Sección 'VLC Media Player'
Cómo ver series
sin usar el televisor
Supongamos que usted se va de vacaciones a la playa, o tiene que estar una semana en hoteles de paso, o puede que usted sea un hippie asqueroso de ésos que se siente satisfecho de no tener un televisor en casa. ¿Es posible ver buenas series, cómodamente, desde el ordenador? El tutorial de este viernes responde a esta pregunta.
Ingredientes para ver series sin televisor
• 1 cama o superficie horizontal • 6 cojines blandos, rectangulares • 1 ordenador portátil • el software VLC Media Player • 1 turno para visitar al fisioterapeuta • 1 turno para el oftalmólogo |
Preparación
Antes que nada, espero de todo corazón que usted no sea (entre todas las opciones posibles) el hippie asqueroso que se congratula de no tener un aparato de televisión en casa. Pero si lo fuera, una pequeña digresión antes de comenzar:
Señor hippie: usted no debería prescindir de televisor como bandera ideológica. No sea pavo. Sí, quizás tenga razón en algo: cierta programación televisiva idiotiza a su familia. Pero también idiotizan Jorge Bucay y Lucía Etxebarría y no por eso va a quitarle a sus hijos todos los otros buenos libros de la biblioteca. Una cosa es ser progre, y otra cosa es ser pelotudo.
Fin de la digresión.
Comenzaré dando por sentado que usted ya sabe cómo descargar su serie preferida y los correspondientes subtítulos, puesto que ha leído el tutorial anterior. Entonces vaya a la carpeta donde guarda esos archivos, que deberían verse de este modo (en mi fantasía usted disfrutará hoy del último capítulo de The Sopranos):
Ahora entre a Internet, diríjase a esta página y descárguese el visor de películas llamado VLC Media Player.
—Pero yo ta tengo un...
Ya sé que usted tiene el RealPlayer y también el Windows Media. No me importa. Haga lo que le digo y no interrumpa.
—Disculpe.
El programa VLC, a diferencia de los que usted dice tener, es capaz de leer cualquier cosa que le ponga. Jamás le dirá que necesita un codec, ni que debe descargar una versión posterior, ni que los domingos y festivos no reproduce. El RealPlayer y el Windows Media son como las esposas: dos por tres les duele la cabeza.
El software VLC —en cambio— es una prostituta. Nació y vive para satisfacerlo. No le importa nada más. ¿Usted le pone un .avi, un .ogg, un .mpeg? Le devuelve películas. Lo mismo le da que usted le ponga un .doc, un .xls o un .pps: siempre le devuelve películas. Es el programa más sumiso que se haya inventado.
Una vez instalado y abierto, su VLC debería verse así:
Ahora, que ya lo tiene todo a su disposición, váyase a la playa, o enciérrese en su habitación de hotel y comience a aburrirse como un topo. Una vez que esté hastiado de verdad, cuando ya no pueda pensar en nada provechoso que hacer, abra su portátil y tírese en una superficie horizontal, boca abajo (se recomienda cama o tumbona).
—¿Y si soy hippie?
—Hamaca paraguaya.
—Vale.
Ejecute entonces el VLC, diríjase con el ratón a la solapa 'Archivo' y de allí a la opción 'Abrir Archivo'. Le aparecerá una ventana semejante a ésta:
Como ve en la imagen superior, sólo debe cargar el archivo .avi (la serie) y el archivo .srt (el subtítulo) donde corresponde. Después le da a OK y comenzará, como por arte de magia, a ver el capítulo en su ordenador.
Si la letra aparece demasiado pequeña para su gusto, o muy grande, desde 'Opciones Avanzadas' puede corregir tanto el tamaño como la justificación del texto (izquierda, derecha, centrado). También existe la opción de retrasar o adelantar el subtítulo, si lo viera un poco desincronizado; y de corregir la codificación de la tipografía (por ejemplo, si usted tiene un portátil Macintosh y se apellida Nicolae Ceaucescu, escoja la codificación “MacRomania”).
Utilice su cuerpo con cuidado
Para ver series desde un ordenador, sin embargo, lo más importante no es el software, sino su posición corporal. Tenga siempre de seis a ocho cojines a mano (si usted es latinoamericano que sean almohadones), cambie de postura cada dos capítulos, nunca se acerque demasiado a la pantalla y jamás —ni aunque esté enamorado— vea series junto a su pareja en el mismo monitor, si éste fuese de un tamaño menor a quince pulgadas. Si lo hiciera, uno de los dos acabaría ciego, y el otro, tarde o temprano, se iría a vivir con una tercera persona.
El visionado de series y películas desde el ordenador nunca es aconsejable, amigo lector; pero hay circunstancias en donde nos puede salvar del hastío. Estas situaciones, como dijimos al inicio, son tres: vacaciones de verano, congresos fuera de la ciudad, o hippismo.
Desde Espoiler esperamos, de corazón, que su caso sea alguno de los dos primeros.