Eros

Me encanta mi escote, pero es solo mío

Por: | 08 de septiembre de 2016

Me encanta mi escote. Aunque ahora las gurús de la moda dicen que está desfasado y las tiendas de ropa se llenan de camisetas anchas que dejan los pechos bien tapados, yo este verano he tirado de mi fondo de armario, para seguir luciendo mi escote moreno, voluptuoso, generoso. Porque me gusta esa parte de mi cuerpo. Porque me lo pongo para mí, lo mismo que busco un vestido que realce mi cintura o disimule mi cadera. Me lo pongo porque me siento feliz con esa parte de mi cuerpo, no para saber qué opinan o no los demás del mismo. No para que me digan lo que me harían por llevar el mismo. Lo siento por vuestro ego, mi escote no es ni fue nunca vuestro.

Escote

Porque las tetas siguen siendo, tristemente, motivo de vergüenza. Una parte del cuerpo que puede ser tan bonita como unos hombros, o sí, tan sexy como unas piernas. Pero una parte del cuerpo, al fin y al cabo. Sin más ni más. Tetas. Como las de cualquier otro mamífero y tal. Sin embargo, parece que aun lleven pintada la letra escarlata. En un verano en el que nos hemos planteado prohibir a las mujeres que se tapen, incluso si ellas así lo desean, lo cierto es que tampoco tenemos claro si queremos que enseñen demasiado. Es algo así como un eterno debate sobre cuál es la cantidad exacta de ropa que quieren que llevemos. No hace tanto que ese debate existía incluso con nuestros tobillos.

Porque este verano también ha sido el de los debates sobre si nuestro cuerpo es el reclamo de los violadores. En el siglo XXI, sí señores, seguimos debatiendo si el enseñar un pecho exime a un violador de su crimen. Seguimos juzgando a la mujer, la víctima, la agredida, por enseñar una parte de su cuerpo y, entonces, automáticamente, convertirse en objeto. Por tener tetas y no esconderlas.

El pecho sigue siendo el símbolo del pecado. Sigue siendo la letra escarlata de todas las Evas que consiguieron echar a Adán del paraíso terrenal. Que en versión moderna se traduce en que un pezón masculino es más aceptable que uno femenino, en una foto de una red social (podemos encontrar a  ilustradoras poniendo pegatinas blancas a sus dibujos, mientras que los modelos masculinos siguen posando sin camiseta y sin tapujos). 

Lo vemos en actos tan poco obscenos, tan naturales, como una madre amamantando a un niño. Agosto también es el mes de la lactancia materna y quizás por ello hemos visto más noticias sobre madres, que sí, también en el S. XXI, siguen siendo increpadas por dar el pecho a sus bebés en lugares públicos. Porque no solo tienen tetas: es que encima las usan para lo que la naturaleza las ha creado y no se esconden ni nada, las muy desvergonzadas.

Pero no soy la única a la que le gustan sus pechos. Muchas otras mujeres los adoran para mostrarlos cómo y cuándo quieren. Así, veía esta foto de Rebeca Gomez, cofundadora de We Lover Size, que iba a acompañada del siguiente texto:

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"Las tetas, esa parte del cuerpo por la cual las mujeres parece que tenemos que disculparnos. Disculparnos porque por nuestra culpa muchos hombres pierden la cabeza y nos agreden verbal y hasta físicamente. Es que ya nos vale, llevar escote, llevar bañadores, llevar bikinis, llevar un bolso cruzado, llevar una camiseta ajustada, llevar una camisa que decide desabrocharse por culpa de un botón juguetón que no se mantiene en su sitio. Y ahí está, la excusa para que alguien decida pararte por la calle, enviarte un mensaje o gritarte desde un coche. Para que se crean con derecho a decirte lo que harían con esa parte de tu cuerpo que tú sueles obviar. 'Te comería las tetas, te apretaría las tetas muy fuerte, enterraría mi cara en esas peras'.

"Pero claro, es tu culpa, tú has decidido salir de casa con ese escote para que te miren, has decidido hacerte esa foto en la que tus tetas son las protagonistas y tú has decidido ir a la playa con ese bikini, que no consigue evitar que tus tetas se muevan arriba y abajo cada vez que saltas para alcanzar una ola. Porque nena, tú decides eso, es tu puta culpa. Tú y solo tú eres responsable de todo lo que te puedan decir y hacer. Tú y solo tú eres responsable de sentirte mal por cada mensaje que recibes de hombres que no saben controlar sus impulsos babosos y su pene en sus pantalones. Todas somos unas putas, siempre y cuando no les sigamos el rollo. Todas somos unas cerdas, siempre y cuando les llamemos la atención. Todas nos buscamos esas situaciones, porque ellos no saben comportarse como personas civilizadas".

Tras la reflexión de Rebeca, queda poco que añadir, así es que concluyo: mis tetas no son un pecado. Mis tetas son solo una parte del cuerpo, que sí, puede ser objeto de deseo, como un codo o una clavícula, como tus abdominales o tus manos, pero solo si yo lo decido. Si yo lo deseo. Porque mis tetas son mías. Aunque las enseñe. Aunque me haga fotos del escote. Mías. Solo mías.

Hay 6 Comentarios

Amén Silvia, Completamente de acuerdo. De hecho me ha recordado un poco a un tema con el que yo siempre genero mucha polémica entre mis amistades, el ir sin sujetador. Lo escribí aquí: http://www.laplumadepandora.com/2015/06/sin-sujetador.html

Ya saben el dicho ese del hombre aquel que dijo " Si tuviera tetas no saldrá de casa"

Pues eso

"Ai, quanta maldade a dessa moça, e que aqui ninguém nos ouça, ela sabe enfeitiçar"
https://www.youtube.com/watch?v=OqjpY9do0rs&list=RDOqjpY9do0rs

Está claro que nunca llueve a gusto de todo el mundo: si te tapas mucho o si te tapas poco. Lo importante es sentirse a gusto con una misma, con tu propio vestuario, y lo que digan los demás, pues para ellos!!

