Eros

¿Con qué fantasean las españolas?

Por: | 29 de marzo de 2016

El término fantasía erótica no es tan simple como parece. Hay quien opina que las fantasías están para cumplirlas, y hay quienes, como los sexólogos, defienden que las fantasías son eso, parte de nuestro imaginario, y que muchas veces se estropean cuando se mezclan con la realidad.

Si entendemos la ‘fantasía’ como un deseo sexual que queremos llevar a cabo alguna vez en nuestra vida, suele ser común hablar de ideas como tener relaciones en público (con disimulo, claro), probar a acostarse con alguien de nuestro mismo sexo o, cómo no, el disfrutar de la experiencia de un trío o estar en una orgía.

Sin embargo, cuando entendemos la fantasía erótica como ese pensamiento que utilizamos para excitarnos cuando nadie nos mira, en un momento de autoerotismo, o incluso, para salir de la rutina con nuestro amante habitual, sin que esa persona lo sepa, la cosa se complica. Porque en ese mundo de lo imaginario, de lo prohibido, de nuestros más bajos instintos, todo cabe. Incluso las fantasías más descabelladas.

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Ilustración de Natalia Pereira coautora también del libro 'Love is in the air'.

Eso fue lo que descubrió la periodista y escritora Nancy Friday, en 1973, al publicar el libro Mi jardín secreto, que no era sino la antología de las principales fantasías eróticas femeninas de las mujeres estadounidenses de la época. Si bien el libro llamó la atención en su momento, al hablar de fantasías relacionadas con los animales, el incesto o incluso la violación, toda esta teoría cobraba sentido: se da por sobreentendido que en un momento de ‘fantasía’ nos liberamos de todos los prejuicios y surgen deseos que no siempre querríamos llevar a cabo en la vida real.

Por ejemplo, en los casos de dolor, masoquismo, dominación o violación, lo que quedaba claro es que ninguna de estas mujeres quería hacer realidad esta fantasía, sino que su mente reflejaba la necesidad de liberarse de toda esa carga negativa que podría tener la sexualidad del momento. Así, la mujer idealizaba lo de ser ‘forzada’ a disfrutar, por el simple hecho de que así no sería  juzgada.

Si bien este libro marcó un antes y un después, pocos documentos han recogido, posteriormente y de forma tan exhaustiva, las fantasías sexuales de la mujer como ‘Confesiones sin vergüenza: Las mujeres españolas nos cuentan sus fantasías sexuales’, de Valérie Tasso, publicado el año pasado.

Lo más sugerente del texto, sin duda, son las categorías en las que divide las fantasías eróticas de las españolas, mucho más detalladas y extensas que las de Friday en su momento. Hay que decir, sin embargo, que son bastante similares. Y es que parece claro que, pese a los cambios de sociedad, cultura y época, hay ciertas cuestiones que no varían tanto. Así, más allá de fantasías más comunes como el hacerlo con desconocidos, el exhibicionismo (en el metro o en un aula de la Universidad), los personajes famosos (que pueden ser reales como actores de Hollywood o ficticios como Drácula), o el tener fantasías relacionadas con otras épocas de la historia o de la ficción (desde los nazis a películas como Las amistades peligrosas) aparecen otras no tan conocidas.

Entre ellas, destacan algunas como la de imaginar que se es una prostituta (quién no ha dicho alguna vez eso de ‘llámame puta’), la fantasía con ser secuestrada (la recompensa que se pide es sexual y no económica, claro) o incluso el prácticar sexo en paisajes tan exóticos como la Patagonia argentina. Si bien las mujeres del siglo XX y del siglo XXI siguen coincidiendo en describir fantasías relacionadas con la zoofilia (sobre todo con perros) o la dominación, se diferencian en la aparición de un nuevo género de fantasías sexuales relacionadas con las nuevas tecnologías, sobre todo vinculadas con el cibersexo y las redes sociales.

En cuanto a la metodología, Tasso explica que estos testimonios los han ‘brindado’ mujeres españolas de entre 19 y 87 años, a través de experiencias compartidas en seminarios y charlas con la sexóloga, redes sociales, o la elaboración de un cuestionario específico que podía enviarse por email a la autora, incluyendo datos como el estado civil o preferencias sexuales. Se trata, por tanto, de una foto, apenas una instantánea de época, porque -como bien explica la escritora en su texto- "no se han establecido parámetros metodológicos de laboratorio, ni estadísticos". Quizá solo sea una anécdota con la que abrir el debate y, sobre todo, las fronteras mentales.

El texto comparte las fantasías propias y ajenas, y reflexiona, desde el sentido más amplio del término, y con una visión sexológica del asunto. Todo ello, advirtiendo, como bien dice Valérie que "pensar en asesinar a alguien (y hasta gozar imaginándolo) no es cometer un asesinato", ni por supuesto desear que verdaderamente ocurra. Por ello, la fantasía sexual muchas veces tiene un componente irracional, que dificílmente podría encajar con la realidad de la persona que fantasea. Y es que los misterios de nuestra mente están ahí, justamente para no ser desvelados.

