Cuando contacté con Mistress Minerva, una dómina profesional de Barcelona, mi intención era entrevistarla para mi sección 'Confesiones de... '. No esperaba que ella me sorprendiera con una idea mucho mejor: la de asistir a una sesión privada de BDSM para verla 'en acción'. Of course, no dudé en aceptar esta oferta tan generosa. Tener la oportunidad de descubrir, en primera persona, lo que realmente sucede detrás de las puertas de una mazmorra sería todo un privilegio.
Es un sábado por la tarde cuando llego a Sala FemDom, en Barcelona, el lugar donde Mistress Minerva realiza sus sesiones. Mientras esperamos al sumiso, me enseña su local. Tiene varios ambientes: una parte dedicada al medical fetish, una 'iglesia' con una cruz, una jaula, un montón de zapatos con tacón de aguja además de mucha parafernalia de BDSM. No puedo evitar pensar que mi armario de 300 juguetes eróticos que tanto presumo parece insignificante en comparación.
Foto de Mistress Minerva.
Antes de quedar con un sumiso por primera vez, ella les obliga a rellenar un cuestionario de tres páginas que incluye: fetiches, palabras de seguridad, preferencias de vestuario y mucho más. Con esta información, Minerva puede saber los límites y los gustos de un sumiso, aunque después ella realiza la sesión según sus antojos, por lo que no tengo ni idea de lo que estoy a punto de ver...
Mientras se maquilla, aprovecho para hacerle unas preguntas:
B.E.¿Cuántos años llevas dedicada a la dominación profesional?
M.M. Diez años. Empecé con el espectáculo y después fui dedicándome al BDSM más puro con las sesiones privadas.
B.E. ¿Cómo ha cambiado tu estilo de dominar desde que empezaste hace diez años?
M.M. Recuerdo perfectamente mi primera sesión y el nombre de la persona y su cara. La verdad es que estaba muy nerviosa, y era solo foot fetish. He cambiado totalmente en la actitud, la seguridad, mi imaginación -que es más abierta y más amplia-. Soy mucho más pervertida.
B.E. ¿Qué vamos a hacer hoy?
M.M. He querido aprovechar ya que ibas a venir para entrevistarme y he hecho venir a un sumiso especial.
B.E. ¡Guau! ¿Especial para nosotros? ¡Estoy muy halagada! Espero que los lectores aprecien este detalle...
(risas diabólicas)
B.E. ¿Conoces bien a este sumiso?
M.M. Este sumiso ya ha venido unas seis veces. Y viene de lejos, ¡siete horas de autocar!
Cuando haces una primera sesión puede salir bien o regular, porque la cuestión es conocerse un poco. Con la primera llamada o email, ya me están dando mucha información. También sé leer el lenguaje corporal cuando vienen. Con los años te vas profesionalizando y aprendiendo.
Foto de Mistress Minerva.
B.E. Sobre los mitos de las sesiones de dominación profesional, ¿crees que hay gente que cree que es solo un juego de preliminares que acaba con sexo convencional?
M.M. En el fondo, el BDSM no deja de ser sexo, pero no es sexo convencional. No es el típico sexo que la gente practica a diario en casa. Puede haber morbo, excitación, eyaculación o yo puedo sodomizarlo a él, pero nunca hay algo de él hacia mí.
B.E. ¿Crees que en los últimos años se ha notado el efecto Grey en el mundo del BDSM?
M.M. En los últimos años lo que ha cambiado las cosas, más que Cincuenta sombras de Grey, es Internet. Antes era un mundo muy escondido y solo accedían ciertas personas. Ahora, con Internet, es muy fácil conocer a otras personas. Lo malo es que hay mucho intrusismo. Hay personas que creen que esto es más fácil que lo que es. Que simplemente es ponerse un corsé, coger una fusta y ponerse a pegar. Es mucho más que esto. El spanking está dentro del BDSM, pero no todo el BDSM es dolor. Sobre todo es mucho respeto, incluso cuando estás humillando, hay que saber respetar. Es mucha psicología y hay que tener una gran sensibilidad. El BDSM es consenso.
Foto de Mistress Minerva y Venus O'Hara.
El timbre suena. Es él. Nada más cruzar la puerta, el juego comienza. Se arrodilla ante ella y besa su mano. Acto seguido, agacha la cabeza para besar sus zapatos. A continuación, ella le ordena saludarme de la misma manera. De repente, no me siento con una voyeur, sino como una Diosa.
Se va directo a la ducha mientras ella me prepara un té. Unos momentos más tarde, reaparece desnudo, y ella le pone una capucha en la cabeza. Me siento en el sofá, tomando mi té tranquilamente, como si esto fuera la cosa más normal del mundo, aunque por dentro estoy flipando al pensar que este hombre ha pasado siete horas en autocar para que yo pueda escribir este artículo...
La sesión no parece tener una estructura en sí; las actividades van según los caprichos de Minerva. Primero, quiere grabar un vídeo para sus seguidores con su móvil. Entre sorbos de mi té, me convierto en cámara mientras ella aprovecha para hacer publicidad de su nueva productora de BDSM y usa su espalda para escribir el nombre de la página web con un rotulador.
