Si pecamos, viviremos sin la gracia de Dios. Tal la amenaza repetida en nuestra adolescencia (al menos, a quienes tuvimos la 'gracia' de ser educadas en colegios de monjas). Pues, algo así habrá debido de escuchar la turca Deniz Gamze Ergüryen, realizadora de 37 años, nacida en Ankara y nacionalizada francesa, cuyo filme Mustang compite este domingo por un Óscar a la mejor película en idioma extranjero.
No hay pecado más ominoso que el sexo, y en eso parece que hemos estado de acuerdo de norte a sur y de este a oeste, durante demasiados años.
Damas, no hay pecado más abominable que el placer. El instinto debe ser encauzado. Y es en este sentido que las sociedades han venido ungiendo de autoridad a ciertas personas que son las responsables de dar dirección a nuestro deseo.
Virginidad a cualquier precio.
Un fotograma de 'Mustang', la película turca candidata al Oscar al mejor film de habla no-inglesa.
San Himen es el patrono de la vida recta hacia la institución conyugal. Con esta premisa, no deja de ser una paradoja que justamente el matrimonio constituya, en demasiadas ocasiones, ni más ni menos que una violación consentida (y más: promovida y sostenida). A esto son empujadas cuatro de las cinco chicas menores de edad en la ficción de Mustang y tal es el caso de miles de chicas en la vida real de medio mundo. Son niñas o mujeres forzadas a renunciar a una sexualidad propia y elegida.
Por imperio de las tradiciones alimentadas por los miedos parentales, ellas deben desistir del goce y del derecho a decidir sobre su cuerpo.
Mustang nos recuerda a aquel Mujercitas, de Louise May Alcott, pero en gore. En nuestra infancia soñábamos con historias románticas en las que nos convertíamos en mujeres y podíamos elegir. Sí, ¡elegir! En cambio, en la profunda Turquía de Mustang, cuando las niñas comienzan a sentirse bien cómodas con los niños de su edad, cuando se atreven a dejarse sentir, a jugar de igual a igual pero con sensualidad, ahí hay que enrejarlas. Y pronto, buscarles un marido diez o veinte años mayor que ellas para que se las lleve intactas, sin mácula.
Tráiler de 'Mustang' de Deniz Gamze Ergürven.
El reconocimiento del derecho de todos los seres humanos a jugar, a crecer, a explorar y a disfrutar del cuerpo se acaba para las mujeres, todavía mayoritariamente en el mundo, alrededor de la menarca, cuando se impone la discreción: "ya eres una señorita, debes comportarte y sentarte con las piernas cerradas" y, por supuesto, no ser una mujer "fácil". Incluso más temprano, en algunas sociedades rurales de países como Yemen o Turquía, donde se aprenden las "tareas de esposa" antes de los diez años. Las niñas, así, pasan a servir a la familia del marido y a descargar de tareas domésticas a la suegra, que suele ser la que elige por el hijo.
Hay una fractura entre las libertades de la niña y los deberes de la mujer, concebida mujer -en general- cuando ha tenido su primera regla. Esto comentaba, en una reciente entrevista, la realizadora egipcia Hala Khalil, a propósito del trauma de muchas niñas musulmanas con la primera menstruación y todas las prohibiciones que esta trae aparejadas: "no te rías fuerte, no toques a tus amigos, no mires a los hombres, no te sientes en un lugar público junto a ellos; en fin, no disfrutes". Avergonzarse del cuerpo es el mandato, taparlo, ya no se puede ir a nadar en bañador ni usar shorts, por supuesto.
No muy lejos, quienes hemos vivido en sociedades atravesadas por el dogma cristiano también recordamos infancias de fútbol en la calle, con los amigos del barrio, y recomendaciones estrictas de no acercarse demasiado a los chicos, dos o tres años después del último partido mixto: "no bailes lento", "no dejes que tu novio te toque o te bese", porque "enamoramiento quiere decir en-amor-miento" (esto último, dicho en un taller de relaciones dictado en mi colegio católico por una pareja de 'laicos consagrados').
El santo himen sigue siendo una realidad en buena parte del mundo, y todas (o casi todas) las mujeres de este mundo hemos padecido su veneración, implícita o explícitamente.
El de Noor fue un caso real en Yemen.
