Eros

Una mujer está condenada a ir siempre acompañada por su propia imagen

Por: | 06 de marzo de 2016

No, no nos referimos al revuelo acerca de las mujeres que viajan solas, aunque no cabe duda de que desde aquí defendemos firmemente el derecho de una mujer a viajar sola (sola, incluso, sin otra mujer). Queremos hablar, en las vísperas del Día Internacional de la Mujer, sobre la presencia social de la mujer y su representación en el arte o en los medios de comunicación. Sí, y esto en el fondo tiene mucho que ver con cada episodio de juicio moral sobre las mujeres y con los reproches que nos autoinfligimos las damas, todavía hoy.

Mujer_dia_ireneFotografía de Irene Díaz.

"Desde su más temprana infancia (a la mujer) se le ha enseñado a examinarse continuamente. Y así llega a considerar que la examinante y la examinada que hay en ella son dos elementos constituyentes, pero siempre distinos, de su identidad como mujer. Tiene que supervisar todo lo que es y todo lo que hace porque el modo en que aparezca ante los demás, y en último término ante los hombres, es de importancia crucial para lo que normalmente se considera para ella el éxito en la vida. Su propio sentido de ser ella misma es suplantado por el sentido de ser apreciada como tal por otro", afirma John Berger en 'Modos de ver', un ensayo colectivo de 1974 que él lideró.

"La presencia social de una mujer es de un género diferente a la del hombre. La presencia de un hombre depende de la promesa de poder que él encarne. Si la promesa es grande y creíble, su presencia es llamativa. Si es pequeña o increíble, el hombre encuentra que su presencia resulta insignificante. El poder prometido puede ser moral, físico, temperamental, económico, social, sexual... pero su objeto es siempre exterior al hombre. La presencia de un hombre sugiere lo que es capaz de hacer para ti o de hacerte a ti  (...). La pretensión se orienta siempre hacia un poder que ejerce sobre otros", escribe Berger, y lo hace para comprender la manera en que hombres y mujeres han sido representados en las obras de arte, a través de la Historia. Aclara que esto lo dice "según las costumbres y convenciones que al fin se están poniendo en entredicho, pero que no están superadas ni mucho menos".

Tengo la sensación de que nada de lo que Berger sugería, en los años 70, ha perdido vigencia. "La presencia de una mujer expresa su propia actitud hacia sí misma, y define lo que se le puede hacer o no. Su presencia se manifiesta en sus gestos, voz, opiniones, expresiones, ropas, alrededores elegidos, gusto; en realidad todo lo que ella pueda hacer es una contribución a su presencia. En el caso de la mujer, la presencia es tan intrínseca a su persona que los hombres tienden a considerarla casi una emanación física, una especie de calor, de olor o de aureola".

"Una especie de calor" o, como me dijeron hace poco, reprochándome cierta supuesta expresión pública (e indeliberado gesto) de ternura sensual: "es que toda tú eres afecto, no puedes evitarlo". Y, entonces, uno no sabe si se trata de un piropo o de un latigazo por falta de decoro.

"Nacer mujer ha sido nacer para ser mantenida por los hombres dentro de un espacio limitado y previamente asignado -continúa el maestro Berger-. La presencia social de la mujer se ha desarrollado como resultado de su ingenio para vivir sometida a esa tutela y dentro de tan limitado espacio. Pero ello ha sido posible a costa de partir en dos el ser de la mujer. Una mujer debe contemplarse continuamente. Ha de ir acompañada casi constantemente por la imagen que tiene de sí misma. Cuando cruza una habitación o llora por la muerte de su padre, a duras penas evita imaginarse a sí misma caminando o llorando".

En tanto mujer, uno no puede perderse de vista. Ninguna mujer puede dejar de sacar el espejo para supervisarse y ver si lo que hace lo hace con el pudor requerido, y esto sujeto a grados diferentes de exigencia en las distintas sociedades, pero en todas aún muy presente.

