Internet es Facebook. Al menos eso es lo que se propone Mark Zuckerberg en su ansiada misión por "cambiar el mundo". Cosa que ya ha hecho, pero tiene que darle otra dimensión. ¿Por qué? porque toda esa atención que es capaz de acaparar es inversamente proporcional al valor que obtiene en el mercado. Para seguir soñando con un nuevo escenario de la comunicación entre personas, necesita que el negocio esté en la misma sintonía. Los sueños hay que financiarlos. Sobre todo los dulces, y el fundador de Facebook cada vez que se "levanta da las gracias por estar donde está".
Google Plus es un juguete con datos filtrados sobre los que el buscador ni niega ni confirma. Hablan de algo más de 43 millones de usuarios registrados. Y aunque quieran jugar a que la red social acosa a Facebook, la realidad es que con esas cifras ni superan a Orkut, la plataforma adquirida por Google en una de sus primeras aventuras sociales.
La atención es la moneda de intercambio publicitario más demandada. Sin embargo, no todos los tipos de atención suscitan el mismo interés o tienen el mismo valor. ¿Qué hacemos en Facebook principalmente? El interés que prestamos en ver fotos y actualizar nuestro estado no tiene una compensación económica ni un valor real sobre el interés.
Por todo esto, Mark Zuckerberg en sus presentaciones solo habla de usuarios, experiencia de uso y cambiar el mundo. El lado comercial se lo deja a sus VP (vice presidente o altos ejecutivos). Facebook ha usado la Advertising Week de Nueva York para presentar una especie de F8 pero en versión comercial. En el Mixx Conference de IAB se presentó Carolyn Everson, VP Global de soluciones de Marketing, para hablar del nuevo Timeline, pero sobre todo de una nueva dimensión de la publicidad. Aquella que busca establecer relaciones con las marcas. En el próximo post del evento desarrollaré la brillante exposición de la ejecutiva.
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