Sección 'Leonard Nimoy'
El señor de las
orejas en punta
Fue portero y acomodador de cine. Limpió peceras en una veterinaria, condujo un taxi y llegó a sargento en el ejército americano. Fue director y guionista. Es fotógrafo y poeta. Todo esto, además de actor.
Célebre, sobre todo, por interpretar al legendario vulcaniano Spock de Star Trek, fue elevado a la categoría de ícono pop por las diversas colonias frikis que pueblan el planeta, tal como puede observarse a continuación.
También trabajó en The Twilight Zone —por nombrar alguna de las cosas que hizo en televisión— y llegó a grabar una canción en homenaje al hobbit Bilbo Bolsón, The Ballad of Bilbo Baggins, como consta en el siguiente video:
Cuando todo el mundo suponía que no iba a volver a asomar las orejas por la pantalla —él mismo en 2002 dijo que se retiraba para siempre de la actuación—, sorprendió a propios y extraños al aceptar formar parte de la undécima entrega de Star Trek, para la pantalla grande y bajo el mando de J.J. Abrams.
Y después, Fringe, en los zapatos del enigmático William Bell. Ahora, que todos suponemos que ésta sí puede ser la última vez que veamos a Leonard Nimoy en nuestros televisores, el actor volvió a sorprendernos al no descartar la posibilidad de aparecer otra vez en la nueva temporada de la serie.
De todos modos, como homenaje a este hombre fantástico —asociado a la ciencia ficción desde sus más tiernos comienzos—, no estaría nada mal que quedara donde lo dejamos al final de la segunda y alucinante temporada de Fringe. Vale decir: perdido en medio de este mundo y del otro, desintegrado en una zona incierta e inaccesible.
"He muerto en la ciencia ficción muchas veces y por arte de magia, o científicamente, he vuelto. Dado que William Bell se ha desintegrado, lo que pasa en el futuro aún está por verse", dijo.
Y a un hombre que fue capaz de proezas tan enormes como la de trascender al imborrable Spock, cuando en su momento todo el mundo lo hubiera creído imposible, y de interpretar escenas tan desconcertantes como ésta, uno puede creerle cualquier cosa.
Faltan apenas dos meses para que comience la tercera temporada de Fringe. ¡Dos meses! Si Nimoy decide volver, ¿qué más le podemos pedir a esta serie maravillosa? Ni un ménage a trois entre Peter y las dos Olivias, creo, sería suficiente para igualar todo nuestro regocijo.
¿O será que con los años y el exceso de rayos catódicos me estaré volviendo demasiado friki?