Autoras invitadas: Isabel Castro y Ana Pulido(*)
En vez de aula contamos con laboratorios o talleres entendidos como lugares de trabajo, lugares para hacer. (Alejandro Piscitelli. La educación nunca empieza, siempre continua. Antecedentes)
“Tendieron don Quijote y Sancho la vista por todas partes: vieron el mar, hasta entonces dellos no visto; parecioles espaciosísimo y largo, harto más que las lagunas de Riudera que en la Mancha habían visto;…”
(Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Segunda parte, Cap. LXI)
En el departamento de Lengua Castellana del Instituto público de Educación Secundaria ‘La Mar de la Frau’ de Cambrils (Tarragona), andábamos dándole vueltas, planteándonos… cómo abordar el ingente temario de literatura del cuarto curso de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Habíamos preparado algunos proyectos que abordaban episodios literarios importantes, como 'Las bicicletas son para el verano' o 'El lápiz del carpintero', buscando siempre la manera de que los estudiantes los percibieran con abundantes mensajes de vigencia, de actualidad… La tarea se complicaba al abordar una obra como Don Quijote de la Mancha, en principio muy alejada de los intereses de estudiantes de la ESO.
Estábamos de acuerdo en que la utilización de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) y la transformación de los textos en géneros contemporáneos podría ser un buen camino.
En esta búsqueda, tuvimos la oportunidad de acceder, a través de las redes sociales, al proyecto Quijote News, un trabajo colaborativo lanzado a la red por el equipo impulsor del ‘I Encuentro de Docentes de Lengua en Educación Secundaria’, cuya finalidad era mantener vivo, entre los jóvenes, el mensaje de El Caballero de la Triste Figura.
Nos pusimos en contacto y obtuvimos recursos, orientaciones y materiales como una guía didáctica, que incorporaba criterios metodológicos e indicaciones de evaluación, además de una orientación específica: conseguir que el resultado final pudiera exponerse en un periódico digital.
Una vez conocido el proyecto, consideramos importante hacer una adaptación de los materiales a las peculiaridades de nuestro centro, de nuestro alumnado… Los estudiantes del instituto ‘La Mar de la Frau’ se organizan normalmente en grupos cooperativos y utilizan las TIC como herramienta habitual de aprendizaje, elaboración y creación.
¿Por qué Quijote News, en la Frau?
¿Qué es esta palabra, FRAU? El nombre de nuestro Instituto es LA MAR DE LA FRAU. Esta referencia topográfica corresponde al nombre que daban los pescadores de Cambrils a todo el Golfo de Sant Jordi, que va desde la Illa de Buda, en el Delta de l'Ebre hasta el Cap de Salou. Este golfo está formado por el hundimiento de una cordillera litoral, que recorre toda la costa de Tarragona bajo las aguas mediterráneas. A partir del Cap de Salou, esta cordillera sigue el perfil de la costa, justo delante de las playas de Cambrils, hasta llegar al Delta de l'Ebre, donde finalmente la sierra se hunde en las profundidades del talud continental.
No se trata de cuatro farallones, sino de una verdadera cordillera en el fondo del mar, que crea un ecosistema propio de rica biodiversidad.
Nos pusimos a la tarea y una vez más nos dimos cuenta de la lejanía del texto respecto de los intereses de nuestros estudiantes. Decidimos, entonces, centrarnos en los capítulos que referían las aventuras de don Quijote y Sancho desde que llegan a la ciudad de Barcelona hasta que el caballero sale derrotado y se dirige a su pueblo (de cuyo nombre no quiero acordarme). Este enfoque permitió construir una relación ‘con sentido’ entre la obra de Cervantes y Cataluña, poniendo de manifiesto, una vez más, la necesidad elaborar materiales específicos y adaptados. Lo conseguimos, creamos una página web, que rotulamos con el nombre de: Quijote News en la Frau. En este espacio virtual se explica todo el proceso de construcción y desarrollo del proyecto y se facilita acceso a los materiales y recursos utilizados.
Una vez familiarizados con las aventuras de don Quijote y Sancho en Barcelona, organizamos un viaje a la capital catalana, tratando de conseguir que los estudiantes dispusieran del suficiente tiempo como para poder visitar con calma los lugares por donde supuestamente Cervantes había hecho cabalgar a don Quijote.
