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Paseos didácticos por el ‘Jardín de las Delicias’, y (2)

Por: | 25 de agosto de 2013

David Hargreaves, gurú del cambio educativo en el Reino Unido, considera que la personalización del aprendizaje se realiza en “un aprendiz autónomo pero colaborador, con un alto control metacognitivo y de las habilidades genéricas de aprendizaje, adquiridas mediante la participación en experiencias educativas, con oportunidades y retos enriquecedores, y apoyadas por varias personas, material y tecnologías de las información, unido al bienestar general y centrado esencialmente en el aprendizaje...” [*]

Jacek Yerka, ‘El Bosco’ del siglo XXIFuente: Jacek Yerka, ‘El Bosco’ del siglo XXI

En el post’ anterior, Javier Medina Domínguez y Ana Robles Carrascosa, docentes del Instituto Público de Educación Secundaria ‘Alpajés’ de Aranjuez, exponían las claves que convertían los Paseos didácticos por el ‘Jardín de las Delicias’ — un proyecto de colaboración interdisciplinar— en un proceso de innovación pedagógica, merecedor del Premio Especial al Mejor Trabajo en la XVIII Convocatoria de los Premios a la Mejora de la Calidad Educativa “Francisco Giner de los Ríos”. En esta ocasión, explican la naturaleza de este trabajo con más de detalle.

Cien alumnos y alumnas de de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y de de Bachillerato, en las asignaturas de Lengua y Literatura españolas, Literatura Universal y Ciencias Naturales colaboraron en el desarrollo de un proyecto pedagógico que pretendía desentrañar los misterios y los códigos “ocultos” de la obra “El Jardín de las Delicias” de El Bosco, pintada en una fecha incierta, cercana al año 1500.

De la mano de este proyecto, cruzamos juntos —estudiantes y profesorado— la barrera invisible que convertía una obra pictórica en un “monumento cultural”, destinado a ser admirado desde la distancia. Aprendimos a leer “entre líneas”, a APRENDER (con mayúsculas), uniendo este verbo al descubrimiento, la exploración, la emoción y la satisfacción que genera caminar por senderos inesperados y sin límites.

Las producciones generadas y los aprendizajes alcanzados las agrupamos en cuatro grandes secciones, que nos sirvieron de organizadores de nuestra página web (Paseos por el Jardín de las Delicias) Las producciones generadas y los aprendizajes alcanzados, con este proyecto, las hemos agrupado en cuatro grandes secciones, que nos sirvieron de grandes organizadores de nuestra página web (Paseos por el Jardín de las Delicias) y que, en esta ocasión, nos permiten ordenar este relato.  

La primera de las secciones se titula: El Proyecto. Aquí se recogen los elementos didácticos más relevantes de esta iniciativa pedagógica: los objetivos, la secuenciación de contenidos, la evaluación… “Deseamos compartir esta visión del curriculum y de la enseñanza”—manifiestan Javier y Ana—.

La descripción que aporta esta sección virtual, permite a cualquier docente entender fácilmente las claves didácticas y metodológicas del trabajo desarrollado y acomodarlas a sus propios contextos, objetivos e intereses.

En la segunda sección, Leer el cuadro, se presenta al autor y su obra. Se muestra el análisis de los elementos simbólicos y se presentan diferentes estudios descriptivos de aspectos relacionados con lo grotesco, la tortura, los límites fisiológicos del ser humano, la localización y estudio de la flora y fauna que aparece en el tríptico, animales reales y fantásticos, animales inventados, etc.

En la tercera de las secciones, denominada La huella de ‘El Bosco’, se muestran  las conexiones de la obra pictórica ‘El Jardín de las Delicias’ con la Literatura, la Música, el Cine…  con enlaces a páginas web, una videoteca, una fonoteca

Como afirma Patricia Marco, Alberti, en este libro, vuelve su mirada al "diablo ratoneril y tierno del Bosco", que en el poema 17 se vuelve "diablo hocicudo, / ojipelambrudo, / cornicapricudo, / perniculimbrudo / y rabudo. ..", jugando así con los adjetivos y con los verbos, haciendo gala de un delirio verbal que parece corresponder a un delirio pictóricoEn la última sección, que acordamos nombrar Ut Pictura Poesis, se recogen la mayor parte de  las producciones generadas  (nos detendremos con algo más de detalle en algunas de ellas). La denominación de esta sección hace referencia a un verso de Horacio (‘Ut Pictura Poesis’) que significa literalmente “así como la pintura es la poesía”.

