Sección 'Desperate Romantics'
Una historia de
hombres desesperados
La semana pasada la BBC emitió el último episodio de Desperate Romantics, miniserie ambientada en la Inglaterra victoriana sobre un grupo de artistas de vanguardia.
Con guiones de Peter Bowker, el autor de Blackpool, y basada en un libro de Franny Moyle, la historia bucea en la vida privada de tres pintores que patearon el tablero del siglo diecinueve: William Colman Hunt, Dante Gabriel Rosetti y John Everett Millais.
Excesos, irreverencia, vidas disipadas para la moral de la época, enfrentamientos con el establishment y la puja constante por el reconocimiento forman parte de la trama.
¿Y qué tal la historia? A veces un poco superficial, es verdad, pero con la vara de la BCC. Es decir: lo que para la cadena inglesa puede ser 'un poco frívolo', para la ABC o la FOX es metafísica encarada al revisionismo histórico.
Cuatro mosqueteros
Desperate Romantics está narrada por un cuarto personaje: Fred Walters (Sam Crane), un admirador de la obra de los otros tres que termina convirtiéndose en manager del grupo, conocido como la "hermandad Pre-Rafaelista". William “Maniac” Colman Hunt (Rafe Spall) es un muchacho atormentado que no puede refrenar sus impulsos sexuales, en permanente conflicto con su fervor religioso; Dante Gabriel Rosetti (Aidan Turner, el actor de Being Human), es el carismático, y por lo tanto el líder, mientras que John Everett Millais (Samuel Barnett) encarna el talento en estado puro.
Todos giran, a su vez, en torno de la figura de John Ruskin (Tom Hollander), un encumbrado crítico de arte que se terminará convirtiendo en el mecenas, y que incluso llegará a defenderlos en público ante los ataques de Charles Dickens (Mark Heap).
Victorianos desesperados
Como en esos libros que airean la intimidad sexual de las celebridades, Desperate Romantics desvela demasiados secretos de alcoba y se detiene, también, en algunas anécdotas menores.
El retrato, sin embargo, resulta muy actual (y a veces ridículo). Estos rebeldes se parecen mucho a una banda de glam rock en plena formación, con todo lo que eso implica: celos, modelos compartidas (como la hermosa musa Lizzie Siddal, interpretada por Amy Manson), y noches de juerga.
¿Vamos a encontrarle a algún pero?
Por supuesto. El título: muy poco afortunado. Subordinado directo de Desperate Housewives, es imposible no relacionar a uno con otro. Y además evidencia cierta intención respecto de lo que vamos a ver: una historia de hombres desesperados, pero en el siglo diecinueve.
Méritos para la BBC
Pero nos estamos quejando de lleno, por supuesto. Es insólito que la vida de un grupo de pintores victorianos se convierta en una historia para la tele. No es la primera incursión de la BBC en un tema semejante. Ya lo había hecho en 2006 con The impressionists, que transcurre en París también a mediados del siglo diecinueve. Y ahora vuelve al ataque con Desperate Romantics.
Probablemente en otras cadenas del mundo, sólo por el tema y la calidad de su realización, esta miniserie sea un acontecimiento para celebrar.
Para la BBC, afortunadamente, es sólo una buena costumbre.