Eros

Vendo mis braguitas usadas

Por: | 25 de febrero de 2016

Cuando a una mujer le quitan la libertad, lo que nadie puede quitarle es su imaginación. O eso es al menos lo que nos transmite el personaje de Piper Chapman, la protagonista de Orange Is The New Black. Si bien esta serie daría para hablar de muchas vicisitudes de las cárceles femeninas, una de las líneas de la trama que más ha llamado la atención del público es cuando la protagonista, decidida a hacer una hucha de ahorros de cara a su salida, monta un negocio clandestino de venta de ropa interior usada de las presas, vía Internet. En la serie podemos ver que este ocurrente negocio deja importantes beneficios y nos resulta imposible no preguntarnos si en la vida real esto también funcionaría así de bien: ¿de verdad, podemos ganar dinero vendiendo nuestra ropa interior usada?

Orange+Is+the+New+Black+Piper+Panties

Piper Chapman ideando su negocio de braguitas usadas en 'Orange is The New Black'.

En realidad es un negocio tan sencillo como otros tantos de Internet. Tú tienes algo que ya no quieres y alguien quiere comprar eso que tú ofreces. No hay que olvidar que en este y otros tantos negocios, Internet ha supuesto un nuevo espacio de encuentro entre una oferta y una demanda que, de otro modo, no habrían coincidido. Así, existen páginas webs que gestionan este tipo de transacciones entre mujeres que quieren vender la ropa interior que ya no van a usar y (generalmente) hombres que quieren comprarla para su disfrute personal.

Tal y como nos cuenta Katia Ehlert, CEO de SecretPanties, una de estas webs que opera en España, se trata de un negocio que tuvo su apogeo en Japón, sobre todo a partir de los años 80, y que como vimos en la ya mencionada serie, también tiene su aceptación en EE.UU. Pero, ¿y en España? Pues parece que si a Chapman la falta de libertad la obligó a ser creativa, a las españolas la crisis nos ha obligado a ser también imaginativas respecto a nuestras fuentes de ingresos. “Posiblemente si no fuera por el incentivo económico apenas tendríamos vendedoras, ya que muy pocas lo hacen por placer o por morbo. Creemos que la mayoría venden sus prendas sólo por ganar un dinero extra, de modo que la crisis nos afecta favorablemente en la captación de producto”.

En cuanto al funcionamiento de esta página en concreto, su CEO explica que si bien no pueden darnos datos de los compradores, actualmente disponen de un total de 500 prendas de 300 vendedoras diferentes. "Se trata de mujeres normales que se han animado vender sus prendas, aunque la mayoría antes no se dedicase a ello". Aun así, también tienen una sección VIP donde algunas mujeres más conocidas también comparten sus prendas íntimas, como es el caso de la actriz María Lapiedra o la escritora Roser Amills. Precisamente, desde Eros, hemos podido hablar con Roser: "vendo mis braguitas usadas porque lo veo como una forma genial de compartir felicidad sexual de forma anónima: es un juego en el que participamos el comprador y yo, y que nos gratifica a ambos".

 

Sin embargo, la ropa interior de las famosas no es la más demandada. Si en Orange Is The New Black descubren que la ropa de mujeres en prisión puede tener un plus en la venta, en España, tal y como apunta Katia Ehlert "sorprendentemente, tienen bastante demanda las prendas usadas por mujeres embarazadas. Supongo que la imaginación no tiene límite y, de hecho, estamos vendiendo fantasías".

Queda, entonces, por saber uno de los asuntos más importantes: el precio. En este punto, la experta nos dice que no hay un precio fijo porque lo marcan las propias vendedoras y depende un poco del producto en sí, puesto que tampoco hay que olvidar que ciertas prendas de lencería también conllevan un mayor coste para la vendedora. Sin embargo, la media suele estar entre los 30 y los 50 euros por prenda.

¿Y qué prendas suelen ser estas? Sin duda, las más demandadas son las braguitas. La CEO de SecretPanties explica que "no siempre se venden prendas muy usadas (sucias), también hay clientes que prefieren prendas limpias, pero que saben que han sido usadas. Cuando hablamos de fetichismo o de fetichistas de bragas usadas, tendemos a imaginar a un señor mayor al que le gustan las bragas sucias... pero también pueden ser grandes empresarios, padres de familia o chicos jóvenes que simplemente disfrutan con las prendas usadas por mujeres".