Cuando informamos a las familias de nuestro proyecto, algunas nos manifestaron el temor de que sus hijos deambulasen solos por la ciudad. Incluso los propios estudiantes declaraban tener miedo a perderse. Comprendíamos estos temores, pero queríamos que estas circunstancias fueran gestionadas por los propios estudiantes, sabiendo que contarían siempre con nuestra colaboración. Esta actividad se prestaba a trabajar un propósito educativo añadido: mejorar en cada estudiante sus habilidades de autonomía personal.
Teniendo estos temores presentes trazamos un plan, que se ajustaba muy bien a nuestros objetivos y que favorecía la utilización de las nuevas tecnologías y el trabajo cooperativo. Dividimos los capítulos por lugares y los repartimos entre los grupos cooperativos. Se trataba de abarcar un amplio recorrido. Los lugares concretos los localizamos con Google Maps. Con esta tarea habíamos conseguido que los estudiantes se sintieran más seguros, ya que habian tenido la oportunidad de preparar el itinerario con antelación y de conocer con quién y qué iban a visitar.
Cada uno de los grupos tuvo que fotografiar los rótulos de las plazas y calles que tenían adjudicados, los elementos urbanos antiguos y contemporáneos… Esto les permitió aportar evidencias sobre la transformación urbana que se había producido y reflexionar sobre las posibles causas. Era la forma de que se hicieran con el material fotográfico necesario para la elaboración del periódico digital. Esta labor nos pareció importante, era también una manera de estimular la conciencia y el respeto por la propiedad intelectual y la creatividad en la producción de materiales propios.
Con estas indicaciones pudimos comenzar nuestro viaje a Barcelona. Nos reunimos en la Plaça del Pi, situada en el centro del Barri Gòtic. El primer paso, para conseguir que el recorrido se percibiera seguro, fue sacar nuestros móviles y todos los estudiantes grabaron el teléfono del instituto que llevábamos las profesoras; nosotras ya disponíamos de sus teléfonos grabados, podíamos comunicarnos de manera inmediata ante cualquier problema.
Desde allí, como una tela de araña, se desplegarían en 16 grupos, de cuatro o cinco estudiantes cada uno. No las tenían todas consigo, nuestro alumno Miquel Gómez, por ejemplo, nos comentaba que le daba un poco de respeto bajar hasta el puerto y recorrer el Passeig Colon.
Cogimos nuevamente los móviles. Buscamos en Google Maps el lugar de salida, la Plaça del Pi, donde estábamos, y el punto al que se dirigían. Todos tenían en su pantalla el itinerario que debían seguir. Además, les recordamos que debían ir juntos todos los del grupo, sin separarse.
Marcamos como límite de tiempo una hora, y se dirigieron a las plazas de Sant Jaume, Real, Sant Felipe Neri, del Rei; a la calle del Call (donde se encontraron con la antigua imprenta de Sebastián de Comellas, en la que se imprimió la versión del Quijote de Gómez de Avellaneda que tanto molestó a don Quijote); a Les Drassanesy al Passeig Colon.
Esperamos hasta que fueran llegando: “Reto superado”, dijo nuestro alumno Miquel Gómez, explicándonos todo entusiasmado lo que habían recorrido y fotografiado.
Este material les había permitido familiarizarse con los personajes, los lugares y las aventuras de la novela. Mediante geolocalización, organizamos las fotos, que mejor habíamos valorado desde un punto de vista descriptivo y estético.
Ahora ya estábamos preparados para iniciar la segunda parte de nuestro proyecto. Comenzó con la lectura de los capítulos que se desarrollaban en Barcelona. Nuestros estudiantes sabían ya quiénes eran los personajes que iban a encontrarse, por dónde habían caminado y cómo se habían relacionado entre ellos. Esto favoreció considerablemente la comprensión de un texto que, si bien estaba adaptado(**), era propio del siglo XVII, muy alejado del lenguaje actual.
¿En qué aventuras se vieron implicados don Quijote y Sancho en Barcelona?