Queridos lectores, prepárense para la siguiente cita, porque es lapidaria. Sigue Berger: "Los hombres examinan a las mujeres antes de tratarlas. En consecuencia, el aspecto o la apariencia que tenga una mujer para un hombre puede determinar el modo en que este la trate. Para adquirir cierto control sobre este proceso, la mujer debe abarcarlo e interiorizarlo. La parte examinante del yo de una mujer trata a la parte examinada de tal manera que demuestre a los otros cómo le gustaría a todo su yo que le tratasen. Y este tratamiento ejemplar de sí misma por sí misma constituye su presencia".

Esto es: estamos presentes en el espacio público solo a condición de un trabajo singular y permanente, autointerpretadas y metainterpretadas, sin descanso. Ni una broma podemos hacer sin que ello tenga una consecuencia frente al tribunal social. Jamás ser demasiado expresivas, mucho menos brillar (en el sentido húmedo del término).

"Los hombres actúan y las mujeres aparecen -refuerza Berger-. Los hombres miran a las mujeres. Las mujeres se contemplan a ellas mismas mientras son miradas. Esto determina no solo la mayoría de las relaciones entre hombre y mujeres sino también la relación de las mujeres consigo mismas. El supervisor que lleva la mujer dentro de sí es masculino: la supervisada es femenina. De este modo se convierte a sí misma en un objeto, y particularmente en un objeto visual, en una visión".

 

ModiglianiDesnudo con almohada blanca, de Amedeo Modigliani.

Ese oscuro objeto del deseo, decía Luis Buñuel."¿Cómo será ser mujer? (...) desespero por sentir alguna vez como ella siente, de sentir siquiera por un instante una de esas emociones de gracia con respecto a sí misma o al vivir de otros o de desesperación absoluta que el hombre no conoce", planteaba el poeta Macedonio Fernández (1874-1952). ¿Cómo expresa ese objeto supervisante y supervisado el amor?, nos preguntábamos en este blog y nos respondíamos con letra femenina.

"Sobre la mujer se debe hablar tan solo a los varones", le hizo decir Nietzsche a Zaratustra (Así habló Zaratustra). "Todo en la mujer es un enigma, y todo en la mujer tiene una única solución: se llama embarazo. El varón es para la mujer un medio: la finalidad es siempre el hijo -continúa Nietzsche por boca de Zaratustra-. ¿Pero qué es la mujer para el hombre? Dos cosas quiere el varón auténtico: peligro y juego. Por ello quiere él a la mujer, que es el más peligroso de los juegos (...) La mujer entiende a los niños mejor que el varón, pero este es más niño que aquella. En el varón auténtico se esconde un niño que quiere jugar. ¡Adelante, mujeres, descubrid al niño en el hombre!". Todo para concluir en una singular y controvertida oda a la madre del posible Übermensch ("Superhombre"), a la que "obedece desde la plenitud del amor".

Volvemos al arte y a Berger, a la preñez y el sacrificio. Al cabo de su descripción del lugar social de la mujer, John Berger habla del desnudo como tema insoslayable de la pintura europea, y que tiene a las mujeres como protagonistas, como "visiones". Todo empezó con la punición de la desnudez, Adán y Eva, y las representaciones de aquel paraíso en que ambos quedaron con una hoja de parra en los genitales, por desobedientes. ¿Cómo no? Eva se tienta y come el fruto prohibido e incita a su pareja a hacerlo, y por tanto recibe el castigo divino, que incluye su dependencia del hombre ("parirás con dolor los hijos; buscarás con ardor a tu marido, que te dominará", dijo Dios). Lo sorprendente, opina Berger, es que "se culpa a la mujer y se la condena a quedar supeditada al hombre. Con relación a la mujer, el hombre se convierte en agente de Dios".

