“Los buenos maestros no reclaman […] el ‘centro del escenario’. Ese lugar está reservado para los alumnos. Los buenos maestros no son ‘divertidos’. Lo divertido es entretenido y gracioso. El aprendizaje puede ser absorbente, asombroso, puede desorientar, transportar y, si es alegre o atractivo, mejor aún” (William Ayers: Enseñar un viaje en comic. Acceso Entrevista)
En el comienzo del curso escolar 2010-11, el profesorado del Colegio Público de Educación Infantil y Primaria (CEIP) ‘Tartessos’ de Málaga detectó, en el alumnado de 5º, muy poca motivación por el aprendizaje de los contenidos relacionados con la historia de su ciudad… Para dar respuesta a esta situación, se decidió desarrollar un proyecto de aprendizaje sobre el descubrimiento de los hechos y personajes históricos locales: ‘Conocer la historia en su contexto, en las calles y plazas en las que tuvo lugar’.
Esta aventura de conocimiento fue presentada en la clase, acompañada de un aliciente, especialmente motivador, como era planificar una excursión a los lugares del casco histórico de la ciudad para descubrirlos sobre el terreno.
Enrique Sánchez Rivas, maestro, pedagogo, asesor de formación, escritor y, por entonces, profesor del CEIP Tartessos, manifiesta que responder a este reto exigía organizar el currículo de otra manera. Se buscó, y encontró, una situación de aprendizaje próxima, con sentido y significado, que despertó, además, el deseo de conocer, de confeccionar un itinerario histórico por la ciudad.
Esta reorganización curricular pretendía crear nuevas condiciones de aprendizaje para que los estudiantes alcanzaran las denominadas Competencias Básicas (CCBB) y más recientemente, en nuestro País, Competencias Clave. Con esta expresión nos referimos al conjunto de aprendizajes que, considerados imprescindibles, permiten poner en acción, aplicar contenidos académicos… a situaciones cotidianas y significativamente relevantes.
Las asignaturas tradicionales se orientan, en este caso, al servicio del mejor logro de las referidas competencias.
Enrique, para ilustrar esta argumentación, continúa con la descripción del proceso de aprendizaje seguido. La tarea inicial exigió que la clase se organizara en equipos de estudiantes. Se trataba, no sólo de ajustar tiempos, lugares y distancias; había que asegurar un itinerario que fuese del mayor interés histórico.
Ver Centro histórico de Málaga en un mapa más grande
La gestión de esta tarea requería, a cada equipo de estudiantes-investigadores, una fuerte coordinación en la realización de distintos cometidos: búsqueda en Internet de información sobre lugares de interés, trazado del recorrido sobre el plano o cálculo de distancias y tiempos.
Después de elegir los lugares, las calles… necesitaron continuar con la investigación y recopilar nueva documentación. Se propusieron tres núcleos de búsqueda:
1. Origen del nombre de la calle...
“Por ejemplo, las vías en las que se agrupaban los gremios han conservado el nombre de la actividad laboral que se desarrollaba. Es el caso de la calle Cuchilleros, de Madrid o la calle Panaderos, de Málaga”.
2. Acontecimientos, personajes… que las definieron…
“La historia de una ciudad ha sucedido en sus calles. No es extraño encontrar lugares en los que se libraron batallas, vivieron personajes importantes o, simplemente, formaron parte destacada del urbanismo de la ciudad en siglos anteriores”.
3. Las huellas de su historia aún hoy visibles…
“Casi todas las calles o plazas del centro conservan tesoros históricos, como edificios, fuentes, monumentos, casas natales, etc.”
Tomando estas directrices como referente de la investigación, se le asignó a cada grupo una calle. A partir de este momento, la tarea consistía, una vez más, en acceder a diferentes fuentes y obtener datos relevantes sobre el lugar objeto de estudio. Se les invitó, también, a preguntar en su entorno, se organizó una visita a la biblioteca municipal del barrio y se propuso la navegación a través de enlaces de Internet seleccionados y dispuestos en el blog de aula: dale al coco un poco.
“El itinerario final es fruto de la integración de las aportaciones de todos los equipos. Para facilitar el consenso, se organiza una asamblea en la que, además de poner en común cada propuesta, se aporta información relacionada con los tramos peatonales, el ancho de las aceras de determinadas calles y las obras en ejecución”. (Sanchez, Enrique y Vera Estrada 2011: ‘Historia a pie de calle’)
Sin duda, la fase culminante para el alumnado fue fijar el itinerario didáctico, que arrancaba en la parada del autobús, que cubría la ruta desde el barrio del colegio al centro de la ciudad.
“Cada grupo tenía que seleccionar los contenidos más interesantes e integrarlos en un guion. Las pautas para la tarea eran sencillas: Prepara una explicación en la que relates lo que consideres más relevante del lugar que has investigado. Dispones de un tiempo máximo de diez minutos para la exposición, que se realizará sobre el terreno (el día de la excursión) y contará con la intervención de todos los miembros de tu equipo”. (Sanchez, Enrique y Vera Estrada 2011: ‘Historia a pie de calle’)
Desde este momento, el alumnado tomó las riendas de la visita. Un grupo tras otro se encargaba de indicar el camino hasta llegar a la siguiente parada del itinerario turístico y de transmitir la información que había elaborado sobre ese emplazamiento.
Los estudiantes, de esta manera, se convierten en cualificados guías y buenos conocedores de su ciudad. Como ya hemos apuntado, fueron ellos los que seleccionaron las calles y plazas de mayor interés histórico, investigando, también, su origen, los personajes que allí vivieron y los acontecimientos que se produjeron.
Una vez realizada la visita, el alumnado de la clase de 5º B se encontró en posesión de un inestimable conocimiento vivencial que se propusieron aprovechar. Abordaron, entonces, la confección colectiva de una guía turística y se iniciaron en la escritura de cuentos contextualizados en el casco histórico de la ciudad, valiéndose de los nombres de las calles y de sus personajes relevantes.
Enrique manifiesta que...
“la experiencia de aprendizaje fue muy gratificante y exigió, además, del alumnado familiarizarse con metodologías basadas en la cooperación grupal, las exposiciones orales y la búsqueda de soluciones a problemas abiertos”.
Gonzalo, uno de los alumnos, escribió el siguiente comentario en el blog de aula:
“Profe, es muy interesante investigar sobre las calles de Málaga, es uno de los mejores trabajos que hemos hecho”.
Oscar, manifestó:
“Profe, la próxima vez nos prepararemos más el trabajo los de 5ºA porque en la siguiente exposición lo haremos genial”.
Y, entre otros, Christian añadía:
“Hola, profe. Esto de las calles ha sido muy interesante, porque hemos aprendido mucho de calles que no conocíamos; la que más me ha gustado ha sido Calle Puerta del Mar porque antiguamente el agua llegaba hasta esa calle”.
El relato de esta experiencia forma parte de un texto publicado por Enrique Sánchez Rivas que ha adoptado el título: Ideas creActivas para educar.
En torno a esas mismas ideas Enrique mantiene un blog con el mismo título y que recomendamos visitar.
(*).Enrique Sánchez Rivas es miembro del Grupo de Investigación INNOEDUCA-Universidad de Málaga y mantiene una columna semanal sobre Pedagogía en el diario La Opinión de Málaga.
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