Don Quijote y Sancho trataron de llegar a Barcelona sin pasar por Zaragoza, por donde sí habían pasado los personajes del Quijote de Alonso Fernández de Avellaneda. Al dar este rodeo, se encontraron con el bandolero Roque Guinart, quien les acompañó hasta la misma playa de la Barceloneta y les recomendó a su amigo don Antonio Moreno. Este les alojó en su casa, donde se desarrolló el famoso episodio de la cabeza, y les acompañó en sus paseos por todas las calles de la ciudad.
En el mismo puerto de Barcelona tuvieron lugar la visita a las galeras y el relato de la historia de la hermosa morisca.
Finalmente, en la playa el Caballero de la Blanca Luna, que en realidad era Sansón Carrasco, retó a don Quijote a una batalla que perdió nuestro ilustre caballero, por lo cual se vio obligado a tomar el camino de vuelta hacia su casa y a dejar sus armas, tal como le impuso el caballero victorioso .
Una vez leídos los capítulos, les tocó asumir el papel del periodista que narraba u opinaba sobre los acontecimientos vividos por los personajes. Tenían que escribir noticias sobre la llegada de don Quijote a la playa de la Barceloneta o los paseos por las calles de la ciudad; elaborar reportajes sobre las imprentas de la época, las galeras o los corsarios; preparar entrevistas a don Antonio, Sansón Carrasco o Sancho; redactar artículos de opinión sobre los prejuicios sociales, la justicia o los moriscos.
Continuábamos con nuestra preocupación por fomentar la autonomía personal y aunque los grupos cooperativos tenían asignados los episodios, ellos tendrían que repartirse dentro del grupo, según sus intereses y habilidades, quién haría la noticia, la entrevista, el reportaje o el artículo de opinión. Tuvieron que consultar unas infografías que, previamente preparadas, les servirían de guía y donde aparecían las peculiaridades de cada género periodístico y las pautas para su elaboración.
En la distribución de las tareas influyeron, sin duda, los intereses y la preparación de cada estudiante. Necesitaban tener muy claro antes de comenzar a escribir cómo transformar el texto narrativo en un texto periodístico y cómo ajustarse al canon de cada tipología periodística.
El paso siguiente fue la elaboración de los textos en un documento compartido en la red que les permitía trabajar de forma cooperativa. Una vez elaborados y corregidos los textos, cada grupo cooperativo maquetó su parte del periódico digital.
El trabajo de maquetación se terminó cuando se unieron los trabajos de todos los grupos en un solo archivo.
Por último, compartimos nuestro periódico digital con los organizadores del proyecto Quijote News, que lo publicaron en su página web junto a las producciones de los otros 50 centros de toda España que hasta el momento habían participado.
La organización del proyecto nos envió un diploma acreditativo de nuestra participación y nosotros lo compartimos en las redes sociales.
“…por caminos desusados, por atajos y sendas encubiertas, partieron Roque, don Quijote y Sancho con otros seis escuderos a Barcelona. Llegaron a su playa (…)
…don Quijote, el cual, volviéndose a Sancho, dijo:
Estos bien nos han conocido: yo apostaré que han leído nuestra historia, y aun la del aragonés recién impresa.” (Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Segunda parte, Cap. LXI)
(*) Isabel Castro, catedrática de Lengua castellana en el INS ‘La Mar de la Frau’, lleva trabajando 35 años en la enseñanza pública y desde hace 10 se encuentra muy implicada el aprendizaje cooperativo y en el uso de las nuevas tecnologías de la información en el aula.
Ana Pulido, profesora de Lengua castellana en el INS ‘La Mar de la Frau’
(**) Versión adaptada utilizada: Don Quijote de la Mancha. Edición de la Real Academia Española 2014. Adaptada por Arturo Pérez Reverte. Real Academia Española y Editorial Santillana: Madrid.
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Hay 1 Comentarios
Cuando Quijote, sin quijada, y Sancho, sin panza, se conocieron, en un lugar de La Mancha, sin manchas, los molinos de viento no funcionaban. El amigo Cervantes le regaló a Quijote un caballo y una lanza, y a Sancho lo obligó a comer durante horas y horas para que le creciera la panza. También rogó al cielo para que el viento soplara y fue entonces que descubrió la realidad de un mundo repleto de ilusiones... los pobres cada vez mas ricos y los ricos cada vez mas pobres. Y el amor al prójimo quedo como una mera ilusión poética.
Publicado por: RAMÓN | 23/10/2015 17:27:13