El capítulo de Modos de ver de la BBC que aquí os proponemos recorre los modos de representación de la mujer en la pintura al óleo europea, sobre todo, en los desnudos hechos a medida del voyeur masculino, a este lado del cuadro. Remata el crítico de arte: "tú pintas a una mujer desnuda porque disfrutas mirándola. Si luego le pones un espejo en la mano y titulas el cuadro Vanidad, condenas moralmente a la mujer cuya desnudez has representado para tu propio placer".

 

Un capítulo (subtitulado al español) del programa 'Modos de ver' de la BBC, conducido por John Berger, dedicado al desnudo femenino en la pintura europea.

Al cabo de estas reflexiones, intuyo que si nos 'escuchamos' el cuerpo -que está conectado al alma-, e intentamos expresarlo sin pereza intelectual, nosotras mismas seguiremos encontrando algunas respuestas a nuestra sexualidad. O daremos con nuevas preguntas, entre la languidez (o pasiva disponibilidad) de las musas desnudas y las corrientes talibanas que aplanan las diferencias del otro y que anulan la tensión erótica de la alteridad.

 

Hay 6 Comentarios

Hay veces que algunas mujeres son capaces de hacer sufrir de forma intensa al hombre. o si no escucha esta canción de Pablo Alborán, que en algo se habrá inspirado ¿no?

Si el hombre es un lobo para el hombre, imaginad que es la mujer para la mujer.

Acabo de escuchar un RELATO ERÓTICO XXX a dos voces que me ha estremecido de placer: http://luisbermejo.com/blog/hotel-lujurioso/

La peor enemiga de una mujer son las propias mujeres, las que más la envidian y peor la evalúan. Así somos las mujeres entre nosotras, en vez de desearnos lo mejor, esperamos que las demás no alcancen nuestro nivel.

Si, parece como que hay una competición cada mañana en cada mujer o incluso cada holmbre

Pitágoras de Samos dijo: “Elige una mujer de la cual puedas decir: Yo hubiera podido buscarla más bella pero no mejor”.

Napoleón I dijo: “Las batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo”.

Oscar Wilde dijo: “Si usted quiere saber lo que una mujer dice realmente, mírela, no la escuche”.

Es decir que todos lo grandes hombres, y los que no, siempre han dicho algo sobre las mujeres (bueno o malo).

Artistas, escritores, filósofos,… todos han tenido una visión distinta de la hembra.

Sin embargo, lo mejor de todo, es que pese a sus visiones, las nuestras y las de todos, nadie consigue sentirse nunca en nuestra propia piel. Jamás llegaran a pensar como nosotros pensamos. Nunca serán capaces de ver el mundo con nuestros ojos.

Eso si, lejos de culparles por no llegar a sentirse féminas, le alabamos el echo de mirar e intentar plasmarnos para ser admiradas en el tiempo. Lejos de eso… ¡Nada mas!

No dejéis de seguirnos a Luís y a mi en su blog: http://luisbermejo.com/blog/ni-contigo-ni-sin-ti/


Yo lo sé como pisar en el corazón de una mujer
https://www.youtube.com/watch?v=5cdUjQOnXqY

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Sobre el blog

Ni enciclopedia ni consultorio sexual al uso. He aquí un rincón erótico festivo dedicado a las relaciones y la atracción entre seres humanos, esa faceta que nos hace la vida más placentera, tierna, amorosa, plena… Un blog coral, con cinco autoras de todo origen y condición, que apuesta por el juego, la provocación, lo sensual y el sexo como acto libre, adulto, compartido, real o ficticio, siempre divertido... Eso sí, si tu mirada no es amplia y tolerante, mejor no te detengas aquí. Coordina Analía Iglesias. No sólo se admiten firmas invitadas, sino que son deseadas.

Sobre las autoras

Anne Cé. Nació en el sur austral (Argentina), en un tiempo beatle y en un país con altísima densidad de psicoanalistas y jugadores de fútbol. Periodista, quizá incluso a su pesar, narra lo que se le ponga delante. Y narra, y narra. Un día descubrió que el simple roce de una clavícula le erizaba la piel y entonces comprendió por qué le gusta tanto abrazar a un hombre.

