Eros

Hacer el amor por los codos

Por: | 18 de octubre de 2016

Tocarse, rozarse, invadirse, frotarse, queriendo o sin querer queriendo. A veces nos recreamos al infinito con esas sensaciones de la carne primera del encuentro. El estremecimiento que podremos evocar un año o diez lo desató una piel ligera, que no llega a apoyarse en el cuerpo del otro que todavía es un desconocido, o un poco conocido. Se apoya apenas. Testar. Un dedo que casi no toca pero entibia y magnetiza. Erizados ambos, sorprendidos o espantados. La sensualidad: ¿Qué hago? ¿Doy señales? ¿Sostengo el contacto o tomo distancia para reflexionar?

¿Contar hasta diez manteniendo el calorcito cerca, y luego ir viendo?

¿O que se note el movimiento esquivo, la cobra?

Codos, antebrazos, muslos, superficies de contacto iridiscentes. Sexualizar el aire que respiramos, con un leve gesto que casi nunca es premeditado.

 

  Irene_toca_pierrnaDe la serie 'Ágatas' de Irene Díaz.

Cinco situaciones:

1) El restaurante, y una mano atraída por la piel de la compañera, las telas se enredan en las piernas. La mesa es redonda, hay mucha gente, pero le diste a entender a tu compañero/a que estás esperándolo debajo del largo mantel, porque nadie lo advertirá, y luego veremos cómo trasladamos ese primer contacto a la escena visible, sobre el mantel, ya con las últimas migas, cómo intercambiar los teléfonos o el número de habitación, cuando los ojos de los otros comensales ya estén fijos en ese brazo que falta sobre la mesa.

2) El bareto, el lugar de bailar, bailando. Te recoges el pelo por detrás, para que la nuca se airee y alguien te sopla el cuello. Y aprovechando la oscuridad o las luces equívocas que titilan, te sostiene la cabeza con una mano, abarcadora, sexy, mientras frota levemente la parte de atrás de tu rodilla con la suya. Desfalleces. ¿Cómo podrías resistirte sin ir contra tu instinto?

Irene_tocar

Fotografías de Irene Díaz.

3) En el avión, te estiras a poner tu maleta en el compartimento del equipaje, en puntas de pie rozas con tu cadera la oreja de quien será tu compañero durante las próximas horas. Del anonimato al súbito llamado de atención. Te mira, y sostiene su ser cerca, no va a esquivarte, va a dejarte que sigas frotándolo. Y cada vez te gusta más el juego. Cuando llega la hora de sentarse, los brazos ya buscan rozarse. Aunque haya un asiento libre en la fila de tres, nadie piensa moverse. Quizá haya diálogo de palabras (algún "perdona"), quizá no. Alguna vez llegaste más lejos con un compañero de vuelo, al aterrizar, eso sí, y después de intercambiar teléfonos en la espera ante la cinta de equipaje.

4) Hay pies que se encuentran lateralmente debajo de una mesa 'social' entre dos que se conocen y que comparten intimidad, pero a escondidas del resto. No hay posibilidad de tocar al otro con manos, brazos, ni ojos, apenas con los pies, insumisos.

5) Estás en el cine y te encuentras con alguien con quien te enrollaste una vez y fue bello, apacible al menos. Pasaron la noche juntos hace tres o cuatro semanas y apenas se mandaron un par de Whatsapps de gratitud. Te sientas a su lado y buscas contacto de antebrazo o codo, o de pierna (si tienes despejado el territorio y alguna señal de correspondencia). Cuando consigues el contacto, te quedas quieta, y ahí sí tensas para no separarte en la distensión.

A propósito de codos, también los hay impertinentes y no deseados: días atrás, el cómico Luis Piedrahita daba a luz a un neologismo relacionado con esto de no saber si rozarse o no rozarse, invadiendo el espacio común y tocando al compañero, incomodándolo, empujándolo, presionándolo. Decía Piedrahita en su espacio semanal en La Ventana de la Cadena Ser que "Incódomo es el fastidio impelido por el ocupante del asiento contiguo, cuando el apoyabrazos del asiento común no es equitativo. Es la molestia producida por la invasión de un codo desconocido o descodonocido".

Otra cosa son las ganas de quedarse, el placer de dejarse acariciar, como en esta performance de nuestro epílogo, con música del Kronos Quartet. Entonces, bienvenida sea la piel que danza:

'Tango sous la table' ("Tango bajo la mesa"), coreografía de John Degois, sobre música del Kronos Quartet ('White man sleep'). Bailarines: Judith Arazi y Manu Gou.

Hay 5 Comentarios

Son varias las zonas del cuerpo que puede lograr excitación, el éxtasis sexual no siempre se logra con el coito

Hay maneras muy sugerentes de acercarse al otro, de ir poco a poco creando un ambiente de erotismo y provocación, y una de ellas es el roce leve y suave, que poco a poco va generando secuencias de placer.

Tanto sentados, como de pie... como acostados, el roce, caricia, de un codo (tanto del conocido como del descodocido) proporciona un contacto menos invasivo y directo que el de las manos...

Y es que éstas, al menos en mi caso, cobran vida propia y acaban siendo fatalmente atraídas por la curvilínea supeficie de unas nalgas turgentes o unos senos insolentes...

Con los aparatos de dientes... Con las largas espaldas... Con el tono de la voz que habla buenos dias, bon jour, good morning, ni hao, bom dia.
Socuélamos: busca el niño y el jovene testosteronico que habita en ti, por lo menos media hora por el dia, hombre. Olvida un poco tu dolor de las rodillas!