Después de la grabación, ella quiere estrenar su nuevo látigo de nylon. Es muy largo y de color rojo. El sumiso está atado con las manos levantadas, listo para recibir su castigo. Parece que le duele; su espalda de pone roja enseguida. Minerva sigue, sin piedad alguna; y encima le ordena reírse... No puedo evitar reírme yo también ante esta situación tan surrealista. Minerva y yo echamos unas risas de malvadas, mientras suenan los latigazos.
A continuación, ella se sienta a mi lado en el sofá y nos ponemos a charlar, mientras el sumiso -ya suelto- nos masajea los pies. Minerva me dice que puedo hacerle preguntas al sumiso, y hay muchas cosas que quiero saber... Por ejemplo, si esto realmente le pone (no puedo evitar notar que su pene no se ha levantado en toda la sesión). O, ¿si la sesión le inspira para cuando esté solo después? "No se masturba mucho", me informa Minerva. De hecho, es ella la que me da las respuestas. En tan solo seis sesiones, parece que lo conoce bastante bien.
Después de otros juegos de humillación, adoración de botas y pies, y bondage, el tiempo se acaba. El sumiso se viste y se despide de nosotras con el mismo protocolo que la llegada. Curiosamente, no tengo la sensación de que haya visto algo sórdido, sino que parece más bien una obra social. Gracias a Mistress Minerva, este señor puede realizar sus fantasías más ocultas, las que probablemente nunca podría contar a las personas que lo conocen de toda la vida. Pienso en su vuelta en autocar: me imagino que notará las marcas de la sesión durante las siete horas de viaje, cosa que seguramente solo aumentará su placer.
Hay 14 Comentarios
una de estas poses sado son las que me exitan y me vuelven loco en realidas esto me encanta
Publicado por: porno en español | 17/02/2018 22:58:26
me encanta el sado cuando mi chica viene y me amarra es terriblemente exitante
Publicado por: videos porno gratis | 17/02/2018 22:57:06
no hay nada como experimentar el sado pero con alguien quien verdad sepa lo que hace por que quien no sabe solo te hace pasar un mal momento.
Publicado por: porno | 06/07/2017 4:43:46
en verdad que estos temas de sado me encantan, pase estos cuantos minutos leyendo a detalle el articulo y solo me queda decir que buena pagina.
Publicado por: amateurcalientes | 06/07/2017 4:38:59
en verdad que estos temas de sado me encantan, pase estos cuantos minutos leyendo a detalle el articulo y solo me queda decir que buena pagina.
Publicado por: amateurcalientes | 06/07/2017 4:38:56
El sado y la dominación depende del perfil de cada uno ay personas dominantes que les excita el poder dominar a otras y eso les causa placer igual que la sumisión mientras sea de mutuo acuerdo todo esta bien
http://www.ateneasexshop.com
Publicado por: sonia | 22/07/2016 16:59:23
El sexo es lo mejor que tenemos los seres humanos, ya después cada cual que lo experimente como le plazca, cada uno haga de su capa un sayo
Publicado por: atenea | 22/07/2016 16:56:12
Sobre la parte de 50 sombras de grey, no creo que haya influido mucho como comenta Mistress Minerva, mas bien creo que abrá influido en el sexo domestico donde parejas menten algo mas duro en sus relacciones, algo de ataduras, cachetes y poco mas, para el sado mas profesional, no creo.
Publicado por: PlacerIntenso | 09/05/2016 14:06:10
Todo cabe en el sexo siempre que divierta a todas las partes y haya respeto.
Publicado por: Tresorsex | 06/05/2016 2:58:38
Desde luego hay que tener valentía y arrojo para poder lanzarse a un mundo donde los prejuicios parecen siempre estar a flor de piel. Su premisa, y como debe ser siempre, es bien sencilla.
"Vive y deja vivir", y en lo que respeta al BDSM, siempre desde el consentimiento mutuo.
Carla Mila.
Publicado por: Carla Mila | 05/05/2016 14:02:19
He leído toda la obra de Henry Miller y Anaïs Nin, que revolucionaran la literatura erótica en el mundo en los años 30 del siglo pasado. Anaïs ha sido una precussora de las feministas de los años 60, escribindo sobre el placer femenino, ha tenido varios amantes (Miler uno de ellos), ha sido poliandrica al mantenerse casada a la vez con um marido en Los Angeles y otro en New York.
Miller ha sido un brillante escritor, combatendo com ferocidad la hipocresia y el cinismo de la sociedad anglosajonica. No recuerdo siquiera de un episodio de sadomasoquismo en la genial obra destos escritores.
Por Dios, señores y señoras, más inmaginacion en el terreno del erotismo, que és riquissimo, porque ya estamos cansados de tanta mediocridad
Publicado por: Sherazade | 05/05/2016 0:12:01
Interesante artículo, el sexo en todas sus variantes desde el respeto a la otra persona y sin sobrepasar ciertos límites es lo mejor de este mundo.
Publicado por: TopXAmateur | 04/05/2016 0:22:37
Sado, masochism, porno, prostituicion = violence. Never, ever, ever, ever.
Publicado por: Ragnhild | 03/05/2016 15:11:26
No soy muy asidua a la dominación y sumisión, pero mis niveles han sido leves, sé de gente que llega a puntos extremos de dolor, no lo veo muy atractivo. Aunque el hecho de tener a un hombre ante mí para hacerle sufrir un poco sí me excita y da placer.
Publicado por: DULCE | 03/05/2016 13:55:50