que no usan calzoncillos, aunque creo que entonces no mencionamos lo poco que nos gustan los slips y, en general, el underwear sintético. Por lo tanto, confirmamos: no solo no nos gusta que se pongan los gayumbos cuando ellos dan por finalizada la tarea, sino que además nos molesta sentir el tejido sintético rozándonos, porque nosotras sí nos hemos quedado inermes, desnudas.
¿O será que ellos tienen que estar siempre listos, como los viejos cowboys de calzoncillos largos blancos, con el fusil bajo la almohada?
Otra posible vía de reflexión del asunto sería todo lo que oculta un biombo, lo que tapa un calzoncillo, lo que evita: por caso, hay un gif humorístico que circula en redes informando sobre el efecto helicóptero de un pene en reposo al que ella quiere hacer entrar en juego.
Da la impresión de que las mujeres, acostumbradas desde siempre a una cierta indefensión (física), también están habituadas a dejarse sorprender y a dar respuestas intuitivas. La desnudez deja la puerta abierta al juego, a la improvisación y, al parecer, el hombre no siempre está dispuesto a dejarse ganar la iniciativa, a que lo inviten a salir a jugar.
Claro que hay indefensión en la desnudez, y eso es justamente lo que posibilita tan despojado y puro encuentro entre dos personas.
Hay 9 Comentarios
Buenas, me ocurre exactamente lo mismo, jejeje, no hay que forzar la situación. No hay que correr a vestirse (almenos que los padres esten rondando) Muchas gracias por el artículo.
Publicado por: Alex Erotico | 12/02/2016 8:47:26
Buenas, me ocurre exactamente lo mismo, jejeje, no hay que forzar la situación. No hay que correr a vestirse (almenos que los padres esten rondando) Muchas gracias por el artículo.
Publicado por: Alex Erotico | 12/02/2016 8:47:25
La gente es capaz de desnudarse por echar un buen polvo, p
o malo.
Publicado por: Piensa en Brooklyn | 09/02/2016 15:58:50
Resulta que si es verano, como aquel, haces el amor y no hace falta ponerse nada, si te lo pones es porque tienes esa costumbre, pero en invierno después de hacer el amor hay personas que son muy frioleras y les suele dar frío quedarse desnudas, a no ser que la otra persona se pase toda la noche abrazada a el/la, asi que lo mejor es volverse a poner el pijama y si luego te vuelve a apetecer, pues sin problemas, si para hacer el amor no hay miedo.
Publicado por: Berta | 09/02/2016 0:18:38
Cierto después de .. la ropa interior es game over total.
Dejemos la lencería tanto femenina como masculina para las previas del juego, y después quedémonos con el perfume de nuestras pieles impregnado de feromonas naturales y con la puerta abierta a nuevos comienzos muy muy eróticos...
http://www.divinaslocuras.com/lenceria-lp-1-50-familia-42/
Publicado por: DJL | 08/02/2016 20:28:49
Ponerse los calzoncillos es The Game is Over.
Pero Over Over....
Publicado por: Abracadabra Noticias | 08/02/2016 17:48:24
Para mí cuando un hombre se pone los calzoncillos después del sexo es sinónimo de "ya se ha acabado", y yo, que soy de más de un asalto, me pone de los nervios que se los pongan tras el primer polvo.
Publicado por: DULCE | 08/02/2016 17:05:01
No hay nada mejor como reposar piel con piel después de un buen orgasmo. El sentido del tacto es maravilloso
Feliz luness y muchos besosss
Publicado por: Jugando con Eros | 08/02/2016 10:12:47
Claro que hay indefensión en la desnudez, y eso es justamente lo que posibilita tan despojado y puro encuentro entre dos personas.
http://goo.gl/dmunr0
Publicado por: Obat Radang Sendi | 08/02/2016 6:36:09