Parte I: Nosotros no votamos, nos ponemos de acuerdo...
“No existe una fuerza transformadora más poderosa que la educación para promover los derechos humanos y la dignidad, erradicar la pobreza y lograr la sostenibilidad, construir un futuro mejor para todos (…) aspiraciones que constituyen aspectos fundamentales de nuestra humanidad común.” (UNESCO, Replantear la educación ¿Hacia un bien común mundial?)
“Nosotros no votamos, nos ponemos de acuerdo con argumentos porque llegar a un acuerdo es una forma de asegurar compromiso, participar, hacer algo… El argumento más poderoso es el que todos elegimos y tardemos lo que tardemos no importa, porque aprendemos y cuanto más diferentes seamos, más aprendemos” (Esteban y María, estudiantes del Colegio ‘La Biznaga')
El Proyecto “La Biznaga” comienza, hace cinco años, en el Colegio Público de Educación Infantil y Primaria de Málaga, que da nombre al proyecto, después de un tiempo en el que el centro estuvo a punto de cerrarse por falta de alumnado.
Hoy, esta escuela, es considerada un referente en la zona y su identidad ha quedado definida por un modo de actuar profundamente democrático y de afirmación de los Derechos Humanos. María José Parages, directora de ‘La Biznaga”, añade “…nuestra escuela la podríamos definir como una verdadera comunidad de convivencia y aprendizaje”.
La nueva andadura del Colegio 'La Biznaga’ se sustenta en el desarrollo diario de un concepto de educación transformadora, construido por el profesorado con una metodología activa que impulsa la curiosidad y la creatividad.
El colegio, de línea uno, acoge enseñanzas de segundo ciclo de educación infantil y de educación primaria. Escolariza a 150 niñas y niños y cuenta con un claustro de 10 maestras y 2 maestros. Además, a tiempo parcial, dispone de dos maestras de religión y una maestra especialista en audición y lenguaje.
El Colegio ‘La Biznaga’ es un centro en los que la teoría pedagógica inspira una rigurosa y planificada práctica profesional, sustentada, a su vez, en una red de experiencias éticamente innovadoras en instituciones escolares de distintos países (España, Argentina, Brasil, México, Chile e Italia). Una red denominada Proyecto Roma1, en la que sus profesionales son capaces de transformar la tarea de enseñar en una ambiciosa realidad de educación inclusiva.
“Nosotros como profesorado del Proyecto Roma sustentamos nuestra práctica en los siguientes principios: el respeto a las peculiaridades del alumnado (todo el alumnado es competente para aprender: proyecto confianza), la construcción del conocimiento de manera social a través del trabajo cooperativo (proyectos de investigación), convertir las aulas, en su funcionamiento, emulando un cerebro (proceso lógico de pensamiento: zonas de desarrollo y aprendizaje), las relaciones interpersonales entre familias, profesorado y alumnado y la mejora de la calidad de vida en la clase (calidad de la enseñanza: democracia en las aulas), y el respeto a la diferencia como valor, las diferencias mejoran los procesos de enseñanza y aprendizaje. Sólo así, pensamos, podremos hacer de nuestras clases una comunidad de convivencia y aprendizaje.” (López Melero, M. y Parages M.J. ¿Qué nos hace diferentes a los profesionales del Proyecto Roma? Compartiendo algunas reflexiones)
El profesorado de ‘La Biznaga’ considera el aprendizaje como el resultado de la planificación y desarrollo de auténticos ‘proyectos de investigación’. Esta concepción se fundamenta en las reflexiones, análisis y conclusiones de pensadores e investigadores como Alexander Luria, Lev Vygotski, Jerome Seymour Bruner, Paulo Freire, Jürgen Habermas, Humberto Maturana, Stephen Kemmis, que coinciden en argumentar que el aprendizaje es un proceso social de indagación, necesitado de contextos organizativos y curriculares cooperativos y solidarios.
En esta escuela, las situaciones cotidianas se convierten en núcleos de actividad que conforman proyectos de investigación y esto fue lo que sucedió en febrero de 2016, cuando se detectaron varias averías en los servicios y baños del colegio: la acumulación de residuos, al parecer, era la causa. Esta incidencia se utilizó como situación problemática convirtiéndose en núcleo de planificación y organización del currículo.