Esther Porta. Segoviana, fue becaria en el mítico Tentaciones y allí hizo de todo hasta que sus conocimientos de sexo la convirtieron en Beatriz Sanz. Y gracias a ella, publicó artículos semanales de sexo, dos libros y fue reclutada como sexperta guionista del programa de Canal +: 'Sex Pópuli'. Cuando casi se le había olvidado (lo de escribir de sexo...) se mete a bloguera. Y aquí está, con tantas ganas de sexo (del uno y del otro) como siempre...

Venus O'Hara, de Reino Unido, con raíces irlandesas. Modelo fetish, actriz y escritora. Licenciada en Ciencias Políticas y Francés, reside en Barcelona, ha sido columnista sexual en varias revistas, tiene su propio blog de fetichismo y es creadora de 'No sabes con quien duermes', un confesionario para personas que llevan una doble vida. Publicó su primer libro junto a Erika Lust, 'Deséame como si me odiaras', en 2010.

Tatiana Escobar, de Venezuela (1976), ha escrito ensayos y poesía en español. Traductora y editora, en 2004 abrió en Madrid junto a sus socios la primera boutique erótica de España, La Juguetería Erotic Toys, para no tener que vivir de la literatura. Desde entonces vive del sexo. Y escribe, a veces, para sus amigos.

. Madrileña. Soñó con escribir y pronto descubrió una vía: el periodismo. Pero como tampoco valía narrar sobre cualquier cosa, eligió suerte y remató la faena con un posgrado en Sexología. Ha trabajado en suplementos de salud y medios especializados. Con la práctica ha acabado por darle un toque más sensual a sus letras. Y con ellas sueña en escribir, ahora, un libro.

Ilustracion
Venus O'Hara, Anne Cé y Silvia C. Carpallo, según 'Mi Petit Madrid'.

Nuevo libro

El orgasmo de mi vida. Si ya no sueñas con príncipes azules, locos por pedirte en matrimonio, ni esperas que aparezca un millonario atormentado pero diestro en amores, con una Visa en una mano y un látigo en la otra, este libro es para ti. Porque El orgasmo de mi vida habla de eso, de mujeres realistas, lúcidas, independientes y eróticamente vivas, capaces de combinar esa cotidianidad que todas conocemos, con sus pasiones más salvajes. Ellas son las protagonistas de los relatos, sin guionistas que les digan lo que tienen que hacer, pero sobre todo, son las compositoras, directoras e intérpretes de los orgasmos más armoniosos de sus vidas.

Lux eróticaLux erótica. "Escribir sobre sexo era la propuesta y me sentí estimulada. Después de tantos años como periodista cultural y con mucha vida hecha en torno a la información y a la actualidad, tenía ganas de ponerle carne a la crónica. Porque nuestra más genuina actualidad como personas pasa por el relato del erotismo. Porque de atracción y de relaciones hablamos todo el tiempo en este tiempo occidental con ciertas libertades individuales garantizadas y rebosante de espíritu lúdico pero también algo desafectado y con nuevos descompromisos adquiridos...". Anne Cé.

Inglés para pervertidosInglés para pervertidos."Se dice que la mejor manera de aprender un idioma es a través del sexo con un extranjero. Pero ¿qué haces si estás en la cama y no sabes qué decirle? Con Inglés para pervertidos puedes aprender todas las palabras y expresiones que siempre has deseado saber, desde lo más elemental al sexo más salvaje. El libro cuenta con ocho capítulos centrados en las partes del cuerpo, la cama, el LGBT, las compras sexis, el lado oscuro, el porno, el chat y la salud sexual. Cada capítulo contiene vocabulario, gramática y unos ejercicios muy originales que no encontrarás en ningún otro libro. Aprende todo lo que tu "English teacher" no se atrevería a enseñarte nunca. Y... si te cansas de estudiar, el libro incluye un montón de fotos mias para distraerte". Venus O'Hara.

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