Sección 'Desaparecida'
Estrenos y regresos
para todos los gustos
Parece mentira que hablemos de estrenos, en medio del caos de cancelaciones, pero la vida es así. Mientras algunas cadenas se quedan sin episodios frescos, otras tienen la valentía de comenzar a narrar una nueva historia en tiempos de vacas flacas. El único debut de esta semana —decíamos— se emite por la cadena AMC y se llama Breaking Bad. Pero cuidado: no es lo más importante de estos días sólo porque sea flamante, sino porque huelo que puede estar muy bien.
La trama: tenemos por aquí a un profesor de química de nombre Walter White, buenas noches. El hombre ha cumplido cincuenta años y su médico —a modo de obsequio— le dice que tiene un cáncer incurable. Zas, la vida a la mierda. Como este buen profesor no tiene muchos ahorros, decide pasar sus últimos meses vendiendo una droga inventada por él mismo en una caravana (casa rodante, para los lectores de mi tierra) y de este modo hacer algún capital para dejarle a su familia tras la muerte.
Me gustan estos cuentos sencillos, donde los héroes son, más que nada, unos desesperados. Y sus hazañas no surgen de su afán por hacer el bien, sino de la más grande de las desdichas. El primer episodio se emitió hace unas horas, cuando todos nosotros dormíamos, y ya está listo para descarga [S01E01].
AMC (que es la cadena de Mad Men, ganadora de los Globo de Oro) ha dicho que la primera temporada consta de siete episodios y que no habrá baches inesperados. Bien por ellos.
El resto de la parrilla se mantiene tambaleante, como desde hace ya un par de meses. Lo mejor de todo, The Wire, The L Word y Prison Break. Mala semana para las comedias. Todo detenido menos Ugly Betty y Scrubs.
Hay que destacar (aunque aún no haya subtítulos) que se ha estrenado en la cadena CBC, de Canadá, la serie jPod, comedia dramática de la que se emite esta semana el tercer episodio. El E01 y E02 los pueden descargar desde aquí.
jPod está centrada en el departamento de desarrollo de una empresa de videojuegos. ¿Otra serie sobre geeks y/o frikis antisociales al estilo The IT Crowd? Pues no. La historia es adaptación de una novela de Douglas Coupland con el mismo nombre. Coupland es el autor de Generación X, y participa en los guiones. Estos precedentes le dan, a priori, un aura de calidad. Esperamos subtítulos con urgencia.
Último dato antes de irme. Esta medianoche TVE1 emite el episodio 12 (y final de temporada) de Desaparecida, la única serie española que hemos seguido en Espoiler con interés y alegría.
En este capítulo especial se hará un racconto de todo lo ocurrido en la primera temporada, pero no será un episodio de fragmentos. Hay una trama. Todo ocurre cinco años después, con el Teniente Serra (Miguel Ángel Solá) en silla de ruedas, explicando el caso a sus alumnos policías. Buena manera de hacer resumen. Sí señor. Y todo esto ocurre porque el miércoles, en horario central, se estrena la segunda temporada, que tendrá episodios autoconclusivos, es decir, tramas cerradas de una hora. (Ver episodio completo vía YouTube.)
Están todos avisados.
Calendario semanal, completo
Qué ver en la 3ª
semana de octubre
Nuevo récord para Espoiler. Hay sesenta y una series en el calendario de esta semana, y a todas las iremos enlazando con sus respectivas descargas (.torrents) tan pronto se emitan en sus cadenas de origen.
Comencemos con el único estreno, que se producirá el martes con Samantha Who?, una comedia de ABC en la que una mujer despierta después de un coma de ocho días y no recuerda nada; le van diciendo quién fue, y comienza a asquearse de su pasado. Veremos qué tal.
Quizás lo más importante de la semana sea la emisión (doble) del final de temporada de Damages, la impostergable serie de suspenso protagonizada por Glenn Close y Ted Danson. Hablaremos del tema durante la semana, porque promete ser un momento histórico de la tele de calidad. Y, por supuesto, el S02E03 de Dexter, que si nos ponemos técnicos es el inicio real de temporada después de los dos preairs que ya vimos hace dos meses.
