En julio de 2012 se produjo un hecho en Internet en el que pocos repararon. Según comScore, el buscador de Google había alcanzado por primera vez la escalofriante cifra de 1.000 millones de internautas que usaron su servicio. Su negocio es el único digital que se ha mostrado lucrativo sobre la dependencia publicitaria. En la mayoría de los mercados el 50% (o más) de la inversión en publicidad digital se destina a los buscadores y Google reina a sus anchas en casi todos los que acaparan las mayores inversiones. Desde ese verano Google no ha vuelto a superar esa cifra mágica de los 1.000 millones que otras tecnológicas presumen poseer... y registrados. O eso dicen en Facebook.
Los buscadores, sí, representan uno de los mejores termómetros de lo que está sucediendo en Internet. Ese mismo julio, hubo otro acontecimiento que está condicionando muchas de las decisiones que ahora vemos en Microsoft y Yahoo! Baidu, el buscador líder en China, consolidaba el segundo puesto sobre Bing, hasta distanciarse significativamente durante el pasado mes de abril. La empresa China, además, está ofreciendo en diferentes mercados europeos a través de representantes las posibilidad de contratar campañas de palabras clave en su buscador para compañías interesadas en conseguir audiencia en China. Atacan a Google en su feudo.