Quien se quede con la curiosidad, y con ganas de más, siempre puede probar y preguntar y, de recibir una negativa, leer este libro y usar su propia imaginación para divagar. O gozar.

Hay 14 Comentarios

LLamarme loca pero a mi me gustaría follar con mi propio padre, cada vez que veo videos de incestos http://incesto.co me pongo loca.

Está claro que existe mucha Doble moral (http://luisbermejo.com/blog/doble-moral/) en la sociedad. Y mientras no se trate la sexualidad como algo normal, triunfarán panfletos como 50 sombras aunque públicamente no se reconozca que les va la marcha... El problema siempre viene por la falta de normalidad al tratar y hablar de sexo. Si no lo confrontamos ni dialogamos diciendo lo que nos gusta con nuestra relación actual, mucho menos lo vamos a normalizar a nivel social.

De todos mis oyentes muy pocas me han confesado sentir esto: http://luisbermejo.com/blog/rica-oyente/ y desde que lo publiqué, cero comentarios. Somos incapaces de reconocer y normalizar lo que la sociedad quiere imponer y ocultar.

No hay duda que las fantasías forman parte de una sexualidad sana, ya sea en pareja o solitario, es por ello que las grandes firmas dedicadas al mundo erótico no dejan de innovar cada día en sus productos acercándonos las tecnologías más punteras para poder llevarlas a cabo.. como el Bkk cybersex cup un sextoy evolucionado y revolucionario, que combina la realidad virtual con la tecnología sensitiva por ejemplo... http://www.divinaslocuras.com/bkk-virtual-reality-sextoy-p-1-50-13231/ porque fantasear es sano!!

He tenido suerte de hacer realidad algunas de mis fantasías eróticas, unas con más éxito y otras con menos. Aún me quedan algunas, como el estar con tres hombres a la vez, todavía no he conseguido tres hombres que quieran estar conmigo a la vez.

Las necesidades y el deseo sexual de las personas va variando a lo largo de los años y no son tan diferentes entre hombres y mujeres.

http://sultanasbcn.com/

Fantasiam também com um homem que lhe diga que a ama, que a aplauda, que dance devagarinho com ela:
ttps://www.youtube.com/watch?v=pL2QPS6lWgo

Que poco fantástica eres Lisistrata......

Visa Black ... y sobra todo lo demás, no fantasees más.

Pues ahí va una de mis fantasías preferidas:

