"¿Qué tal?", "¿Cómo va?", "hola, me acuerdo siempre de ti", son algunos de los recordatorios online (o por SMS) de los que alguna vez pasaron por nuestra vida y que, en la mayoría de los casos, no conducirán a ningún lugar próximo ni desatarán acciones en el corto plazo. Solo son un brand recall o lo que en castellano es la 'recordación de marca' del mundo del márketing. El subtexto que no se escribe sería algo así como "no te olvides de que existo, por si algún día vuelvo a necesitarte".
Les respondemos "bien, ¿y tú?" (o lo que sea) y en la pantalla nos aparece el aspa de 'visto' para siempre nunca jamás. Ahí acaba la cosa.
Intentando alcanzarte, parece decir Irene Díaz, la autora, en una de las imágenes de la serie 'Agatas'.
Disculpen, señores, pero esta es una estrategia muy masculina. Porque cuando las chicas comenzamos el diálogo es que queremos charlar, incluso quedar, incluso volver, pero no solo pasar y decir "hola".
Con Whattsapp y Facebook, Instagram y Tindr, incluso Skype (y cientos de otras apps o redes), la facilidad con que los hombres practican acciones de brand recall (esto es, conseguir que el consumidor siga con algún producto de nuestra compañía siempre presente en su cabeza) se ha extendido.
Antenas prestas para recibir los mensajes fugaces: libre interpretación a partir de la fotografía de Irene Díaz.
Recorriendo el concepto del brand recall en la web, encontré recomendaciones a las marcas que, en realidad, nos vienen como anillo al dedo para describir esta conducta descomprometida y tan contemporánea de los chicos actuales cuando nos recuerdan que existen para volver a desaparecer. Presten atención a lo que dicen por ahí algunas páginas de márketing: "hay que tomar acciones en el ámbito de la Recordación de Marca, ya que si el cliente no se acuerda que existimos, es muy difícil que quiera hacer negocios con nuestra empresa (...) Para potenciar la Recordación de Marca, hay múltiples acciones que podemos hacer (...) La única manera de retroceder en términos de recordación de marca es no teniendo interacción con nuestros potenciales clientes. Cualquier punto de contacto con ellos suma y permite avanzar; ahora, puede que esa recordación de marca sea con un posicionamiento negativo, pero ese es otro tema que por ahora no abordaremos".
Interacción fugaz, contacto de nodos, suma y sigue. Claro que este pasar y volver a huir puede fortalecer la bronca que nos da el que aquellos que se escabulleron continúen escabulléndose pero, al fin, algún día nuestra iracundia se suavizará y ellos podrán decir: "pero si te saludé hace quince días".
Fotografía de Irene Díaz.
"Cada vez que un usuario está en contacto con la marca se avanza en su recordación", explica la gente del mercadeo. "Con algunos usuarios, el contacto puede ser muy superficial (recibe el email pero lo borra antes de leerlo)". Y nuestra sonrisa socarrona nos recuerda que mejor bloquearlos o no volver a contestarles, como te aconsejó tu amiga.
¿Mejor? ¿Qué es mejor? ¿Hay algo mejor?
Yo creo en lo que te pida el cuerpo, sin recetas. Eso sí, no te hagas demasiadas ilusiones por un 'like' al pasar en el Facebook, aunque sepas que busca llamar tu atención. Es decir, puede significar solo que quiere avisarte que está vivo, pero la primera línea de diálogo puede tardar un mes (o varios) en aparecer "por privado".
¿Qué hay de los que dan 'toques'? ¿Alguien les responde?
Aunque los toques suelen provenir más bien de esos desconocidos que aceptamos de 'amigos' sin saber muy bien quiénes eran, ¿no?
En alguna ocasión, alguno de los conocidos se toma el trabajo de decirte que escuchó alguna canción que le recordó a ti y te copia el link de Youtube. Eso ya casi parece una carta de amor decimonónica.
Seguro que los/as lectores/as recuerdan más de una anécdota de dedos holgazanes sobre las pantallitas táctiles, de esos que practican el 'brand recall' dando clics, escribiendo mensajitos o lanzando emoticones al ritmo de la rutina (y con los ornamentos específicos de cada nueva app). Por cierto, ¿dedos holgazanes o efectivas estrategas de la seducción?