Recordando de nuevo la trama de Orange Is The New Black, hay un momento en que sus mediadores en el exterior, para ampliar el mercado y conseguir más ventas, se plantean crear una especie de ungüento para falsificar las braguitas usadas, simulando olores parecidos a los de los genitales femeninos. Es por ello que Katia insiste en que las prendas deben llevar un proceso de verificación. "Por el momento yo misma me encargo de verificar que las mujeres que venden sus prendas son reales, estudiando cada uno de los perfiles y revisando las prendas que se cuelgan en la web". Es por ello que se tarda unas 24 horas en el proceso de validación de la vendedora para asegurar su autenticidad, aunque si el cliente no recibiera el producto esperado, la web bloquearía la cuenta de dicha vendedora.

 

Queda entonces un último punto: la información que se da tanto de las vendedoras, como de los consumidores. No hay que pensar mucho para saber que en este tipo de negocios el anonimato resulta fundamental, de esta manera el sistema pasa por realizar el envío mediante un sistema de código de barras que garantiza el absoluto anonimato del comprador y la vendedora, ocultando así todos sus datos personales. Además, el cargo bancario es totalmente discreto.

¿Y existen vendedores hombres y compradores mujeres? ¿Y el mercado homosexual? Pues según Ehlert ese es aún un mercado por explorar. "Por el momento, creemos que hay muy poca demanda de prendas masculinas. Por ello empezamos con lencería femenina y, una vez nos hayamos expandido y hayamos logrado nuestros objetivos, seguramente nos replanteemos hacer una pequeña sección masculina”.

Mientras todo el mundo salga ganando, quizás siempre haya algo nuevo que probar.

Hay 9 Comentarios

La verdad es que esto es un poco raro, la pagina aun existe por lo que el negocio debe ser interesante

Cada vez hay más lencería erótica potente, muy sexy.. y eso puede llegar a ser un problema para personas que tienen trastornos sexuales graves. Mirar este post sin ir más lejos: http://gentedigital.es/comunidad/diver-gente/2017/10/03/prendas-sexys-que-no-conocias/

A mi no me cuesta regalar las mías pero sólo si se las han ganado. No me importan los fetichistas. A mi, ya me gustaría que alguien me diera el fetiche que me hace hervir la mente, pero normalmente a las personas somos muy posesivas sobretodo con las prendas de vestir.


Os dejo un nuevo relato erótico escrito por mi. Deseo que os guste: http://sonrrise.blogspot.com.es/2016/02/cita-ciegas-relato.html.

Además si alguien tiene curiosidad por escuchar mi voz, como si fuera también parte de un "fetiche", colaboro en los podcast de LUÍS BERMEJO. Dadle al play y ya esta: http://luisbermejo.com/.

Bueno tan antiguo como el ser humano es la ley de la oferta y la demanda... o como diría mi abuela, "nunca falta un roto para un descosido"

Pero para los que no gustáis de este fetiche y sois más tradicionales os dejo un enlace donde encontrareis braguitas nuevas y toda la lencería que sea de vuestro agrado...
http://www.divinaslocuras.com/lenceria-lp-1-50-familia-42/

Es un poco antigua la noticia pero aquí tienen un enlace de hace un tiempecito sobre el incremento de la venta de bragas usadas
http://abracadabranoticias.com/bragas-usadas-la-television-dispara-las-ventas/

¡Joder, madre mía!


Sin hay un comprador, sea lo que sea lo que quiera comprar, más temprano o más tarde surgirá un vendedor.


Los trastorno psicosexuales, además de ser muy curiosos, no tienen límites.


“Vendo calzoncillos usados, una o varias veces”.

Un buen nicho de negocio para fetichistas, siempre que el producto sea auténtico, es decir, estén usadas y lo sean de las chicas o chicos que aparecen en las fotos

Lo conocía, pero igualmente un gran post y muy interesante. Felicidades Silvia.
Feliz jueves y millones de besos

Están todos como un cencerro, igualico, igualico.

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Sobre el blog

Ni enciclopedia ni consultorio sexual al uso. He aquí un rincón erótico festivo dedicado a las relaciones y la atracción entre seres humanos, esa faceta que nos hace la vida más placentera, tierna, amorosa, plena… Un blog coral, con cinco autoras de todo origen y condición, que apuesta por el juego, la provocación, lo sensual y el sexo como acto libre, adulto, compartido, real o ficticio, siempre divertido... Eso sí, si tu mirada no es amplia y tolerante, mejor no te detengas aquí. Coordina Analía Iglesias. No sólo se admiten firmas invitadas, sino que son deseadas.