En una asamblea inicial de las clases de 4º, 5º y 6º de educación primaria, se comenzó por analizar y valorar lo que cada alumno y alumna sabía al respecto, lo que conocía sobre la situación, si contaban con alguna experiencia previa. Una vez compartido este conocimiento, enunciaron entre todos lo que, en ese momento, opinaban: era necesario disponer de información para resolver el problema.
Comenzaron por averiguar lo que pudo ocasionar el incidente, desplegando toda una serie de actividades, que formaron parte de un Plan de Acción, elaborado, primero, en pequeños grupos, con las orientaciones del profesorado, y luego debatido, compartido y reconfigurado por toda la clase. El desarrollo de este plan permitió explicar lo ocurrido y compartirlo con el resto de los compañeros y compañeras de otros ciclos del colegio.
En esta ocasión, se propusieron, además, que su descubrimiento pudiera servir de reflexión en la asamblea general del centro.
Acudieron a visitar el funcionamiento de la Estación de Bombeo de Agua Residual de Pacífico y la Playa de la Misericordia en Málaga, con el apoyo del Centro de Educación Ambiental del Aula del Mar y la Empresa Municipal de Agua de Málaga (EMASA). Pudieron observar directamente cómo los materiales que habitualmente se arrojan a los servicios, llevaban en el agua más un año y aún permanecían inalterables (toallitas ‘normales’, toallitas “degradables”, bastoncillos de los oídos, salvas slip, compresas, guantes…).
Tomaron conciencia del peligro que encierran los residuos plásticos, por ejemplo, para la vida de las tortugas (los confunden con medusas) y las consecuencias que arrastra tirar el aceite por los desagües.
Fueron a la playa y corroboraron que, aún habiendo acabado de pasar los camiones de la limpieza, en la arena todavía quedaban ‘bastoncillos’.
Como conclusión a su labor investigadora pudieron argumentar la necesidad de no arrojar materiales a los desagües, a la vista de las consecuencias que este mal hábito había ocasionado en los servicios y baños del colegio y los problemas generales provocados en el mantenimiento de las instalaciones y en el cuidado del ecosistema marino, que con frecuencia ellos mismos disfrutaban.
Pudieron comprobar el efecto de arrojar papel higiénico, toallitas, tiritas… a los servicios. Con este propósito habilitaron como laboratorio un espacio del colegio, en el que colocaron botes trasparentes con agua y los diferentes residuos que solemos tirar por los desagües
Observaron y comprobaron lo que sucedía con ellos al cabo del tiempo y tuvieron la oportunidad de examinar el proceso de descomposición de dichos materiales en el agua. Se puso en evidencia el deterioro que ocasionan los posos que se van depositando y cómo se convierten en vertidos.
Una vez solucionado el atasco por los operarios del Ayuntamiento, pudieron comprobar realmente la cantidad de residuos que obstruían las cañerías del colegio y que habían ocasionado los problemas. Estos residuos se componían de los mismos materiales que habían trabajado en el proyecto de investigación.
En la entrada del blog del colegio, que relata esta experiencia de aprendizaje, se escribe: ...hemos aprendido que “El váter no es una papelera”
Otro de las constantes de la vida escolar de ‘La Biznaga’ es el sentido democrático en la definición de las relaciones y la adopción de decisiones que rigen la vida colectiva de la comunidad educativa.
“Los alumnos son los protagonistas de la organización de los espacios físicos y de la construcción de las normas. No cuentan con horarios previamente establecidos, sino con horarios extendidos que favorecen el aprendizaje y la convivencia. Fomentar la autonomía del alumno es clave en el aprendizaje activo que se pretende en la escuela. Cada semana se organiza una asamblea en la que participa todo el alumnado para comentar y decidir en torno a determinadas temáticas, fomentando un proceso mucho más colaborativo.” (CEIP LA BIZNAGA. Ashoka España.- Innovación educativa en la escuela pública: las nuevas Escuelas Changemaker en España)
Al final del año 2014 y comienzos del 2015 el alumnado del colegio puso en marcha, un proceso de debate por medio de asambleas para alcanzar acuerdos en la organización de los espacios: baños, comedor, patio, servicios, clases… y las normas que debían adoptarse para convivir y crecer en los valores de la cultura del paz y la no-violencia.