¡Qué noche más larga! Si pudiera dormir aunque solo fuera media hora seguida...
Se fue al final del vagón y se acurrucó delante de la puerta de salida. Al otro lado y también en la puerta había una pareja tirada en el suelo. Estaban abrazados en un nudo imposible de tal manera que no se distinguían sus miembros. De vez en cuando se despertaban y se comían a besos el uno al otro como dos animales. Cerró los ojos y al final se rindió cayendo en un profundo y reparador sueño que duró hasta el amanecer. Cuando despertó tenía la parte izquierda del cuerpo completamente dormida, manos, pies, brazos. Empezó a darse masajes para desentumecerse. En frente, la pareja ya se había desanudado aunque el hombre seguía dormido en el suelo, como un muerto. La mujer de espaldas a su pareja, lo miraba sonriente, sentada y ausente al mismo tiempo con los brazos rodeándose las piernas. Joven, despeinada, con cara de sueño, pero no estaba nada mal, pensó.
De pronto la chica se relamió los labios lentamente sin dejar de mirarlo, en un gesto claramente provocador y concupiscente. La erección no tardó en llegar. La muchacha se levantó y sin dejar de mirarlo abrió la puerta del siguiente vagón y se dirigió al servicio. El fue detrás como un perro en celo, haciéndose hueco en el pantalón por lo que estaba creciendo por momentos, entró a duras penas en el cubículo, le levantó la falda y después de bajar sus bragas de colores abarcó con sus manos las nalgas de la chica, la sentó encima del diminuto lavabo. Después continuaron con una danza tribal chocando continuamente con las paredes y la puerta, mientras la chica hacía equilibrios con las piernas por encima de sus hombros intentando sujetarse con los pies. Apuntó como un torero con su espada de matar y se la benefició al amanecer, antes del desayuno y sin mediar palabra alguna, aunque no estaba seguro de quien había sido el cazador y quien el cazado, porque desde luego no era el primer ni el segundo hombre que pasaba por esa entrepierna húmeda y caliente, la tía era una experta de cojones.
Después de jadear como una loca, a sabiendas de que el ruido del tren amortiguaría sus gritos, y tras uno de esos orgasmos que duran el doble de lo habitual, la chica quedó exhausta e inerte en sus brazos. Parecía como...un pez expuesto en una pescadería, toda ella muerta... eso todavía le excitaba más. Se la quedó mirando unos instantes, ella seguía recuperándose con los ojos cerrados, meciéndose con el movimiento del coche como un saco.
-¿Y tu novio? –dijo, con voz ronca, aclarándose después la voz con un carraspeo que encontró algo ridículo.
-Lo conocí ayer –dijo la chica con sutil vocecita de niña y premeditada inocencia como despertando de una ensoñación.
-Follas como una auténtica ninfómana, -le soltó.
-Te has corrido a gusto ¿eh? -dijo ella, cambiando el tono a más grave.
-Pues anda que tú... ¿A dónde vas?
-No sé, ¿a Barcelona? -dijo soltando una risita. ¿Y tú?
-No sé.
La chica explotó de risa y saltó del lavabo liberándose de él.
-¡Qué frío hace, hostia! dijo con voz aflautada pero enérgica, mientras se lavaba como podía. Luego fue él quien se aseó y antes de salir, ella lo cogió con fuerza de la pechera de la cazadora y empujando hacia abajo, dada la evidente diferencia de estatura, no le llegaba ni al hombro, puso su boca junto a la suya y lo besó salvajemente paseando por todos los recovecos y acabó metiéndole la lengua casi en la garganta. Él se dejó hacer. Después separó su cara que sujetaba con ambas manos a unos quince centímetros y enfocando la vista verde mar dijo sin dejar de mirarlo:
-¡Qué bueno estás, cabrón!
Multiplicó por dos la apertura de su boca, y sonriendo le soltó:
-Pero ¡qué bestia!
-Adiós guapo, ha sido un auténtico placer... dijo mientras plantaba la palma de la mano en su pubis, masajeándose lasciva con la falda sin dejar de mirarlo.
Vio cómo se alejaba pasillo adelante sin dejar de ir de pared a pared, con un exquisito movimiento de caderas, tal vez excesivo pero no por ello menos reconfortante.
De pronto, echó mano al bulto que hacía la cartera en su pantalón y respiró aliviado, al sentir que seguía allí:
-¡Vaya mierda de tren, no puedes fiarte ni de tu puta madre! -exclamó gritando sabiendo que no le oía nadie mientras encendía un cigarrillo. El ruido del tren lo fagocitaba todo: to ton, to ton…

La fantasía te ayuda y te muestra el camino.
Y nosotros somos para ella como los del Liverpool
Never Walk Alone

En este país hubo un tiempo de una represión moralista exagerada, en que se censuraba la conciencia de la gente hasta el punto, de tener que pagar dinero por unos permisos o bulas, para poder comer carne un determinado día de la semana.
Quienes tenían carne en la cocina, que eran los menos.
Eso si, estaba permitido el pescado, ya fuera barato o del caro, como símbolo de penitencia.
Una moral diferente y un detalle delicado, pues ésto no estaba prohibido.
La gente en general soñaba con atiborrarse, mayormente quienes habitualmente siempre estaban a verlas venir, pues era una época muy dura de escasez, de penurias y de muchos pecados.
Quienes no tenían dinero para pagarse las bulas, claro.
Sobre todo pecados del sexto mandamiento.
Lo que llamaban obscenidades.
Hoy nadie paga las bulas en la parroquia de turno para comer carne cualquier día, aunque si que es cierto que tenemos desahucios por impago de hipotecas.
Es otra moral diferente.
Pero eso no es pecado.
Y la juventud está en la discoteca hasta las tantas de la noche, desmelenados y hartos de comer.
Y de beber.
Sería interesante que a esta juventud alegre les hicieran la encuesta en cualquiera de nuestras poblaciones de playa.
O de las otras, que tanto da.
Ellos y ellas a ver que opinan.
Sería bueno observar el gesto, las miradas y el mensaje que nos harían con las manos.

Hola,
yo, personalmente, pienso que las fantasías eróticas son un mito. Realmente, creo que, al final, todas recurrimos a recordar los mejores momentos de placer ya vividos para excitarnos, aunque tal vez, si le pongamos alguna pincelada de imaginación.

Diferente es pensar en alguna persona cercana que te gusta, ..., pero creo que eso es muy distinto a pensar que eres una prostituta o que estás con varios, ...

Saludos!!!

