Sección 'Romanzo Criminale'
Lost no atiende
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¡Qué cagada, compañero! Al final, Damon Lindelof y Carlton Cuse anunciaron aquello tan temido: Lost sí tendrá un cierre, pero el último episodio no responderá todas las preguntas de sus clientes. Los productores y guionistas dijeron que no hay tiempo para atar cada uno de los innumerables cabos sueltos. El humo negro va a tener solución. Ya sabemos. ¿Pero qué pasa con los números misteriosos y el padre de Locke, que en un momento aparece vivo en la isla? ¿Qué pasará con todo lo demás?
Lindelof y Cuse lo dijeron en el TV Festival del Paley Center for Media, en Berverly Hills, bajo la siguiente excusa: “Somos fans de Top Chef. Esos tíos tienen que correr por Whole Foods y coger muchas cosas… tienen que coger cosas que podrían no usar en el plato. Cuando llegan a la cocina, tienen que decidir si lo usarán o no. Nuestro proceso es parecido”. Y dejaron otra cosa en claro: cuando todo termine nadie los podrá insultar, porque no piensan discutir la finale con nadie, de ningún modo. O estoy sugestionado, o esto no es una buena señal.
Un hombre de la tele, en los Oscar. Neil Patrick Harris (de How I Met Your Mother) inauguró con un musical la ceremonia 82º de los Oscar el lunes por la madrugada y Alec Baldwin (de 30 Rock) la presentó de punta a punta. También vimos a Amanda Seyfried (de Big Love), a Sarah Jessica Parker (de Sex and the City) y a Tina Fey (30 Rock) entregando estatuillas.
Pero no fueron ellos los hombres de la tele que más triunfaron en la gala del cine mundial. Fue Juan José Campanella. Dos días antes de la entrega de premios, acabó de dirigir su quinto episodio de House M.D. (que veremos en mayo), y en su extenso curriculum también estuvo detrás de capítulos maravillosos de 30 Rock, Law & Order, Six Degrees y Vientos de Agua al completo, posiblemente la mejor serie en castellano de este siglo. La película de Campanella, El secreto de sus ojos, fue elegida la mejor en habla no inglesa. Por supuesto: estoy contento porque comparto nacionalidad con Campanella, y porque adoro sus películas, pero también porque es un hombre de la tele. De la buena tele de estos tiempos.
Diez episodios para A Game of Thrones. Aunque se decía que el piloto no estaba bueno, que esto y que lo otro, parece que se viene nomás la anunciada A Game of Thrones. Por supuesto, por HBO. La cadena de cable americana dio el visto bueno y definitivo para que empiece a rodarse, de una vez por todas, la primera temporada de esta serie basada en el primer libro de la saga escrita por George R.R. Martin. Diez episodios, señores, que se verán recién el año que viene, en primavera. Y que incluyen, por supuesto, el piloto que ya está cocinado.
Para quienes no tienen muchas expectativas con esta historia —vendría a ser mi caso—, porque imaginan que todo transcurre en un mundo de caballeros, princesas y ensoñación medieval, hay que decir que no. Nada de eso. En A Game of Thrones existe la magia, pero en dosis sutiles. Lo que habrá, y mucho, serán intrigas palaciegas, violencia y la cuota necesaria de sexo. Perfecto para HBO. La serie, a priori, tiene todo para que le vaya bien. Pero con estas obras que acarrean una enorme mochila de seguidores obsesivos nunca se sabe. El público las ama o las odia. No hay término medio.
Europa hace
buenas series
Son los tiempos del secuestro y asesinato de Aldo Moro. Finales de los setenta, justo cuando a Roma la sacuden las revueltas de jóvenes anarquistas y las bandas callejeras. Romanzo criminale se centra en una de estas asociaciones espontáneas, la banda de la Magliana, el más imberbe pero también el menos dócil de los grupos.
Tan jóvenes que la policía, al principio, los menospreció. Hasta que se hicieron notar demasiado, y ya fue tarde. El núcleo de la trama hace foco en el momento que secuestran a un empresario y la banda comienza a codearse con grupos de la extrema derecha, con el Servicio Secreto italiano, con algunos popes de la política, con logias masónicas y con ciertos sectores financieros, y muy oscuros, del Vaticano.
Romanzo criminale es un drama policial en doce episodios (hay una segunda temporada en ciernes) que maravilló a la audiencia en Italia hace poquito, el año pasado.
La violencia y la corrupción se mezclan con el lujo y las ansias de poder en una historia coral nerviosa, de factura impecable (a veces sorprendente) y envuelta en una estética muy ‘70 que nos impregna con una banda sonora llena de hits italianos que suenan a ritmo de tiroteos nocturnos y descorche de champán.
Personajes
Europa arriba
Con esta serie, muy poco habitual en su calidad técnica y argumental, las producciones europeas llegan, por fin, a lo más alto de la ficción de largo aliento de la televisión. El autor de la trama, Giancarlo De Cataldo (juez de la corte de Roma) se cansó de vender libros con esta historia —y recibir premios por la película, rodada en 2005— que ahora la televisión multiplica en calidad y convierte casi en una obra de culto.
Las descargas de estos episodios es ardua, tanto por torrent como por la vía directa. Yo conseguí descargar todos los episodios con mucha paciencia desde estos enlaces de Mininova, pero lo realmente complicado es conseguir subtítulos en castellano. No los hay; ni buscándolos con lupa.
Por tanto, lo mejor es preparar el sofá una vez a la semana, desde el 28 de noviembre en Canal+ (y multiemisiones), para vivir de cerca la historia del Libanés, un líder ambicioso que desde el primer episodio sueña con dominar los suburbios de Roma. Su encuentro con Frío y Dandi será el detonante para tomar las calles, perder el miedo a la muerte y hacernos pasar, a los espectadores, varias noches de regresión a unos años oscuros de traiciones épicas.