17 agosto, 2008 - 11:46
Bernarda Alba Bendita
Desde pequeña, cuando estudiaba literatura -y estudiaba mucho porque me encantaba y porque me enamoré perdidamente de Ángel, mi profesor-, me fascinaba el universo femenino de Lorca. Aquellas páginas me mostraron parte del alma de la mujer, de mi propia alma, sólo que tardaría años en experimentar muchas de esas emociones. Se me ponían entonces, como ahora, los pelos de punta ante féminas incomprendidas, sometidas, llenas de secretos, que contienen a la fuerza sus pasiones, que esconden su lujuria, ahogan sus necesidades y disimulan sus miedos.
Y en medio de todo ese imaginario, de la marea de títulos, autores, estilos, referencias y citas históricas, aparecía el personaje clave, uno de mis favoritos, aún no sé por qué... Poderosa en sus dominios, Bernarda Alba se erigía como el epicentro negro de un gineceo volátil como un polvorín.
Sus hijas, todas "hembras en edad de merecer", vivían guardadas a cal y canto en esa casa que se tornaba cárcel e infierno; sometidas a las reglas implantadas por la sociedad y por la propia Bernarda y su tiranía de imponer ocho años de riguroso luto tras la muerte de su segundo marido. Un luto que trasciende a la vestimenta negra, que impone el encierro absoluto y la prohibición de que pueda entrar ningún hombre a la casa. Rivalidades resueltas por la espalda, la amenaza de las habladurías, el peso de salvar las apariencias por encima de todo... Y la particular simbología que creaba Lorca sobre la figura del hombre, siempre ausente, que representaba el deseo y la ambición...
Los textos de Lorca ponen en boca de mujeres de entonces sentimientos absolutamente intemporales, la misma incertidumbre, las mismas inquinas, la pena, el miedo, la codicia y el amor. La naturaleza humana es la misma, da igual que en su día fuera una tragedia rural. Precedida por Bodas de sangre (1933) y Yerma (1934), Lorca la terminó en junio (1936) y sería asesinado poco después, en julio. La obra estuvo prohibida en España hasta 1964.
Un texto magnífico. En el primer acto, resulta estremecedora La Poncia, su ama de llaves, cuando reniega de Bernarda y aclara gran parte de la trama:
"Ese día -cuando muera Bernarda- me encerraré con ella en un cuarto y le estaré escupiendo un año entero. "Bernarda, por esto, por aquello, por lo otro", hasta ponerla como un lagarto machacado por los niños, que es lo que es ella y toda su parentela. Claro es que no le envidio la vida. La quedan cinco mujeres, cinco hijas feas, que quitando a Angustias, la mayor, que es la hija del primer marido y tiene dineros, las demás mucha puntilla bordada, muchas camisas de hilo, pero pan y uvas por toda herencia".
No me resisto a copiar más trozos clave de la obra (ver TODA):
Bernarda: [...] En ocho años que dure el luto no ha de entrar en esta casa el viento de la calle. Haceros cuenta que hemos tapiado con ladrillos puertas y ventanas. Así pasó en casa de mi padre y en casa de mi abuelo. Mientras, podéis empezar a bordaros el ajuar. En el arca tengo veinte piezas de hilo con el que podréis cortar sábanas y embozos. Magdalena puede bordarlas.
Magdalena: Lo mismo me da.
Adela: (Agria) Si no queréis bordarlas irán sin bordados. Así las tuyas lucirán más.
Magdalena: Ni las mías ni las vuestras. Sé que yo no me voy a casar. Prefiero llevar sacos al molino. Todo menos estar sentada días y días dentro de esta sala oscura.
Bernarda: Eso tiene ser mujer
Magdalena: Malditas sean las mujeres.
Bernarda: Aquí se hace lo que yo mando. Ya no puedes ir con el cuento a tu padre. Hilo y aguja para las hembras. Látigo y mula para el varón. Eso tiene la gente que nace con posibles.
