Sección 'Mork & Mindy'
El extraterrestre que
llegó dentro de un huevo
Por suerte o por desgracia, ésta fue la serie que le dio fama a Robin Williams, prolífico actor que se balancea entre la comedia al drama con suerte dispar, y al que sólo soportamos por cariño histórico hacia Mork del planeta Ork, su personaje inicial. Si Williams no hubiese interpretado a este extraterrestre hace treinta años, lo odiaríamos hoy bastante más cada vez que sale una película horrible o sensiblera.
Pero por suerte (para el curriculum de Williams y para nuestra infancia) una noche cayó un huevo del cielo, justo en el jardín de la joven Mindy McConnell (Pam Dawber) y de él surgió un extraterrestre simpático, algo infantil y sobre todo gracioso, que cada madrugada se comunicaba con su planeta para hacer un pequeño informe social sobre los humanos.
Hay cuatro comedias fundamentales (en la tele usamericana) sobre extraterrestres que viven 'entre nosotros' escondidos o simulando no serlo. La primera fue My Favorite Martian, de 1963, la serie que popularizó a Bill Bixby antes de que se pusiera verde de rabia; más tarde llegó Mork, posiblemente el más entrañable de todos ellos; en 1986 lo tuvimos a ALF, que era peludo y estaba comandado por un enano detrás del traje; y finalmente apareció la muy divertida 3rd Rock from the Sun, con el genial John Lithgow haciendo de padre de una familia de alienígenas locos.
Mork & Mindy, además, fue la única en incorporar (muy por debajo) la tensión sexual entre una humana y un extraterrestre. Éramos chicos, sí, pero también fantaseábamos con que se fueran un día a la cama juntos, aunque nunca hubo entre ellos nada más que algún beso casto en la última temporada. Jamás pasaron a mayores.
También es verdad que Mindy descendía del mono (como raza, quiero decir) mientras que Mork descendía del pollo. El amor físico entre ambos habría resultado un poco extraño, ni qué decir de su incierta descendencia. Pero sí: los espectadores fantaseábamos con la posibilidad.
Mork & Mindy se emitió por la cade ABC desde septiembre de 1978. Tuvo cuatro temporadas (94 episodios en total) y dejó de salir al aire en mayo de 1982. Duró desde el Mundial de Argentina y hasta el Mundial de España: lo justo para divertirnos un poco en ese lapso triste de la vida que ocurre entre dos Copas del Mundo.
Sí, ya lo sé: Mork & Mindy no es una obra maestra. Es un retazo de infancia y nada más. Pero eso solo ya vale el pequeño esfuerzo de descargar algunos capítulos sueltos y verlos otra vez con ojos adultos. Al menos para saber qué cosas nos divertían entonces. O para recordar los tiempos (milagrosos) en que todavía no estábamos hartos de Robin Williams y sus muecas agridulces.