Hay edades para todas las etapas de la vida.
La infantil para recibir el efecto dulce de la familia o de los padres y las madres.
La juvenil, donde lo ojos se ven detrás de la sombra de quienes nos atrae, empujados por la testosterona que se nos sale a borbotones por los poros de la piel.
La madurez, donde la responsabilidad de trabajar a veces no nos deja respirar, agotados las veinticuatro horas. El cuerpo aun con ganas no tiene el verde para pitos.
La vejez, cuando los dolores del cuerpo y las flojeras nos dejan inanes e impotentes.
Seamos hombres o mujeres hemos de ser conscientes en la edad en que estamos y actuar en consecuencia.
Porque si perdemos el norte, podemos parecer como tarados o hacer el ridículo más espantoso.
Haciendo pis fuera del tiesto.

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Sobre el blog

Ni enciclopedia ni consultorio sexual al uso. He aquí un rincón erótico festivo dedicado a las relaciones y la atracción entre seres humanos, esa faceta que nos hace la vida más placentera, tierna, amorosa, plena… Un blog coral, con cinco autoras de todo origen y condición, que apuesta por el juego, la provocación, lo sensual y el sexo como acto libre, adulto, compartido, real o ficticio, siempre divertido... Eso sí, si tu mirada no es amplia y tolerante, mejor no te detengas aquí. Coordina Analía Iglesias. No sólo se admiten firmas invitadas, sino que son deseadas.

Sobre las autoras

Anne Cé. Nació en el sur austral (Argentina), en un tiempo beatle y en un país con altísima densidad de psicoanalistas y jugadores de fútbol. Periodista, quizá incluso a su pesar, narra lo que se le ponga delante. Y narra, y narra. Un día descubrió que el simple roce de una clavícula le erizaba la piel y entonces comprendió por qué le gusta tanto abrazar a un hombre.

Esther Porta. Segoviana, fue becaria en el mítico Tentaciones y allí hizo de todo hasta que sus conocimientos de sexo la convirtieron en Beatriz Sanz. Y gracias a ella, publicó artículos semanales de sexo, dos libros y fue reclutada como sexperta guionista del programa de Canal +: 'Sex Pópuli'. Cuando casi se le había olvidado (lo de escribir de sexo...) se mete a bloguera. Y aquí está, con tantas ganas de sexo (del uno y del otro) como siempre...

Venus O'Hara, de Reino Unido, con raíces irlandesas. Modelo fetish, actriz y escritora. Licenciada en Ciencias Políticas y Francés, reside en Barcelona, ha sido columnista sexual en varias revistas, tiene su propio blog de fetichismo y es creadora de 'No sabes con quien duermes', un confesionario para personas que llevan una doble vida. Publicó su primer libro junto a Erika Lust, 'Deséame como si me odiaras', en 2010.

Tatiana Escobar, de Venezuela (1976), ha escrito ensayos y poesía en español. Traductora y editora, en 2004 abrió en Madrid junto a sus socios la primera boutique erótica de España, La Juguetería Erotic Toys, para no tener que vivir de la literatura. Desde entonces vive del sexo. Y escribe, a veces, para sus amigos.

. Madrileña. Soñó con escribir y pronto descubrió una vía: el periodismo. Pero como tampoco valía narrar sobre cualquier cosa, eligió suerte y remató la faena con un posgrado en Sexología. Ha trabajado en suplementos de salud y medios especializados. Con la práctica ha acabado por darle un toque más sensual a sus letras. Y con ellas sueña en escribir, ahora, un libro.

Ilustracion
Venus O'Hara, Anne Cé y Silvia C. Carpallo, según 'Mi Petit Madrid'.

Nuevo libro

El orgasmo de mi vida. Si ya no sueñas con príncipes azules, locos por pedirte en matrimonio, ni esperas que aparezca un millonario atormentado pero diestro en amores, con una Visa en una mano y un látigo en la otra, este libro es para ti. Porque El orgasmo de mi vida habla de eso, de mujeres realistas, lúcidas, independientes y eróticamente vivas, capaces de combinar esa cotidianidad que todas conocemos, con sus pasiones más salvajes. Ellas son las protagonistas de los relatos, sin guionistas que les digan lo que tienen que hacer, pero sobre todo, son las compositoras, directoras e intérpretes de los orgasmos más armoniosos de sus vidas.

Lux eróticaLux erótica. "Escribir sobre sexo era la propuesta y me sentí estimulada. Después de tantos años como periodista cultural y con mucha vida hecha en torno a la información y a la actualidad, tenía ganas de ponerle carne a la crónica. Porque nuestra más genuina actualidad como personas pasa por el relato del erotismo. Porque de atracción y de relaciones hablamos todo el tiempo en este tiempo occidental con ciertas libertades individuales garantizadas y rebosante de espíritu lúdico pero también algo desafectado y con nuevos descompromisos adquiridos...". Anne Cé.

Inglés para pervertidosInglés para pervertidos."Se dice que la mejor manera de aprender un idioma es a través del sexo con un extranjero. Pero ¿qué haces si estás en la cama y no sabes qué decirle? Con Inglés para pervertidos puedes aprender todas las palabras y expresiones que siempre has deseado saber, desde lo más elemental al sexo más salvaje. El libro cuenta con ocho capítulos centrados en las partes del cuerpo, la cama, el LGBT, las compras sexis, el lado oscuro, el porno, el chat y la salud sexual. Cada capítulo contiene vocabulario, gramática y unos ejercicios muy originales que no encontrarás en ningún otro libro. Aprende todo lo que tu "English teacher" no se atrevería a enseñarte nunca. Y... si te cansas de estudiar, el libro incluye un montón de fotos mias para distraerte". Venus O'Hara.

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