Un aperitivo en seis dosis

Spartacus: Gods of the Arena, será una precuela de Spartacus: Blood and Sand, la serie de la cadena Starz totalmente rodada en interiores sobre amplios fondos verdes, con estética de videojuego, actores de cuerpos moldeados (sobre la base de modernos gimnasios y cirugías estéticas) y potentes destellos de ordenador.

La historia de Spartacus y su lucha de clases (o Espartaco, como ustedes prefieran) —me refiero a la que nos llegan desde las fuentes romanas—, es buenísima. La versión de Starz, como no puede ser de otra manera, está aggiornada a gusto del espectador moderno.

Hay tetas en Spartacus: Blood and Sand, señores. Y tremendas escenas de lucha cuerpo a cuerpo, con sangre que brota de las heridas en cantidades industriales, gotas de sudor digitalizadas que explotan en slow motion sobre la arena del circo romano y todo lo que la estética cómic no puede conseguir por su naturaleza de cuadro fijo y bidimensional.

Pese a todo, la serie ha conquistado una enorme cantidad de espectadores, y hay que decirlo: no está mal para lo que pretende, ni mucho menos.

La precuela, como muchos de ustedes han de saber, tiene una razón de ser: la enfermedad de la estrella del show, el apuesto Andy Whitfield, que lo mantuvo un tiempo alejado del trabajo. Mientras Starz esperaba por su pronta recuperación —cosa que por suerte el actor ya ha conseguido— cocinó a fuego rápido esta historia de seis episodios, cuya emisión ha sido programada para enero de 2011.

La miniserie tendrá lugar en la casa de Batiatus y de su esposa Lucretia —John Hannah y Lucy Lawless, respectivamente—, antes de que Spartacus llegue al ludus y revolucione a los esclavos.

Aquí, un adelanto de lo que se viene:

Por lo visto, desde el punto de vista estético —y también en términos generales—, las cosas no van a cambiar mucho en la precuela.

Todo vale, mientras el aperitivo no defraude a los fans.