[...]
Magdalena: (Con intención.) ¿Sabéis ya la cosa...? (Señalando a Angustias.)
Amelia: No.
Magdalena: ¡Vamos!
Martirio: ¡No sé a qué cosa te refieres...!
Magdalena: Mejor que yo lo sabéis las dos. Siempre cabeza con cabeza como dos ovejitas, pero sin desahogaros con nadie. ¡Lo de Pepe el Romano!
Martirio: ¡Ah!
Magdalena: (Remedándola.) ¡Ah! Ya se comenta por el pueblo. Pepe el Romano viene a casarse con Angustias. Anoche estuvo rondando la casa y creo que pronto va a mandar un emisario.
Martirio: ¡Yo me alegro! Es buen hombre.
Amelia: Yo también. Angustias tiene buenas condiciones.
Magdalena: Ninguna de las dos os alegráis.
Martirio: ¡Magdalena! ¡Mujer!
Magdalena: Si viniera por el tipo de Angustias, por Angustias como mujer, yo me alegraría, pero viene por el dinero. Aunque Angustias es nuestra hermana aquí estamos en familia y reconocemos que está vieja, enfermiza, y que siempre ha sido la que ha tenido menos méritos de todas nosotras, porque si con veinte años parecía un palo vestido, ¡qué será ahora que tiene cuarenta!
Martirio: No hables así. La suerte viene a quien menos la aguarda.
Amelia: ¡Después de todo dice la verdad! Angustias tiene el dinero de su padre, es la única rica de la casa y por eso ahora, que nuestro padre ha muerto y ya se harán particiones, vienen por ella!
Magdalena: Pepe el Romano tiene veinticinco años y es el mejor tipo de todos estos contornos. Lo natural sería que te pretendiera a ti, Amelia, o a nuestra Adela, que tiene veinte años, pero no que venga a buscar lo más oscuro de esta casa, a una mujer que, como su padre habla con la nariz.
[...]
La Poncia: Esas cosas pasan entre personas ya un poco instruidas, que hablan y dicen y mueven la mano... La primera vez que mi marido Evaristo el Colorín vino a mi ventana... ¡Ja, ja, ja!
Amelia: ¿Qué pasó?
La Poncia: Era muy oscuro. Lo vi acercarse y, al llegar, me dijo: "Buenas noches." "Buenas noches", le dije yo, y nos quedamos callados más de media hora. Me corría el sudor por todo el cuerpo. Entonces Evaristo se acercó, se acercó que se quería meter por los hierros, y dijo con voz muy baja: "¡Ven que te tiente!"
(Ríen todas. Amelia se levanta corriendo y espía por una puerta.)
Amelia: ¡Ay! Creí que llegaba nuestra madre.
Magdalena: ¡Buenas nos hubiera puesto! (Siguen riendo.)
Amelia: Chisst... ¡Que nos va a oír!
La Poncia: Luego se portó bien. En vez de darle por otra cosa, le dio por criar colorines hasta que murió. A vosotras, que sois solteras, os conviene saber de todos modos que el hombre a los quince días de boda deja la cama por la mesa, y luego la mesa por la tabernilla. Y la que no se conforma se pudre llorando en un rincón.
Amelia: Tú te conformaste.
La Poncia: ¡Yo pude con él!
Martirio: ¿Es verdad que le pegaste algunas veces?
La Poncia: Sí, y por poco lo dejo tuerto.
Magdalena: ¡Así debían ser todas las mujeres!
La Poncia: Yo tengo la escuela de tu madre. Un día me dijo no sé qué cosa y le maté todos los colorines con la mano del almirez. (Ríen)
[...]
La Poncia: (Alto.) ¿Crees que no me he fijado?
Adela: ¡Baja la voz!
La Poncia: ¡Mata esos pensamientos!
Adela: ¿Qué sabes tú?
