Sección 'M*A*S*H'
La guerra, los médicos
y el sentido del humor
Entre las muchas revoluciones estéticas de M*A*S*H, a mí me gusta recordar una que agradeceré de por vida: es la primera serie de humor que tuvo las agallas —hace treinta años esto era inaudito— de quitar las risas enlatadas. No tengo el dato exacto al respecto, sólo mi memoria; siempre hay un experto entre los lectores que me dirá si hubo alguna sitcom anterior que lo haya hecho, pero estoy casi convencido que M*A*S*H ha sido la pionera. También lo fue (pero esto ya es más obvio y por eso la reseñamos hoy) en el tratamiento surrealista de las tramas.
La serie, que se emitió desde 1972 y hasta 1984, está claramente desfasada si la vemos con ojos actuales (anacronismos y falta de ritmo, por ejemplo). Posiblemente no tenga valor lúdico verla, posiblemente no nos descostillemos, pero sí tiene dos valores accesorios: uno sentimental, y otro documental.
M*A*S*H significa Mobile Army Surgical Hospital. Se rodaron 251 episodios, divididos en once temporadas. No todas han sido excelentes: recomendamos desde la tercer y hasta la séptima (aunque en la Red sólo pudimos encontrar subtítulos castellanos para dos temporadas, gracias a los chicos de ArgenTeam).
Lo más extraño de M*A*S*H es que se trata de una serie de médicos, pero también es una serie sobre la guerra (la de Corea, en este caso) y nunca deja de ser una serie de humor. Ya estos tres elementos nos dan la altura de su descalabro argumental, de su riesgo narrativo. La muerte y la violencia, contados con desparpajo y gracia. De eso se trata, y por eso alcanza el rango de obra maestra de su tiempo.
La sociedad americana de aquellos tiempos estaba, quizás, tan aturdida y confusa como lo está hoy respecto de la guerra actual y su sinsentido. Una serie contestataria (basada en la película de Altman con el mismo nombre), nos hace ver que siempre, desde el principio, Norteamérica ha sido un pueblo siamés: hay una América imbécil que pelea, y hay otra, maravillosa, que hace televisión.