Se incorporan trabajos que tienen como punto en común: establecer relaciones entre pintura y poesía. Para transitar por este camino contamos además de con El Bosco, con la presencia de un  poeta, Rafael Alberti, cuya primera vocación fue la de pintor; quizá por eso, en el exilio, escribió un libro de poemas llamado A la pintura, cuya parte tercera es una bella alabanza al Museo del Prado, —según sus palabras— uno de los museos más bellos del mundo.

Alberti, en este libro, vuelve su mirada al "diablo ratoneril y tierno del Bosco", que en el poema 17 se vuelve "diablo hocicudo, / ojipelambrudo, / cornicapricudo, / perniculimbrudo / y rabudo...", jugando así con los adjetivos y con los verbos, haciendo gala de un delirio verbal que parece corresponder a un delirio pictórico [**].


De la mano de ambos genios hicimos una primera parada, que llamamos Jardines de creación; se trataba de una invitación a realizar un doble viaje, de reflexión y de creación.

De reflexión porque, como hizo Alberti, queremos hacer conscientes a nuestros estudiantes de la idea de que pintura y poesía  son eternas, en su capacidad para emocionar al espectador o al lector; y fue en la emociónEl conjunto de todos los marcapáginas configura la mirada coral de dos grupos de 1º de ESO.en la que quisimos pararnos un instante, para iniciar el otro camino: el de la creación.

Nuestros primeros “creadores” fueron los estudiantes de de ESO, los más pequeños del Instituto, quienes a sus doce años no habían visitado, en su mayoría, el Museo del Prado, ni conocían el tríptico del ‘Jardín de las Delicias’. De esta forma surgieron los marcapáginas del proyecto, similares a los que aparecen en la imagen. El conjunto de todos los marcapáginas configura la mirada coral de dos grupos de 1º de ESO.

2º Bachillerato: Construir un texto literario, poema o no, en el que estuviera presente la función poética. Además, se les pidió que acompañaran su texto con imágenes del tríptico de forma que estuvieran en perfecta relación, embelleciéndoloCon los estudiantes de de Bachillerato, el nivel de exigencia fue mayor. Se les pidió que buscaran un detalle del cuadro, que les pareciera lo suficientemente sugerente como para construir un texto literario, poema o no, en el que estuviera presente la función poética. Además, se les pidió que acompañaran su texto con imágenes del tríptico de forma que estuvieran en perfecta relación, embelleciéndolo. 

Otra de las tareas, a la que queremos referirnos, recibió el nombre de “un poema encerrado en un tríptico”.  Se trataba de averiguar, como hipótesis de trabajo, si poesía y pintura están bien conectadas, o más exactamente, si se podría analizar un cuadro como si fuera un poema…

¡Las  conclusiones a las que llegaron se pueden visitar en la referida página web de Paseos por el Jardín de las Delicias!

Otra de las tareas a la que queremos referirnos recibió el nombre de “un poema encerrado en un tríptico”.  Se trataba de averiguar, como hipótesis de trabajo, si poesía y pintura están bien conectadas, o más exactamente, si se podría analizar un cuadro como si fuera un poema…
Se les pidió, también, la realización de actividades de lectura y valoración crítica en las que debían comparar o hacer una lectura paralela entre ‘El Jardín de las Delicias’ y las poéticas de Baudelaire y de Vicente Aleixandre.