La Poncia: Las viejas vemos a través de las paredes. ¿Dónde vas de noche cuando te levantas?
Adela: ¡Ciega debías estar!
La Poncia: Con la cabeza y las manos llenas de ojos
cuando se trata de lo que se trata. Por mucho que pienso no sé lo que
te propones. ¿Por qué te pusiste casi desnuda con la luz encendida y la
ventana abierta al pasar Pepe el segundo día que vino a hablar con tu
hermana?
Adela: ¡Eso no es verdad!
La Poncia: ¡No seas como los niños chicos! Deja en paz a tu hermana y si Pepe el Romano te gusta te aguantas. (Adela llora.)
Además, ¿quién dice que no te puedas casar con él? Tu hermana Angustias
es una enferma. Ésa no resiste el primer parto. Es estrecha de cintura,
vieja, y con mi conocimiento te digo que se morirá. Entonces Pepe hará
lo que hacen todos los viudos de esta tierra: se casará con la más
joven, la más hermosa, y ésa eres tú. Alimenta esa esperanza, olvídalo.
Lo que quieras, pero no vayas contra la ley de Dios.
Adela: ¡Calla!
La Poncia: ¡No callo!
Adela: Métete en tus cosas, ¡oledora! ¡pérfida!
La Poncia: ¡Sombra tuya he de ser!
Adela: En vez de limpiar la casa y acostarte para rezar
a tus muertos, buscas como una vieja marrana asuntos de hombres y
mujeres para babosear en ellos.
La Poncia: ¡Velo! Para que las gentes no escupan al pasar por esta puerta.
[...]
La Poncia: No hay alegría como la de los campos en esta época. Ayer de mañana llegaron los segadores. Cuarenta o cincuenta buenos mozos.
Magdalena: ¿De dónde son este año?
La Poncia: De muy lejos. Vinieron de los montes. ¡Alegres! ¡Como árboles quemados! ¡Dando voces y arrojando piedras! Anoche llegó al pueblo una mujer vestida de lentejuelas y que bailaba con un acordeón, y quince de ellos la contrataron para llevársela al olivar. Yo los vi de lejos. El que la contrataba era un muchacho de ojos verdes, apretado como una gavilla de trigo.
Amelia: ¿Es eso cierto?
Adela: ¡Pero es posible!
La Poncia: Hace años vino otra de éstas y yo misma di dinero a mi hijo mayor para que fuera. Los hombres necesitan estas cosas.
Adela: Se les perdona todo.
Amelia: Nacer mujer es el mayor castigo.
[...]
Sin ánimo de erigirme como ejemplo para nadie, os diré que cuando la vida no te da para gestos mayúsculos, quizá dependa de nosotros hacer otros menores que estén al alcance de la mano. Traducido: ya que me toca pasar el verano currando, me di un capricho. El otro día, a las siete y pico de la tarde me monté en un avión para irme con una amiga a ver una obra de teatro de esas que no puedes perderte. Y después, mojitos, más amigos, más bares... y regreso a Madrid a las seis de la madrugada. Se me ocurren cosas peores.
SINOPSIS de Bernarda Alba Bendita
Ramon Oller, coreógrafo y director de clásicos como Carmen o Madame Butterfly, coherente con su trayectoria, nos ofrece una visión del mundo de la mujer desde diferentes perspectivas, una interpretación de La Casa de Bernarda Alba, donde se fusiona la danza contemporánea y la música flamenca. Esta pieza nos hace revivir las sensaciones de Bernarda y de sus hijas en un Andalucía pintada de claro-oscuro, llena de una luz que se opone a las almas oscuras y torturadas de esas mujeres. Pasión y tragedia como parte de la vida de la mujer andaluza, envidia, celos, la presión por el qué dirán... y una novedosa incorporación: los personajes masculinos, símbolo de pasión y de ambición, ausentes en la obra original de Lorca. 'Bernarda Alba bendita' está interpretada por ocho mujeres y seis hombres.
