Con 30 años de retraso, llega a España SNL

Saturday Night Live es el show humorístico más premiado, duradero y genial de la televisión norteamericana (22 Emmys, 95 nominaciones) y desde siempre ha sido la cantera de los cómicos más importantes del país de Norte. Todos los que alguna vez nos han hecho reír en el cine americano dieron sus primeros pasos en este programa.

Y ahora, la buena noticia: Canal+ comenzó a emitir el sábado este show en sesión doble; la primera hora es histórica (quiero decir, se emiten los grandes momentos de diferentes épocas), y la segunda de rabiosa actualidad (por ejemplo las participaciones recientes de Obama y McCain, en plena campaña).

Esta excelente decisión revisionista está subrayada por otro acierto todavía mayor: Saturday Night Live se emite en versión original subtitulada, como Dios manda.

Barack Obama en Saturday Night Live. Ocurrió antes del cierre de campaña y fue una de las emisiones más vistas de los últimos veinte años del show.

Así que atención al consejo, y que funcione el boca a boca: los sábados, a las 21, pongan todos a grabar Canal+ Comedia. Se van a encontrar con grandísimos monólogos, shows musicales y sketcks políticos maravillosos de diferentes épocas. Muy complicado de conseguir con descargas, y lo que hay está sin subtítulos. Por una vez, la tele ofrece lo que internet no nos da.

Mañana, por ejemplo, se podrá ver a Steve Martin, The Blues Brothers y Justin Timberlake. Y, según una gacetilla de Canal+, la cosa sigue así: Alec Baldwin, Kim Basinger, Christina Aguilera y Christopher Walken (el sábado 15); y Jim Carrey, Soundgarden, Natalie Portman y Fall Out Boy (el 22 de noviembre).

El día 26 se emitirá el primer programa de la nueva y más reciente temporada, en el que colabora el medallista olímpico Michael Phelps. En este capítulo aparece también la parodia de la republicana Sarah Pallin a cargo de nuestra adoradisima Tina Fey. Esta emisión alcanzó, además, la mayor audiencia del programa desde 2002.

Gotas de agua. Tina Fey, de rojo a la izquierda, en su ya famosa parodia a la republicana Sarah Palin. A su lado Amy Poehler, el clon de Hillary Clinton.

La televisión de España se ha sacado de encima, después de tres décadas, uno de sus pecados más oscuros: no haber ofrecido nunca a sus espectadores el mejor show de comedia de la televisión mundial.

La vergüenza persistirá durante siglos, porque treinta años sin emitir Saturday Night Live es grave para un país que quiere pertenecer al G-8, máxime si ese país tiene el récord de ediciones de Gran Hermano. Urgía un equilibrio estético, un poco de sensatez.

Así que por una vez seamos optimistas: algo está cambiando en la tele, al menos en la de pago, porque muy lentamente, a paso lento pero regular, comienzan a haber opciones.