Sección 'The Kids in the Hall'
Prepárense:
¡volvieron los Kids!
The Kids in the Hall empezaron su carrera en Toronto y en 1984, cuando los cinco integrantes eran jovencísimos, extremadamente gays y geniales. No les costó mucho dar el salto a la CBC (la Canadian Broadcasting Corporation) donde resultó ser el programa de humor más revolucionario desde que Canadá es un país serio.
Tanto, que en 1991 Estados Unidos los chupó y cayeron en la CBS, como campesinos incrédulos. En Toronto tenían un presupuesto endeble, y ahora podían gastar millones. Y los gastaron con gusto. En esa época fue cuando los conocí. En Argentina ya teníamos cable y al programa lo pasaba HBO Olé, muy tarde, los sábados y los jueves.
¡Ah, qué manera de fumar porro y despatarrarme de la risa con esos cinco muchachos!
Los Kids son Dave Foley, Kevin McDonald, Bruce McCulloch, Mark McKinney, y Scott Thompson. Éstas eran sus caras de principios de los noventa (a la izquierda), y así de hechos mierda están hoy (a la derecha):
La serie —llamada como ellos, The Kids in the Hall— fue emitida por la CBS desde el 18 de septiembre de 1992 hasta el 6 de enero de 1995. Busqué subtítulos y no los hay. Pero se puede encontrar en Youtube algunos sketchs maravillosos que no necesitan traducción. En 1996 realizaron la película Brain Candy (ésta sí tiene subtítulos en castellano) y se consagraron a nivel mundial.
¿Por qué cuento todo esto? ¡Ah, qué ganas tenía de llegar a este párrafo para decirlo! Porque los Kids regresaron hace un mes. Yo me acabo de enterar ahora, cuando ya van por el episodio cuarto.
Me acabo de enterar ahora, en realidad, porque las noticias del Canadá llegan despacio, por barco, y no raudas como del resto de Norteamérica. Lo supe esta madrugada y ya cargué la serie en la base de datos de Espoiler.tv.
Más de quince años después, aquel quinteto maravilloso, hijo de los Monthy Phyton's, y padre sin duda de Little Britain, regresó hace un mes a su cadena natal, a la CBC, para ofrecernos un regalo incomparable de ocho episodios, llamado Death Comes To Town. Con personajes nuevos y otros legendarios (los dos policías que conversan acodados en el patrullero, por ejemplo), según pude ver en el trailer de aquí abajo:
Cada uno de los cinco muchachos tuvo suerte dispar. A Dave Foley le sonrío un poco la suerte a finales de los noventa (protagonizó la buena serie NewsRadio y después su carrera decayó); Kevin McDonald —muy desaprovechado— fue el pastor Dave That '70s Show y poco más; Bruce McCulloch participó de la malograda Carpoolers; a Mark McKinney lo recordarán como aquel guionista triste en Studio 60 on the Sunset Strip; mientras que Scott Thompson (quizá el mejor de los cinco) tuvo menos suerte que ninguno y casi no salió de Toronto jamás. Pobre santo.
En estas nuevas escenas se los ve avejentados, un poco pasados de peso y más lentos, pero conservan esa capacidad monumental para travestirse y generar escenas surrealistas.
Los amé y los amo.
Punto.
Yo sé que en España nadie los conoce —porque entonces no había televisión por cable y lo que hay ahora deja mucho que desear— por eso se los recomiendo con un fervor especial a ustedes, lectores de este lado del charco, y no tanto a ustedes, lectores del otro lado, que ya los conocen de sobra.
Quiera Dios que los filántropos dejen de lado, por unas semanas, Gossip Girl y esas boludeces, y se dediquen a subtitular esta nueva serie canadiense de mis cinco viejos amigos que, aún viejos y cansado, me siguen haciendo reír.
Espero esos subtítulos como agua de mayo: con los dientes afilados y la bolsita de porro al costado del sofá.