Observar a nuestros alumnos y alumnas entusiasmarse con las diferentes propuestas didácticas, proponer las suyas propias y asistir a un proceso de aprendizaje compartido, es una de las La realización de actividades de lectura y valoración crítica en las que debían comparar o hacer una lectura paralela entre ‘El Jardín de las Delicias’ y las poéticas de Baudelaire o de Vicente Aleixandre. experiencias más formidables y gratificantes a las que hemos tenido la fortuna de asistir en nuestra vida profesional.

Estamos convencidos de que esta línea de trabajo y las claves que hemos pretendido compartir, pueden aportar un soplo de aire renovado a nuestra Educación Secundaria, que siempre anda tentada a mirar a su alrededor por “encima del hombro” desde un “pasado glorioso” que nunca tuvo lugar, salvo en la imaginación de aquellos, que no entienden la educación como un proceso que, orientado al futuro, mantiene los pies embarrados en el presente. Un presente habitado por estudiantes tan cambiantes como nuestra sociedad —abrumados por contenidos y tecnologías que no pueden procesar sin ayuda— insolentemente sinceros y tan interesados en aprender, cómo ni ellos mismos sospechan.

[*] Hargreaves, D. (2006). A new shape for schooling? Londres: Specialist Schools and Academies Trust (p.24)
[**] Patricia Marco. A la pintura de Rafael Alberti: exilio y celebración de la belleza. En Hispanic Poetry Review. Vol. 4, núm.2

Hay 5 Comentarios

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Gracias, muchas gracias, Rodrigo, por todo

La primera parte de esta propuesta me pareció una idea muy operativa para aprovechar el potencial de algunas obras de arte. En esta segunda quedan aún más claras las posibilidades de trabajo con los alumnos. El poema de Paula Milán, integrado en fragmentos del Jardín de las delicias, es un buen ejemplo. ¡Qué diferente es esta manera de ralacionar la pintura y la poesía a la habitual en muchos programas educativos! Vuelvo a felicitar a Ana Robles y a Javier Medina por su idea.

Felicidades.

Buen trabajo http://xurl.es/7bvfl

Hay múltiples aspectos de aquello que nos hace humanos que apenas se contemplan en las escuelas, entre ellos la sensibilidad y, yendo más allá, la capacidad de reconocer la belleza. Y esa capacidad se puede desarrollar; aunque el concepto de belleza sea impreciso y subjetivo, como también lo son los conceptos de amor o de felicidad.

Si tuviéramos la suficiente sensibilidad, deberíamos ser capaces de distinguir entre una obra de arte y un artificio, entre la labor de un artista y la aplicación de un truco o de una técnica, por muy virtuosa que esta sea; es decir, podríamos reconocer lo que es auténtico y percibir la impostura. De alguna manera, al buscar la belleza también nos estaríamos aproximando a la verdad. Tal vez eso explique porque tenemos certezas que no somos capaces de justificar.

Todavía no sabemos lo suficiente para educar este tipo de percepción de modo sistemático, pero al menos debemos ser conscientes de que existe e intentar fomentarla, propiciando las circunstancias para que se produzca, para que haya que utilizarla.

En esta aventura, además de las estrategias o situaciones de aprendizaje que nos podamos inventar, hay otras que ya conocemos, como pueden ser aquellas en las que intervienen la poesía, la música o la geometría. Incluso hay algunas que son muy evidentes, como la búsqueda del ambiente adecuado a lo que se está haciendo.
http://www.otraspoliticas.com/educacion/educar-para-la-belleza

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Sobre el autor

Rodrigo J. GarcíaRodrigo J. García. Doctor en Ciencias de la Educación. Premio Nacional de Investigación Educativa (MEC.CIDE). Ha sido Asesor del Gabinete Técnico del Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid y Asesor Técnico Docente de Renovación Pedagógica y Formación del Profesorado de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Ha colaborado en el fortalecimiento de los movimientos de innovación educativa, impulsando el Portal Innova: una plataforma virtual de difusión de movimientos y prácticas de escuelas democráticas. Forma parte de diversos colectivos profesionales de mejora escolar (Atlántida, ADEME, Foro de Sevilla…). Es asesor para el desarrollo de prácticas democráticas de aprendizaje en instituciones educativas.

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Rodrigo J. García

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