En Estados Unidos están triunfando (en lo que a público se refiere) algunas series que no nos gustan demasiado: Bionic Woman, Gossip Girl y Private Practice. Por lo que veo en el número de descargas de los portales de subtítulos, aquí ocurre lo mismo. Aunque en Espoiler no hablamos demasiado de ellas, también están en el calendario para su descarga.
Sí hablamos, en cambio, de otras que tienen una calidad indiscutible. Dirty Sexy Money, con tres episodios en el aire ya, se consolida con un guión de comedia fronterizo con el drama que me maravilla. Californication sigue mejorando semana a semana, Carpoolers tuvo un inicio acertadísimo y 30 Rock empezó como hacía tiempo no lo hacía una comedia. Un lujo.
Por último, y me voy: he agregado al calendario dos producciones europeas que merecen estar aquí. Una es Robin Hood (que emite la BBC con gran éxito) y Desaparecida (una producción de TVE), que merece ser recomendada después de un segundo episodio todavía mejor que el primero. Me alegra poder incluir una producción en castellano en este calendario. Si alguien no ha visto los capítulos uno y dos, las descargas en estos enlaces. Buen provecho.
Calendario completo
Con "Desaparecida",
apareció la buena TV española
DESAPARECIDA
Trailer del episodio uno | Descargar .torrent S01E01
Argumento: La madrugada en que Patricia cumple 18, desaparece de su hogar después de una salida nocturna. Sus padres, hermanos, tíos y vecinos comienzan una búsqueda incesante.
Producción Ejecutiva: Miguel Ángel Bernardeau y Ramón Campos.
Dirección: C. Sedes, M. Palacios, J. Sánchez-Cabezudo y J.M. Caro.
Protagonistas: Carlos Hipólito, Luisa Martín, Miguel Ángel Solá
Emite: Televisión Española, los miércoles a las 22.00.
Desaparecida llega a la pantalla con el buen pie de una publicidad azarosa: la sociedad está hipnotizada, desde hace meses, con el caso de Madelaine McCann, la niña inglesa que desapareció del mapa en Portugal. Pero por suerte, la serie se parece muy poco al circo mediático de la pareja inglesa.
En este caso se nos presenta a una familia española de lo más normal, con tres hijos. Dos adolescentes (chico y chica) y una niña pequeña. Madre ama de casa y padre dueño de bar. Clase media trabajadora. Los cinco viven en un barrio imaginario de Madrid llamado Blancaró y tienen una vida atiborrada de normalidades. Una noche cualquiera, Patricia, que acaba de cumplir dieciocho, no regresa a casa después de una fiesta. Y entonces todo se pone patas arriba.
El primer episodio narra todo lo que ocurre esa noche fatídica. Disputas familiares por el horario de regreso de los adolescentes, pedido de dinero para salir, padre trabajador, madre abnegada. Después ocurre la desaparición, que va tornándose trágica conforme pasan las horas. Al día siguiente la policía comienza la búsqueda. Los vecinos se involucran. Los medios de comunicación hacen su aparición paulatina. Lo normal en estos casos. No hay mucho para contar sobre la estructura, porque todo es bastante imaginable.
Bueno, me equivoco. Sí hay algo para contar: y es que se trata de lo mejor que ha hecho la tele en lo que va de año. Lo mejor en todos los sentidos posibles. Así que sin perder tiempo vamos a centrarnos justamente en esas cuatro cuestiones en donde, por lo general, todas las ficciones nacionales fallan, y ésta no.
Buen horario de inicio y publicidad razonable
El miércoles pasado, a las diez de la noche en punto —o sea, tan pronto acabaron los informativos— Televisión Española emitió un trailer de cuatro minutos de Desaparecida, con las imágenes más cautivadoras de lo que sería el primer episodio. Con este simplísimo sistema dejaron al público con ganas de más. Entonces sí, fueron a una publicidad larga, de unos quince más o menos, pero no fue una publicidad huérfana (como suele suceder), sino encausada. La gente ya esperaba algo. La serie fue presentada después de eso, al completo, con sólo una publicidad de cuatro minutos exactos, casi al final.
Fue un excelente gancho, sin dudas. Tanto la emisión del trailer inicial como la idea (arriesgada) de no interrumpir el primer episodio con publicidad abusiva. Veremos qué ocurre esta semana con el episodio dos, pero al menos se ha conseguido enganchar a un gran número de espectadores con este buen truco: el primer capítulo de Desaparecida fue visto por tres millones y medio de personas.
