Sección 'V (2009)'
Los lagartos
también miran Lost
Dos pájaros de un tiro. Acaba de hacerse público un nuevo comunicado de Anna, líder de los lagartos versión 2009, unos extraterrestres tan malos como aquellos de 1984 aunque éstos son amigos de hacer parones navideños demasiado largos. El comunicado en cuestión, en forma de vídeo, dice así:
En otro orden de cosas, pero imagino que relacionado, me llegó este sospechoso video que está intentando convertirse en viral en Buenos Aires, lo más probable es que sin suerte:
Dos de tres. The Three Stooges, que en Argentina se llamaron 'Los Tres Chiflados' y en España no sé porque nunca conocí a nadie que los haya visto, estuvieron en activo mucho tiempo, exactamente desde 1922 a 1970, que se dice pronto. A mí, en lo personal, me alegraron la vida durante toda la infancia y pre adolescencia, con un humor basado en golpes y salvajismos que hoy las Ligas de Madres verían con desagrado. Como sabemos los fanáticos, el grupo no siempre estuvo conformado de la misma manera, aunque la mejor fórmula fue la que integraron Moe (Moe Howard), Larry (Larry Fine) y Curly (Jerome Howard). Observen ustedes que hermosos eran entonces:
Curly (el pelado de la derecha) murió en 1952, a los 48 años. Los otros dos, en cambio, llegaron a viejos: Moe falleció en 1975, poco antes de cumplir los ochenta, y Larry el 24 de enero de 1975, a los setenta y dos.
La razón de este apunte es meramente nostálgico, porque hace un rato me los encontré de casualidad, pero no en sus épocas doradas, sino ya muy viejos, y se me estrujó el corazón. Verlos ancianos da un poco de angustia: es como ver envejecer a tu propia infancia. Aquí y aquí se puede ver a Moe en las últimas. Y aquí a Larry.
Que en paz descansen y Youtube los haga inmortales.
La nueva invasión
tiene sentido
En general, las remakes de series ochentosas pierden toda su gracia con la modernización técnica. Pienso en The Bionic Woman, en Knight Rider y, aunque no provenga de serie alguna, de Sarah Connors. No superan, ni por asomo, la sensación que nos habían dejado las historias originales.
Por una parte, nosotros éramos ingenuos cuando veíamos televisión en los ochenta. Cualquier aparato metálico con botones nos parecía moderno, y en general cualquier actuación pésima nos resultaba elocuente.
Pero hay una segunda razón por la cual estas remakes no funcionan: ¿a quién se le ocurre que hoy nos pueda sorprender un coche que habla, o una mujer con piernas de grafito, si la realidad ya ha llegado a ese punto y lo ha superado? Una mujer biónica en 1980 estaba bien, un automóvil con GPS integrado era una utopía en aquellos años... Pero hoy ya no son ciencia ficción, sino un lacónico costumbrismo.
Por eso la nueva versión de V (Invasión extraterrestre), que estrenó hace un par de días la cadena ABC (con enorme éxito, además), logró escapar de las remakes fallidas. Fue un gran comienzo. Los extraterrestres todavía no llegaron a la Tierra en nuestra vida real, y entonces la fantasía mantiene intacta la fuerza motora y genera las emociones que desea generar.
Pero no es únicamente ése el acierto de la nueva versión. Hay también un gran tratamiento del espoiler global. Quiero decir: en V (1984) no sabíamos que ellos eran lagartos, no sabíamos (hasta que la trama nos lo descubría, promediando la serie) cuáles eran sus más oscuras intenciones. Los guionistas de V (2009) deben hacerle frente a un espectador que ya sabe cuál es el gran secreto. Y lo hacen con oficio y ritmo.

La historia, aunque repetida, funciona sin ripios: la modernidad técnica la mejora mucho (ver el episodio piloto en HD es un placer), la nueva complejidad del guión nos acerca la trama a un hoy probable y los personajes protagónicos están a la altura, en especial nuestra querida Juliet de Lost (Elizabeth Mitchell), en este caso una madre abnegada y a la vez agente del FBI.
Pequeña digresión enfermiza. Les aconsejo a los obsesivos de la imagen hacer el siguiente juego visual: primero descargar el primer episodio de la serie original (descargar desde aquí) y verlo un rato. Tampoco mucho porque las condiciones técnicas son insoportables. Y enseguida, antes que los ojos se acostumbren, poner el piloto nuevo en alta definición. ¡Ahhh! (Fin de la digresión.)
La serie comienza con una pregunta en letras blancas sobre fondo negro:
"¿Dónde estabas cuando JFK fue asesinado? ¿Dónde estabas el 11-S? ¿Y dónde estabas esta mañana?"
Todo lo que sigue nos resulta cómodo de ver, imponente y sobrenatural. Un espectáculo yanqui en su perfecta magnitud frívola y emotiva. Otro más de esos productos que les salen tan bien, y que agradecemos mucho los viernes por la tarde.

V (2009) puede estar, con toda tranquilidad, en vuestras agendas semanales. No defrauda como show y tiene, además, algunos detalles sutiles que merecen la pena. Por ejemplo, la nueva líder de los Visitantes. Ya no se llama Diana, sino Anna. Y la interpreta una joven actriz carioca llamada Morena Baccarin (Inara Serra en Firefly).
Sólo por ver a esta chica sonreír con mueca fría, esta nueva invasión tiene sentido.