Cuesta muy poco pasar del amor al odio, pero cuesta mucho más pasar del amor a la indiferencia. Cuesta que una persona que lo ha sido todo para ti se convierta en simplemente nada. Y cuesta mucho más cuando esa persona te rompió el corazón.
La expresión romper el corazón suena casi poética. Como si realmente fuera algo metafórico. ¿Pero lo es? Es difícil decirlo cuando sientes ese dolor agudo en el pecho, un dolor real que te desquebraja, que te impide respirar, que te parte en dos, literalmente. Porque desde ese momento te divides en dos personas: en la que eras hasta entonces y en la que serás a partir de ahora.
Quizás esa sea la parte que nadie nos cuenta. Todo el mundo tiene miedo a que le rompan el corazón, a sufrir por amor. Bien sea por un amor no correspondido, por un desengaño, por una traición o, incluso, por un desgaste inevitable. Habría que empezar a perder ese miedo, porque que te rompan el corazón puede ser una de las mejores cosas que nos pase en la vida.
Ilustración de Esther Gili, autora de 39 semanas.
No miento. Es una de esas lecciones que tardas en asimilar, pero reconforta saber que a veces el dolor tiene una explicación lógica. La de crecer. La de aprender. La de reconstruirte desde tus ruinas para conseguir una mejor versión de tu persona.
No todo el mundo se entrega sin restricciones al amor. Los hay que ya avanzan con miedo desde el principio. Y los hay que dan todo, como si realmente les sobrara. Pero es mentira eso de que no se espera nada a cambio. Se espera que, cuando amas sin límite, la otra persona también lo haga. La pena es que nadie puede saber si va a ser así desde el principio, si va a ser así al final.
Por eso, en el momento en el que te das cuenta de que ese amor no es lo que esperabas, algo se resquebraja. A veces es un proceso lento, y otras veces puede ser una dentellada. Una mirada, un descubrimiento, una respuesta dolorosa a una pregunta que te lamentas por haber lanzado: “¿Alguna vez me quisiste?”.
Si es difícil asumir que una persona ha dejado de quererte, mayor es la sensación de derrota al pensar que nunca lo hizo en realidad. Porque no nos enseñan a aceptar el rechazo y mucho menos a hacerlo sin que eso destroce nuestra autoestima. Porque a veces la respuesta es que los dos hicisteis cosas mal, pero seguramente hubiera dado lo mismo hacerlo de otra manera, que no hay culpas ni culpables, solamente cosas que pasan, que no es que no seas lo suficientemente buena, sino que simplemente no era la persona que encajaba contigo, ni tú con él. Porque no siempre nos enamoramos de la persona adecuada, porque Cupido a veces yerra con sus flechas y hay que saber disculparle los fallos, a cambio de premiarle con sus aciertos.
Las preguntas van dejando paso a la aceptación muda. No desaparecen, simplemente van quedando al fondo del cajón, pero aparecen otras cosas. Aparece el amor por ti misma, las ganas de centrarte en ti, de quererte más de lo que lo has hecho nunca, de aprender de los errores en vez de lamentarlos. Poco a poco, con el tiempo, aprendes a aceptar que no todo el mundo al que quieres va a quererte de la misma manera o, al menos, no a tu manera. Ni tu familia, ni tus amigos, ni tus amantes. Que no todo el mundo va a darte lo mismo que recibe de tu parte, pero que eso no significa que debas cerrarte, sino solo elegir mejor en quién decides volcarte. Que está bien morir de amor, pero hay que morir una sola vez en la vida. Porque para las siguientes será mucho mejor vivir por amor, y hacerlo de forma más sana.
Porque desde ese día decidiste que nadie va a hacerte sentir, nunca más, de menos, porque una nueva mitad de ti ahora sabe que eres más.
Poco a poco las cicatrices se van haciendo menos visibles, se confunden con el color normal de la piel con el paso del tiempo, de los años, de la experiencia. Todo eso que dolía ya no duele, ya no es simplemente nada, solo es un recuerdo vago. Ya no te aterrorizas por buscar respuestas a preguntas que carecen de importancia. Solo aceptas. Incluso agradeces. Das las gracias por una lección de vida, por una de esas cosas que hay que pasar al menos una vez y de la que hay que quedarse con las mejores enseñanzas. Porque es una historia que contar, un motivo para reflexionar, una forma de avanzar.