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Anne Cé. Nació en el sur austral (Argentina), en un tiempo beatle y en un país con altísima densidad de psicoanalistas y jugadores de fútbol. Periodista, quizá incluso a su pesar, narra lo que se le ponga delante. Y narra, y narra. Un día descubrió que el simple roce de una clavícula le erizaba la piel y entonces comprendió por qué le gusta tanto abrazar a un hombre.

Esther Porta. Segoviana, fue becaria en el mítico Tentaciones y allí hizo de todo hasta que sus conocimientos de sexo la convirtieron en Beatriz Sanz. Y gracias a ella, publicó artículos semanales de sexo, dos libros y fue reclutada como sexperta guionista del programa de Canal +: 'Sex Pópuli'. Cuando casi se le había olvidado (lo de escribir de sexo...) se mete a bloguera. Y aquí está, con tantas ganas de sexo (del uno y del otro) como siempre...

Venus O'Hara, de Reino Unido, con raíces irlandesas. Modelo fetish, actriz y escritora. Licenciada en Ciencias Políticas y Francés, reside en Barcelona, ha sido columnista sexual en varias revistas, tiene su propio blog de fetichismo y es creadora de 'No sabes con quien duermes', un confesionario para personas que llevan una doble vida. Publicó su primer libro junto a Erika Lust, 'Deséame como si me odiaras', en 2010.

Tatiana Escobar, de Venezuela (1976), ha escrito ensayos y poesía en español. Traductora y editora, en 2004 abrió en Madrid junto a sus socios la primera boutique erótica de España, La Juguetería Erotic Toys, para no tener que vivir de la literatura. Desde entonces vive del sexo. Y escribe, a veces, para sus amigos.

. Madrileña. Soñó con escribir y pronto descubrió una vía: el periodismo. Pero como tampoco valía narrar sobre cualquier cosa, eligió suerte y remató la faena con un posgrado en Sexología. Ha trabajado en suplementos de salud y medios especializados. Con la práctica ha acabado por darle un toque más sensual a sus letras. Y con ellas sueña en escribir, ahora, un libro.

Ilustracion
Venus O'Hara, Anne Cé y Silvia C. Carpallo, según 'Mi Petit Madrid'.

Nuevo libro

El orgasmo de mi vida. Si ya no sueñas con príncipes azules, locos por pedirte en matrimonio, ni esperas que aparezca un millonario atormentado pero diestro en amores, con una Visa en una mano y un látigo en la otra, este libro es para ti. Porque El orgasmo de mi vida habla de eso, de mujeres realistas, lúcidas, independientes y eróticamente vivas, capaces de combinar esa cotidianidad que todas conocemos, con sus pasiones más salvajes. Ellas son las protagonistas de los relatos, sin guionistas que les digan lo que tienen que hacer, pero sobre todo, son las compositoras, directoras e intérpretes de los orgasmos más armoniosos de sus vidas.

Lux eróticaLux erótica. "Escribir sobre sexo era la propuesta y me sentí estimulada. Después de tantos años como periodista cultural y con mucha vida hecha en torno a la información y a la actualidad, tenía ganas de ponerle carne a la crónica. Porque nuestra más genuina actualidad como personas pasa por el relato del erotismo. Porque de atracción y de relaciones hablamos todo el tiempo en este tiempo occidental con ciertas libertades individuales garantizadas y rebosante de espíritu lúdico pero también algo desafectado y con nuevos descompromisos adquiridos...". Anne Cé.

Inglés para pervertidosInglés para pervertidos."Se dice que la mejor manera de aprender un idioma es a través del sexo con un extranjero. Pero ¿qué haces si estás en la cama y no sabes qué decirle? Con Inglés para pervertidos puedes aprender todas las palabras y expresiones que siempre has deseado saber, desde lo más elemental al sexo más salvaje. El libro cuenta con ocho capítulos centrados en las partes del cuerpo, la cama, el LGBT, las compras sexis, el lado oscuro, el porno, el chat y la salud sexual. Cada capítulo contiene vocabulario, gramática y unos ejercicios muy originales que no encontrarás en ningún otro libro. Aprende todo lo que tu "English teacher" no se atrevería a enseñarte nunca. Y... si te cansas de estudiar, el libro incluye un montón de fotos mias para distraerte". Venus O'Hara.

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