Director: Ramon Oller
Intérprete/s: Mª Carmen Garcia, Sandrine Rouet, Ching Wong, Sara Enrich, Paloma Muñoz, Anna Criado.
Dónde: Teatro Romea de Barcelona.
Duración: 1h 10min. sin entreacto
Agradecimientos: FOCUS
¿Recuerdos? Pues los justos... O más bien ninguno, porque todo lo que tiene que ver con el porno que yo he visionado (gay, hetero, trans, bi y de marcianos), lo explico al detalle en mi primer libro, titulado "Mi lado más hardcore". Por cierto, lo he visto siempre en un monitor o en una tele, en el armario se guardaban los dvd o vhs en su momento.
Lo del "armario", supongo, lo dices por el tiempo que te has pasado tú intentando salir del tuyo, o más bien escaparte de él ¿no, Urbano?
Publicado por: eva roy a urbano | 22/08/2008 17:22:55
Hola Eva: qué tal, qué recuerdos guardas de tu época de Quiero TV cuando visonabas porno gay en un armario jajaja
Publicado por: urbano | 22/08/2008 16:50:08
Hola, Eva, me ha gustado muchísimo su artículo,pues realmente Lorca supo poner voz a las mujeres, dándoles vida, que siempre la tuvieron,pero que intentaron callar, soy brasileño, pero me gusta mucho a Lorca y como representa el papel de las mujeres dentro de la sociedad española, derribando el machismo tan furte en nuestra sociedade occidental.
Publicado por: weslei | 19/08/2008 22:49:56
Muy buen articulo editora, me encanta la obra aun sin ser mi preferida de Lorca y mira que soy granadino ..bien puto y bien fino..
Un saludo!!!
Publicado por: will | 18/08/2008 17:59:08
Ay Eva!! qué arrrteeee!!!
En más de una oficina o de un grupito de amigas he visto reflejos de esta increible obra, hasta miedo me ha dado y he temido por la vida de alguno/a, jajaja
Me solidarizo contigo en lo de haberte enamorado de tu profesor de literatura, cuántas habremos pasado por eso!!!
Besitos
Publicado por: Titer | 18/08/2008 13:53:08
Vale Eva,no cambio el nik,que total,tienes razón nena,es mi nik y no tengo por qué cambiarlo...pero que sepas que me sentí terriblemente ofendida el otro día eh?
He visto esa obra de teatro de niña unas cuantas veces,y de mayor veo alguna de Lorca y de Machado de vez en cuando.No sé a tí pero a mí estas obras me emocionan...También me encanta la Zarzuela,la ópera y el ballet,aunque a este último nunca he asistido en directo.
Publicado por: meri | 18/08/2008 13:43:18
Gracias por "recordarme" una obra tan genial y magnífica.
Publicado por: sergio | 18/08/2008 13:01:45
Muy bueno el contenido. No sabia que fueras asi. Me has demostrado que soy un autentico jilipollas. Te pido perdon por haber sido tan duro contigo. Me he equivocado y mucho. Siento todo lo que te he dicho porque veo que no eres como pensaba que eras. Bravo por ti y repito: me he portado como aun autentico jilipollas contigo. Lo siento de veras
Publicado por: aseremaker | 18/08/2008 6:59:41
Hey! Cómo andás? espero que muy bien :) estaba navegando y me encontré con tu blog por casualidad.
un saludo grande y que tengas una buena semana :D
Publicado por: mery | 17/08/2008 21:20:03
Me gusta como escribes ritmo, pasión y ganas de vivir, no todo el mundo se planta en Barna para ver una obra, pero no me metas la obra de Lorca entera
Publicado por: rafa | 17/08/2008 17:31:38
Me gusta como escribes ritmo, pasión y ganas de vivir, no todo el mundo se planta en Barna para ver una obra, pero no me metas la obra de Lorca entera
Publicado por: rafa | 17/08/2008 17:31:11