Por eso, gracias. Gracias por romperme el corazón, amor.
Hay 9 Comentarios
¡No todos somos iguales! El amor cada cual lo siente a una manera y siente las cosas de distinta manera.
Os dejo un nuevo relato erótico escrito por mi: http://sonrrise.blogspot.com.es/2016/05/esta-noche-sone-contigo-relato.html
Publicado por: PAULA J. | 18/05/2016 1:32:54
Hay veces que me siento atada de pies y manos, quiero gritar lo que siento pero mi silencio se mantiene y los dias pasan, pero queda tu recuerdo y mis sueños.
https://www.youtube.com/watch?v=028Ydqr2cZw
Publicado por: Iris | 17/05/2016 21:22:25
Cada persona es una experiencia vital. Pero si, a veces el amor es demasiado jodido
Publicado por: Abracadabra Noticias | 17/05/2016 16:40:44
Puede llevar toda una vida el descubrirlo.
Las personas somos al principio jóvenes, y la fuerza de la juventud sumada a la inmadurez que tenemos, a veces nos hace enfocar nuestra relación de pareja solo por la primera apariencia.
Descubriendo luego, cuando el ardor y el deseo del puro sexo se nos amortigua, que debajo de la piel tersa se esconde una persona con deseos y anhelos, que no siempre coinciden con los nuestros.
Entonces aparecen todas las descalificaciones y todos los desencuentros sin el filtro de las apariencias.
La realidad de cada cual nos deja al descubierto, si nos alcanza la madurez, que no hemos de vivir humillados y que tampoco hemos de sentirnos sometidos o sometidas a la otra persona por el carácter.
Entonces descubrimos que hemos de crecer por dentro y buscar una independencia que nos permite compartir si queremos la vida con otra persona.
Desde la comprensión y el respeto mutuo.
Entonces no nos resultará chocante el mal aliento, ni las salidas de tono, pues todo eso y más serán defectos que tenemos asumidos.
Y aceptados.
Como parte de nuestra vida y de nosotros mismos.
Publicado por: Archidona | 17/05/2016 11:16:07
Dedicado a mi obsesión
https://www.youtube.com/watch?v=OOFe4Krv048
Publicado por: Mari Luz | 17/05/2016 0:58:55
No me gusta ese título, no he buscado ser más fuerte, sólo he necesitado que me amaras pero no es posible y me voy debilitando poco a poco, sólo el resto de mis amores me dan alguna fuerza, ha sido dificil y es mantenerse en pie.
Publicado por: Amanda | 17/05/2016 0:35:41
Los golpes que nos da la vida son los que nos hacen aprender, ser más fuertes y comprender que no todo en este mundo es un camino de rosas.
Cuando nos rompen el corazón, nos queremos más a nosotras mismas, nuestros sentidos se ponen más alerta ante otras relaciones y terminamos por preocuparnos más por nuestro placer y no por los de los demás.
Publicado por: DULCE | 16/05/2016 20:56:31
Me has roto el corazón con tu silêncio y indiferencia, baby.
Mi culpa, mi máxima culpa. Pero esto me ha hecho más fuerte. No, no voy a buscarte, sólo en mis sueños y viajes astrales
https://www.youtube.com/watch?v=hWtKm5WbE_w
Publicado por: Pobre Noruego | 16/05/2016 19:21:47
No estoy del todo de acuerdo ya que nadie es igual y aunque se aprenda de una experiencia las formas en que se presenten las próximas son muy variables y pueden sorprenderte. Asi que yo prefiero que no se me rompa el corazón, se sufre mucho y puede ser algo muy dificil de superar por una persona; sin embargo también puedes ser tú el que rompa un corazón y eso, realmente, es lo que debe hacerte reflexionar, tu actitud, lo que realmente quieres de las personas y hacer con tu vida y no precipitarte, sino meditar y hacer un acto con algo de conocimiento de causa.
Publicado por: Aurora | 16/05/2016 18:35:54