Mientras nos despistamos con anacronismos digitales como la denominada “Tasa Google” Facebook se ha lanzado a la conquista del móvil. Saben que Google se les ha adelantado en la Geolocalización al comprar Waze y buscan contrarrestar esta contienda con la mensajería instantánea. En juego está el dominio del móvil.
Facebook ha pagado la friolera de 13.800 millones de euros por WhatsApp en la misma semana en la que algunos se congratulan por haberle sacado “100 eurillos” a Google para luego reinvertir 10.000 en la red publicitaria de la misma empresa que agrega tus contenidos. !Qué ironía!… El caso es que el móvil es de cinco o seis: Google, Facebook, Comercios electrónicos, Juegos y Twitter (quizá). Y entre ellas se agrupan y reparten la nueva tarta (más allá de la publicidad) mientras abandonan lentamente la web.
De las millones de aplicaciones que campean en los terminales de los agradecidos usuarios son solo 3 ó 4 las que gozan de cierta actividad real en cuanto a uso. La mayoría muere en el limbo de la nube para ser eliminadas o abandonadas en el olvido de un llamativo icono nunca “clikcado”. Sin embargo, de las que sí usamos Facebook ya se ha hecho con la reina: WhatsApp. ¿Y es caro? Sin modelo ni publicidad a la vista… parece que sí, pero con ese volumen, potencial y penetración el tiempo lo dirá. En 2006 Google compró Youtube por 1300 millones. Los amantes de la burbuja pronto salieron a decir que nunca lo monetizarían… Ahora todo el vídeo en la red gira alrededor de Youtube. El “share” es suyo y pueden destrozar los precios a CPM (coste por mil impresiones) cuando quieran… Al final, barato. Pues en este contexto puede que en 10 años WhatsApp haya costado lo justo en la relación ingreso y coste.
Son tiempos para mirar al móvil. La innovación pasa por ahí. La web está vieja. Las tasas ya no solucionan nada y la regulación siempre va con 10 años de retraso. Miren en sus terminales y analicen como se comunican. Facebook ya está en su móvil. Le guste o no.