En esta ocasión, nos vamos referir, al proceso de definición colectiva del patio del colegio. Una vez realizados los distintos debates en cada clase, donde se hicieron propuestas sobre las utilidades y uso de este espacio, los portavoces se reunieron para poner en común estas iniciativas. Más tarde, en una asamblea con todas las personas que trabajaban en el colegio, decidieron los cambios necesarios para que el patio fuera ese lugar que todos querían.
“Decidieron que el patio debía ser un lugar donde jugar a más cosas que al fútbol y para ello acordaron pintar distintos juegos y como en otras ocasiones, encontraron ayuda en las familias que siempre están dispuestas a colaborar.” (PINTAMOS NUESTRO PATIO, Colegio La Biznaga)
“Ha sido una tarde muy bonita y, además, vamos a inaugurar nuestras pinturas el viernes 30, ya que junto con nuestras familias y representantes de AMFREMAR, vamos a celebrar el día de la Paz y ésta es una de las muchas actividades que hemos organizado para ello.” (PINTAMOS NUESTRO PATIO, Colegio La Biznaga)
Estos acuerdos y estas decisiones se suceden continuamente en ‘La Biznaga’. La comunidad educativa y los chicos y chicas, sobre todo, van definiendo democráticamente su espacio de “convivencia y aprendizaje”. Al comienzo del curso 2014-15, por ejemplo, se encontraron con ‘pasillos nuevos’
Y a lo largo del curso 2013/14, el grupo de alumnos y alumnas de 4º curso de primaria, acordaron y decidieron cómo deberían estar acondicionados los baños y cómo debía ser su uso.
“Hicimos dos asambleas para decidir cómo iban a ser los baños. La clase de 4º hicieron unos semáforos para que cuando alguien entrase al baño, lo pusiera en rojo o en verde. Los niños y niñas de 4º los han hecho con cápsulas de ‘Nespresso’. Las cápsulas son rojas y verdes y han utilizados seis cápsulas de cada color por semáforo.
El colegio ha puesto espejos con baldosas de colores, los padres pintaron las puertas con pomos nuevos. Miguel (el conserje) puso portarrollos para el papel y los niños y niñas de 4º los pintaron. Miguel los hizo con maderas que había en el cole. Puso tres trozos de madera en forma de “u”, los atravesó con un palo y con dos tapones los sujetó a las maderas.
En la asamblea de los baños, se acordaron las normas de uso y se habló de las modificaciones que queríamos que se hicieran. También hablamos y decidimos las normas y se pasaron a adivinanzas y se pusieron en letras grandes en carteles para colorear. Esos carteles los hemos coloreado los niños y niñas del colegio y cada mensaje se ha colocado en su lugar: en el lavabo, dentro del baño….etc.
A partir de ahora, todas y todos tenemos que ayudarnos para que hagamos buen uso porque nuestros baños ya tienen papel, jabón, papeleras y escobillas.”
(Los baños de nuestro “cole” han cambiado, Periodista: Laura Ruiz Camero, de 6º curso, en el Periódico "La Biznaga")
“Estamos construyendo un espacio democrático donde toda la comunidad educativa participa en la construcción del conocimiento y de las normas, de tal modo que, todas las normas que tenemos en el colegio, las han propuesto nuestras niñas y nuestros niños argumentando en las distintas asambleas (de clase, de portavoces o generales del colegio) y, todo ello, para buscar aquellas que su cumplimiento nos permita que emerjan los valores necesarios para la convivencia y para el aprendizaje. De ahí que pensemos que nuestro colegio constituye una comunidad de convivencia y aprendizaje” (María José Parajes).
Este relato no acaba aquí, ‘La Biznaga’ tiene muchas más claves que ofrecer a la hora de imaginar una escuela de acogida, democrática y que promueva el desarrollo pleno y autónomo de cada alumno y de cada alumna. Tendrá, por tanto, segunda parte…
Continuaremos con ‘La Biznaga’ en la siguiente entrada de este Blog.
(1) Proyecto Roma. Surge en 1990, dirigido por el Prof. Miguel López Melero. Como proyecto de investigación, pretende aportar ideas y reflexiones sobre la construcción de una nueva teoría de la inteligencia, a través del desarrollo de procesos cognitivos y meta-cognitivos, lingüísticos, afectivos y de autonomía en el ser humano. Como proyecto educativo, su finalidad básica y fundamental se centra en mejorar los contextos familiares, escolares y sociales, desde la convivencia democrática, el respeto mutuo y la autonomía personal, social y moral.
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