Las actuaciones tienen fundamento
Después de muchísimo tiempo, una niña de cinco o seis años nos ha resultado creíble en una ficción española. Esto es casi un milagro y hay que destacarlo con mayúsculas. Se llama Bárbara Maier (Sonia en la ficción) y es la hermana pequeña de la familia. En una escena está sola frente al televisor, mirando los Lunnis, y ríe a carcajadas con una naturalidad arrolladora. Sus diálogos también son naturales y creíbles. También sus gestos.
No sorprende tanto que Carlos Hipólito y Luisa Martín (los padres) hayan bordado sus respectivos roles. Ambos son actores de teatro y se les nota a la legua. Pero la tele es otra cosa y han estado realmente bien. Sobre todo ella: hay un par de escenas desesesperadas en donde la actuación de Luisa Martín te pone los pelos de punta. Maravillosa.
Miguel Ángel Solá está muy bien, medido en su rol de detective. El acento argentino se le nota poco (puede pasar por canario) pero de todas formas se le ha agregado —por las dudas— una escena divertida en donde dice: “Llevo veintisiete años sin hablar cristiano, por culpa de una malformación del paladar”. La serie tiene varios toques distendidos como éste, de leve humor, que le hace muy bien al global.
Los demás co-protagonistas están sobrios. Solamente desentona Beatriz Ayuso (Patricia), pero hasta en eso hay suerte: porque su personaje es justamente la chica que desaparece al principio. Y en los pocos flashbacks en donde reaparece se la hace hablar más bien poco.
El guión no fue destrozado por el morbo
El tema de la desaparición de adolescentes es tan conocido, tan propenso al morbo y al cliché, que hacer aquí las cosas bien tiene doble mérito. El mérito inicial de escribir sin desmanes, y la virtud de hacerlo justamente en un tema donde la frontera con la farsa y el amarillismo está muy cerca: caer al barro no cuesta nada.
Decíamos antes que, por suerte, no se ha puesto el dedo en la llaga de lo trágico permanente. El guión tiene matices de comedia (muy sutiles) en donde el espectador puede descansar del nudo en la garganta. Esos toques de humor están bien dosificados, no molestan sino que nos hacen poder respirar. La historia que nos están contando es tan oscura (y los buenos actores nos la hacen tan creíble) que a veces esos toques nos ayudan a que se nos dibuje una sonrisa falsa en medio del caos.
Ocho guionistas figuran en los créditos de Desaparecida: Ramón Campos, Gema Niera, Eligio Montero, Allan Baker, Álvaro González-Aller, Deborah Rope, Luis Marías y Laura León. Imagino que alguno de ellos leerá Espoiler, así que desde aquí mi enhorabuena para el team. Da gusto cuando se hacen las cosas bien.
La producción tiene olor a Bernardeau
Y aquí hay que hablar, sin dudas, de Miguel Ángel Bernardeau. A estas alturas, hay que decir que cualquier cosa que haga este hombre (o su productora, Ganga) hay que verla sin miedo. Es el responsable de la calidad de Cuéntame cómo pasó, la mejor serie española de este siglo, y ahora se pone al frente de esta otra, Desaparecida, que tiene la misma calidad de producción que su hermana mayor. Es muy bueno que Javier Pons, director de TVE, siga apostando por estos creativos de la televisión.
Un buen guión y unos excelentes actores a veces no lo son todo. Que las imágenes sean creíbles desde un concepto de calidad también tiene una importancia fundamental. Es posible que si no hubiésemos visto helicópteros en el cielo, ni buzos reales buscando en el pantano un cadáver, ni cientos de extras rastreando los pajonales, también nos hayamos creído la trama. Pero nos la creímos todavía más gracias al esfuerzo de producción.
El próximo miércoles veremos con ganas el segundo episodio de Desaparecida, una serie que sin dudas seguirá creciendo en audiencia. Ojalá que eso no provoque que la estiren hasta que pierda el sentido. Es una serie que pide a gritos trece episodios y un fin. Es muy necesario que el dinero y el éxito no la conviertan en un manoseo infinito.