Verdad verdadera? Fantasean con un hombre de voz dulce, cantando en esta lengua tan hermosa que: "Mi amor, yo no olvidote, no olvidame, por favor, Yo volveré deprisa, para besarte"
https://www.youtube.com/watch?v=bCzPYbu8jzk

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Sobre el blog

Ni enciclopedia ni consultorio sexual al uso. He aquí un rincón erótico festivo dedicado a las relaciones y la atracción entre seres humanos, esa faceta que nos hace la vida más placentera, tierna, amorosa, plena… Un blog coral, con cinco autoras de todo origen y condición, que apuesta por el juego, la provocación, lo sensual y el sexo como acto libre, adulto, compartido, real o ficticio, siempre divertido... Eso sí, si tu mirada no es amplia y tolerante, mejor no te detengas aquí. Coordina Analía Iglesias. No sólo se admiten firmas invitadas, sino que son deseadas.

Sobre las autoras

Anne Cé. Nació en el sur austral (Argentina), en un tiempo beatle y en un país con altísima densidad de psicoanalistas y jugadores de fútbol. Periodista, quizá incluso a su pesar, narra lo que se le ponga delante. Y narra, y narra. Un día descubrió que el simple roce de una clavícula le erizaba la piel y entonces comprendió por qué le gusta tanto abrazar a un hombre.

Esther Porta. Segoviana, fue becaria en el mítico Tentaciones y allí hizo de todo hasta que sus conocimientos de sexo la convirtieron en Beatriz Sanz. Y gracias a ella, publicó artículos semanales de sexo, dos libros y fue reclutada como sexperta guionista del programa de Canal +: 'Sex Pópuli'. Cuando casi se le había olvidado (lo de escribir de sexo...) se mete a bloguera. Y aquí está, con tantas ganas de sexo (del uno y del otro) como siempre...

Venus O'Hara, de Reino Unido, con raíces irlandesas. Modelo fetish, actriz y escritora. Licenciada en Ciencias Políticas y Francés, reside en Barcelona, ha sido columnista sexual en varias revistas, tiene su propio blog de fetichismo y es creadora de 'No sabes con quien duermes', un confesionario para personas que llevan una doble vida. Publicó su primer libro junto a Erika Lust, 'Deséame como si me odiaras', en 2010.

Tatiana Escobar, de Venezuela (1976), ha escrito ensayos y poesía en español. Traductora y editora, en 2004 abrió en Madrid junto a sus socios la primera boutique erótica de España, La Juguetería Erotic Toys, para no tener que vivir de la literatura. Desde entonces vive del sexo. Y escribe, a veces, para sus amigos.

. Madrileña. Soñó con escribir y pronto descubrió una vía: el periodismo. Pero como tampoco valía narrar sobre cualquier cosa, eligió suerte y remató la faena con un posgrado en Sexología. Ha trabajado en suplementos de salud y medios especializados. Con la práctica ha acabado por darle un toque más sensual a sus letras. Y con ellas sueña en escribir, ahora, un libro.

Ilustracion
Venus O'Hara, Anne Cé y Silvia C. Carpallo, según 'Mi Petit Madrid'.

Nuevo libro

El orgasmo de mi vida. Si ya no sueñas con príncipes azules, locos por pedirte en matrimonio, ni esperas que aparezca un millonario atormentado pero diestro en amores, con una Visa en una mano y un látigo en la otra, este libro es para ti. Porque El orgasmo de mi vida habla de eso, de mujeres realistas, lúcidas, independientes y eróticamente vivas, capaces de combinar esa cotidianidad que todas conocemos, con sus pasiones más salvajes. Ellas son las protagonistas de los relatos, sin guionistas que les digan lo que tienen que hacer, pero sobre todo, son las compositoras, directoras e intérpretes de los orgasmos más armoniosos de sus vidas.

Lux eróticaLux erótica. "Escribir sobre sexo era la propuesta y me sentí estimulada. Después de tantos años como periodista cultural y con mucha vida hecha en torno a la información y a la actualidad, tenía ganas de ponerle carne a la crónica. Porque nuestra más genuina actualidad como personas pasa por el relato del erotismo. Porque de atracción y de relaciones hablamos todo el tiempo en este tiempo occidental con ciertas libertades individuales garantizadas y rebosante de espíritu lúdico pero también algo desafectado y con nuevos descompromisos adquiridos...". Anne Cé.

Inglés para pervertidosInglés para pervertidos."Se dice que la mejor manera de aprender un idioma es a través del sexo con un extranjero. Pero ¿qué haces si estás en la cama y no sabes qué decirle? Con Inglés para pervertidos puedes aprender todas las palabras y expresiones que siempre has deseado saber, desde lo más elemental al sexo más salvaje. El libro cuenta con ocho capítulos centrados en las partes del cuerpo, la cama, el LGBT, las compras sexis, el lado oscuro, el porno, el chat y la salud sexual. Cada capítulo contiene vocabulario, gramática y unos ejercicios muy originales que no encontrarás en ningún otro libro. Aprende todo lo que tu "English teacher" no se atrevería a enseñarte nunca. Y... si te cansas de estudiar, el libro incluye un montón de fotos mias para distraerte". Venus O'Hara.

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