Nunca me ha gustado el topless y nunca lo he practicado, tampoco me gustan los escotes exagerados, pero reconozco que a veces es inevitable que se deje ver el principio de los pecho y eso ya deja de ser de mi exclusividad.

Qué vivan los escotes! Y que podamos ir con nuestras tetas como y adonde nos de la gana, sin sentirnos culpables de las perversiones ajenas!

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Sobre el blog

Ni enciclopedia ni consultorio sexual al uso. He aquí un rincón erótico festivo dedicado a las relaciones y la atracción entre seres humanos, esa faceta que nos hace la vida más placentera, tierna, amorosa, plena… Un blog coral, con cinco autoras de todo origen y condición, que apuesta por el juego, la provocación, lo sensual y el sexo como acto libre, adulto, compartido, real o ficticio, siempre divertido... Eso sí, si tu mirada no es amplia y tolerante, mejor no te detengas aquí. Coordina Analía Iglesias. No sólo se admiten firmas invitadas, sino que son deseadas.

Sobre las autoras

Anne Cé. Nació en el sur austral (Argentina), en un tiempo beatle y en un país con altísima densidad de psicoanalistas y jugadores de fútbol. Periodista, quizá incluso a su pesar, narra lo que se le ponga delante. Y narra, y narra. Un día descubrió que el simple roce de una clavícula le erizaba la piel y entonces comprendió por qué le gusta tanto abrazar a un hombre.

Esther Porta. Segoviana, fue becaria en el mítico Tentaciones y allí hizo de todo hasta que sus conocimientos de sexo la convirtieron en Beatriz Sanz. Y gracias a ella, publicó artículos semanales de sexo, dos libros y fue reclutada como sexperta guionista del programa de Canal +: 'Sex Pópuli'. Cuando casi se le había olvidado (lo de escribir de sexo...) se mete a bloguera. Y aquí está, con tantas ganas de sexo (del uno y del otro) como siempre...

Venus O'Hara, de Reino Unido, con raíces irlandesas. Modelo fetish, actriz y escritora. Licenciada en Ciencias Políticas y Francés, reside en Barcelona, ha sido columnista sexual en varias revistas, tiene su propio blog de fetichismo y es creadora de 'No sabes con quien duermes', un confesionario para personas que llevan una doble vida. Publicó su primer libro junto a Erika Lust, 'Deséame como si me odiaras', en 2010.

Tatiana Escobar, de Venezuela (1976), ha escrito ensayos y poesía en español. Traductora y editora, en 2004 abrió en Madrid junto a sus socios la primera boutique erótica de España, La Juguetería Erotic Toys, para no tener que vivir de la literatura. Desde entonces vive del sexo. Y escribe, a veces, para sus amigos.

. Madrileña. Soñó con escribir y pronto descubrió una vía: el periodismo. Pero como tampoco valía narrar sobre cualquier cosa, eligió suerte y remató la faena con un posgrado en Sexología. Ha trabajado en suplementos de salud y medios especializados. Con la práctica ha acabado por darle un toque más sensual a sus letras. Y con ellas sueña en escribir, ahora, un libro.

Ilustracion
Venus O'Hara, Anne Cé y Silvia C. Carpallo, según 'Mi Petit Madrid'.

Nuevo libro

El orgasmo de mi vida. Si ya no sueñas con príncipes azules, locos por pedirte en matrimonio, ni esperas que aparezca un millonario atormentado pero diestro en amores, con una Visa en una mano y un látigo en la otra, este libro es para ti. Porque El orgasmo de mi vida habla de eso, de mujeres realistas, lúcidas, independientes y eróticamente vivas, capaces de combinar esa cotidianidad que todas conocemos, con sus pasiones más salvajes. Ellas son las protagonistas de los relatos, sin guionistas que les digan lo que tienen que hacer, pero sobre todo, son las compositoras, directoras e intérpretes de los orgasmos más armoniosos de sus vidas.

Lux eróticaLux erótica. "Escribir sobre sexo era la propuesta y me sentí estimulada. Después de tantos años como periodista cultural y con mucha vida hecha en torno a la información y a la actualidad, tenía ganas de ponerle carne a la crónica. Porque nuestra más genuina actualidad como personas pasa por el relato del erotismo. Porque de atracción y de relaciones hablamos todo el tiempo en este tiempo occidental con ciertas libertades individuales garantizadas y rebosante de espíritu lúdico pero también algo desafectado y con nuevos descompromisos adquiridos...". Anne Cé.

Inglés para pervertidosInglés para pervertidos."Se dice que la mejor manera de aprender un idioma es a través del sexo con un extranjero. Pero ¿qué haces si estás en la cama y no sabes qué decirle? Con Inglés para pervertidos puedes aprender todas las palabras y expresiones que siempre has deseado saber, desde lo más elemental al sexo más salvaje. El libro cuenta con ocho capítulos centrados en las partes del cuerpo, la cama, el LGBT, las compras sexis, el lado oscuro, el porno, el chat y la salud sexual. Cada capítulo contiene vocabulario, gramática y unos ejercicios muy originales que no encontrarás en ningún otro libro. Aprende todo lo que tu "English teacher" no se atrevería a enseñarte nunca. Y... si te cansas de estudiar, el libro incluye un montón de fotos mias para distraerte". Venus O'Hara.

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