Sección 'Gary Coleman'
Adiós, Gary,
y gracias por todo
Entre las estrellas infantiles relegadas, probablemente Gary Coleman sea de la que más nos vamos a acordar. Por muchas razones: porque nos hizo reír con ganas en Diff'rent Strokes, por la enfermedad que lo dejó para siempre en el metro cuarenta, porque se postuló para gobernar California, por sus arrebatos de violencia (¿cuántas veces, en la calle, le habrán dicho "whatcha talkin bout, Willis?"), porque sus padres le sacaron hasta la última moneda, porque pasó por una vida tristísima y desgraciada, porque tuvo que trabajar como guardia de seguridad en un shopping, y porque fue humillado.
Gary Coleman murió el 19 de mayo, a las 42 años. Ayer leo que sus padres piden que se investigue su muerte. No están seguros de que la caída que lo mató haya sido accidental. También leí que su novia, que se llama Shannon Price, fue la que desconectó los aparatos que mantenían al actor con vida. Los padres, creo entender, sospechan de Shannon, porque la pareja cada tanto se machacaba a golpes. Pero hacía años que no veían al actor, básicamente porque el actor no quería verlos a ellos.
Más que probable, una vida que pronto veremos en formato ficción, sobre todo si sus padres son los responsables de dar el visto bueno. La vida de Gary tiene todo para eso: gloria, caída, y ahora una muerte dudosa...
"La verdad, nunca me interesó ser leyenda ni una celebridad. Soy mortal", dijo el actor hace algún tiempo, que pese a todo y sin embargo era las tres cosas a la vez.
Adiós, Gary. Y gracias por todo.