Claro que hay asuntos más preocupantes que nuestros pequeños traumas de mujeres pecadoras en Occidente. Hablábamos de niñas arrancadas de su ambiente familiar infantil para ser obligadas a ser "buenas esposas" (como decíamos, básicamente, empleadas domésticas de sus suegras y esclavas sexuales de sus "maridos"). De estos desgarros dan cuenta otras mujeres, valientes y adultas, como estas realizadoras que mencionábamos, que ya pueden hacer contrapeso a la pesada carga de las tradiciones más brutales. Sobre uno de estos casos reales, lacerantes, habla una película yemení irregular pero valiosa por su testimonio: Soy Nojoom, divorciada a los 10 años, de Khadija Al Salami, que da cuenta de las explicaciones tribales, los miedos de los padres ("si la violan ya no podrá casarse nunca"), sus erradas decisiones en busca de protección para sus niñas, esos daños ancestrales que se repiten y la opción de poder comenzar a cambiar las cosas.
A la tragedia afectiva se suma la mutilación de la sexualidad. No es de extrañar que las mujeres que han sido obligadas a "servir" sexualmente a un hombre contra su voluntad (o sin tener siquiera edad para decidirlo) no quieran oír hablar de erotismo o de amor sensual.
No deberíamos olvidar que la sexualidad, en tanto disposición del propio cuerpo, es un derecho humano fundamental.
Hay 6 Comentarios
Muy interesante este punto de vista...
Publicado por: leer más | 28/01/2021 14:48:37
Me dá la impresión Jhani que no me has entendido o yo no he sabido explicarme, pero en este momento no tengo ganas de dar más explicaciones, cógelo como quieras.
Publicado por: Gemma | 28/02/2016 13:54:18
Si el sexo es pecado, quiero pecar toda mi vida, y quiero ayudar a llevar el pecado a todos los países donde las mujeres viven oprimidas y no pueden vivir la vida como ellas quieran, sin nadie que las obligue.
Publicado por: DULCE | 28/02/2016 12:58:01
Ojala los tabúes no existieran en ningún lugar, y menos los que por enseñanza o por creencia, hace que las mujeres nos sintamos casi obligadas a seguir esos paradigmas sin cuestionar algo que nos veja por ser sólo del sexo contrario. Eso si, que nadie se engañe. En los países desarrollados también siguen habiendo MUCHOS TABÚES, muchas formas de seguir haciendo que la mujer esté en ese segundo plano que a tantos les gusta vernos. Cada vez son menos, por suerte para nosotras. Pero eso no quita que sin lugar a dudas, el ser mujer y comportarte de una manera o de otra, haga que seas o no aceptada en una sociedad que se llama liberal, pero no lo es en absoluto.
Os dejo varios enlaces de una web que me han encantado que hablan las cosas, incluso sexuales, de forma natural. Si, a veces no profundizan demasiado por no ser profesionales. Pero sin lugar a dudas, esa buena sintonía entre el tal LUÍS y PAULA engancha de una manera mas que sugerente.
* SUEÑOS SEXUALES: http://luisbermejo.com/blog/suenos-sexuales/
* INVASIÓN DE LA INTIMIDAD: http://luisbermejo.com/blog/invasion-de-intimidad/
* ANONIMATO: http://luisbermejo.com/blog/anonimato/
* MASTURBACIÓN MASCULINA: http://luisbermejo.com/blog/masturbacion-masculina/
* MASTURBACIÓN FEMENINA: http://luisbermejo.com/blog/masturbacion-femenina/
Publicado por: JHANI | 28/02/2016 1:52:25
Me imagino que lo que están pasando estas mujeres en estos países ya lo hemos pasado nosotras con anterioridad no hace muchos siglos cuando la iglesia tenía tanta fuerza; estas mujeres tendrán que pasar todo lo que hemos pasado nosotras hasta llegar a lo que hay hoy en dia en nuestra civilización, si es que quieren o pueden, claro; en el mundo occidental todavía hay muchos tabúes con las mujeres desvirgadas y las que no lo están, unos hombres lo ven bien y otros no tanto, algunos no lo ven como una cosa natural y otros si, digamos que estamos en una transición avanzada a que la mujer pueda disfrutar plenamente de su vida sexual sin temor a nada, el único temor es el de quedarse embarazada y eso se debe asumir.
Publicado por: Gemma | 27/02/2016 19:54:20
Hoy solamente tengo que darle la razón de la A a la Z
Publicado por: Abracadabra Noticias | 27/02/2016 11:45:57