Sección 'Mad About You'
Alardes de guión
Los alardes de guión no son habituales en las series yanquis del siglo veintiuno. La tele se hizo mayor: le llegó la madurez.
Los alardes de guión fueron malabares, pequeñas exquisiteces de las comedias de los noventa, y de algunas británicas posteriores.
Para llevar a cabo un alarde de guión, la serie debía estar asentada, a punto de concluir y con un público cautivo. Sólo entonces, con esa serenidad económica, con esa seguridad corporativa, un grupo de guionistas trasnochados podía decir:
—Ey, ¿por qué no hacemos alguna locura?
Si lograban convencer a la cadena y a los productores, se intentaba un arriesgado malabar. Con suerte, les salía bien. Con mucha suerte (y talento) les salía un episodio histórico.
Los alardes de guión son innecesarios y arriesgados. Es como el gol de espuela (de taquito, le decimos en Argentina). Si sale bien es un golazo, pero si sale mal queda en evidencia la jactancia fallida, la presuntuosidad del acto, la necesidad inmoral de sobresalir y vapulear.
En mi memoria hay tres obras maestras, tres golazos, tres alardes de guión que alcanzaron la cima. Y los voy a rememorar esta mañana.
Mad about You, S06E09: "The Conversation"
Cuando lo vi, en el ’97, me quedé boquiabierto. Los protagonistas acababan de tener su primera hija y decidieron utilizar la pediatría moderna: si el bebé llora por la noche, hay que dejarlo y cronometrar. Cada diez minutos, decirle unas palabras y dejarlo a oscuras.
En la única escena del episodio, los padres primerizos sufren por el llanto de la hija y se consuelan conversando sobre el amor y la paternidad. Al final logran el cometido, pero Jaimie dice: “Le hemos roto el corazón”.
Si lo quieren ver completo, lo mejor es descargarlo desde aquí. (Atención a la escena final posterior a los créditos: hay un guiño fantástico.) Eso sí: no hay subtítulos en ninguna parte.
Seinfeld, S09E08: "The Betrayal"
Increíble que este segundo alarde haya ocurrido en la misma cadena, y con menos de un mes de diferencia. ¿Qué comían los guionistas en 1997? Este episodio de Seinfeld empieza con los créditos y la música finales. Después de eso, una escena incomprensible. La escena siguiente pone: “Dos horas antes”. Y así nos va llevando, en flashback permanente, hasta el inicio.
Lo interesantísimo de este guión es que la ubicación del resorte humorístico tiene que cambiar su sentido. No es tan fácil como trocar sujeto y predicado. Si yo primero te pincho, después te pregunto “quién quedó”, después te digo que “Juan se ahogó” y por último te informo que “Juan y Pinchame fueron al río”, no es humor. Es dar vuelta un chiste. En este episodio de Seinfeld el humor va por el carril derecho, pero la historia viene regresando.
No. No lo puedo explicar mejor: tienen que verlo completo (el resumen de tres minutos sirve muy poco). En este caso sí tenemos la suerte de los subtítulos. Y el episodio se descarga desde aquí.
Coupling, S03E01: "Split"
La tercera temporada de esta comedia británica es, en sí misma, un ramillete de alardes de guión. Pero el que abre la temporada es, sin dudas, el más logrado. Para entenderlo, hay que recordar el episodio anterior, que había acabado con la ruptura sentimental de los protagonistas, Steve y Susan.
Por eso, el primer episodio de la tercera empieza con la pantalla partida y, durante los 22 minutos de la trama, nos contarán al mismo tiempo lo que le ocurre a él y a ella. Lo que conversan, a dónde van, con quién hablan, qué sueñan por la noche. El capítulo es tan increíble que se convierte en un tratado de tópicos masculinos y femeninos a la hora de romper.
Ver este episodio es fácil: hay torrent y subtítulos. Pero recomiendo efusivamente (después de verlo) empezar por el principio y revisar la serie completa. Después de ver Coupling, Friends parece Verano Azul.
Fin. Éstos son mis tres recuerdos preferidos. Ustedes con seguridad recordarán más: no olvidemos ciertos finales de House, de How I Meet Your Mother, de Scrubs... Estaría bien que compartamos otros alardes en los comentarios, así vamos armando una base de goles marcados con la espuela. Alardes maravillosos donde la historia narrada es igual que muchas, pero está dicho de una forma diferente. De taquito.