27 agosto, 2008 - 13:17
El hombre 10, Raúl Giuliano
Me recoge en un descapotable y conduce por Barcelona, vamos a no sé qué sitio que él conoce, y en realidad tanto me da... No logro describir lo que siento mientras recorro con la vista esos brazacos tatuados -no porque no pueda, sino porque dista, mucho, de ser profesional, y menos aún casto...-.
Estamos a demasiados grados de temperatura y encima, puedo casi tocar sus músculos, así que espero que se comprenda que no pienso con lucidez. Pero no le culpo. De pronto, una risa floja y espontánea me recuerda que acumulo al menos un par de razones para amar mi vida (y cierto cosquilleo, evidencia las ganas de verle de nuevo que tenía). Va a ser que la frase "una alegría para la vista", tan estúpida, no lo es tanto.
Rápidamente -y de modo involuntario- me acribillan la mente mil sinsabores recientes, mil
problemas, mil historias... Pero entorno los ojos, noto el viento
en la cara, aborto el cenizo, hago un mental corte de manga a quien se
lo ha ganado (la lista es bien larga). Y estrujo la vida... Hay momentos que desearía conservar en formol, como cuando le entrevisté por primera vez. En vez de lo que voy a hacer, barajo concederme el delirante capricho de secuestrarle sin que lo note.
Aparca y nos sentamos en una terraza junto a la playa. Echo un rápido vistazo a su ropa. El veredicto es: "normal". Va con un tejano y una camisa -que revienta-. Las botas de serpiente le delatan, sin embargo. Nada de esposas, fustas o lubricante a la vista, menos mal. Esa insoportable cursi que llevo dentro constata que sus iris son del color del agua. Menos mal que le ahorro semejante comentario baboso que, seguramente, sólo habrá tenido que escuchar como dos millones de veces. Doy asco, me recuerdo a Alfredo Landa mirando lascivo a las suecas en Benidorm en las películas del destape. Saco del bolso la grabadora y comienzo la entrevista. A los diez minutos compruebo, boba (embobada) de mí, que no he apretado al botoncito de REC. "Uppps... Perdona."
Me mira, se ríe. Su "non te preocupes, comenzamos de nuevo" me desmonta. Cómo me pone esa pizca de acento italiano. Recuerda perfectamente mi primera pregunta y retoma, como si nada. Ha explicado su aventura americana. Tres meses trabajando en clubes de Miami, San Francisco, Las Vegas y Los Angeles. Sepa quien lo ignore, que lo mismo que hay temporeros en la fruta, los strippers, gogo's y bailarines se mueven por las salas más famosas, sólo que además del clima, en este business los factores determinantes son las aperturas y los cierres de las discotecas y ¡las bodas! Pero no todos viajan, claro. En esto, también hay niveles.
Se acerca la camarera y, tal cual, tropieza al verle bien. Es "el hombre 10". Si lo pienso, creo que provoca una sensación muy parecida al "efecto Darek"; incluso, diría, habiendo tenido a ambos bien cerquita, que se parecen mucho físicamente y no lo digo porque todos los guapos se parecen. La pobre chica no da pie con bola, la bandeja está a punto de caérsele... Deja su zumo natural (ese cuerpo no admite bazofias, ni alcohol, ni bebidas gaseosas...) y mi bebida y se aleja. No tardaría en volver con la excusa de cambiar el cenicero -detallazo estupendo pero algo inútil, habida cuenta que ninguno de los dos fumamos...- y a ponernos unas patatas fritas. Yo la entiendo, vaya si la entiendo.
Me estaba contando detalles del día a día de su estancia de tres meses en un país que hasta entonces no había pisado. Se marchó con un amigo que "decía que hablaba inglés. Falso. Non entendía una palabra, nada. Así que me busqué taxistas cubanos o puertorriqueños para que me llevaran de un sitio a otro y hablaran por mí. Les pagaba por todo el día y venían conmigo". Su nivel de castellano es asombroso, pero el de inglés debe de ser como el mío de chino... "Ma, en este trabajo, te ven y basta -y que lo digas, hijo-. Iba a los clubes y rápido el manager me decía que me subiera a bailar y que empezara esa misma noche". Yo habría dicho exactamente lo mismo...
Enfatiza el nivel de cuerpazos que se ve en Miami especialmente, con la mayor concentración de cachas por metro cuadrado del planeta. "Ma, he roto el mercado" dice de broma pero en serio. Un detalle que ignoraba era cómo funcionaban las macrodiscotecas gays, donde como es fácil de imaginar, se lo rifan. "Has de pagar para trabajar allí". Le pido que me lo aclare porque no doy crédito: ¿no vas precisamente a que te paguen? "Sí, ma, tú te subes y el Dj te ha de promocionar, y para eso, para que diga tu nombre, y te anuncie y te presente cuando tú subes a hacer tu show, debes hablar antes con él y darle pasta. No mucho, algo, unos dólares" -sonríe satisfecho de saberse los trucos. Y entonces, los clientes se acercan y sucede lo que sale siempre en las pelis yanquis: billetes verdes depositados en el calzón, o en el bañador, o en la mano...
"¿No te ofrecieron grabar escenas porno?", le digo ajustando mi voz para darle absoluta naturalidad. "Claro,
ma, io non quiero. En Los Angeles toqué todas las puertas pero no
ésa... ¡Porque si la toco, no me dejan salir de ahí! (risas) Me hicieron fotos
para una revista de culturismo, grabé un spot en la playa, para una
marca de ropa... Una agencia tiene mis fotos y si me contratan, me
llamarán. En realidad lo que yo quiero es hacer cine. Siempre quise ser actor. Quiero salir en películas". Desde aquí queda dicho, señores y señoras productores, ¿por qué limitarse a Miguel Ángel Silvestre y Darek? En la guerra de audiencias se necesitan armas y valientes soldados...
Conforme describe las ciudades recién descubiertas (aunque también recorre Francia, Italia, Rumanía y Hungría) y habla de sus sentimientos -su cuerpo de
superhéroe no ha engullido su alma-, entra al trapo de
indiscretas preguntas tipo: "¿Y no te han ofrecido hacer pases privados?"
"¿Y cuánto te han llegado a pagar por un show en un hotel?" "¿Y lo más
asqueroso que recuerdas?" Y él me contestaba a todo, edulcorando
ciertos momentos, seguramente, que tampoco soy tan tonta...
Y sí, señoras y señores, si las mujeres no dudamos contratarle para que haga perfecta cualquier clase de celebración (cumpleaños, divorcios, despedidas de soltera y hasta despidos improcedentes), los hombres NO necesitan una razón sino sólo un "¿dónde?", y aquí, como adelantaba, no les tiembla el pulso ofreciendo billetes... Las suites de los mejores hoteles de Miami, Las Vegas, San Francisco, Los Angeles y, por descontado, Barcelona -y toda la comunidad autónoma, que este descapotable suyo lleva una de kilómetros...-, se convierten en el escenario donde cobra vida cualquiera de sus múltiples avatares: el bombero, el policía, el marine, el obrero...
- Pero, ¿y el límite?
- ¿Cómo? -se ríe-. El límite lo pones tú.
Por cierto, se llama Raúl Giuliano.
Te agradezco mucho, de verdad, tu comentario. Valoro que te hayas puesto a leer primero y después hagas la crítica. Y cómo no, me pone muy contenta lo que dices.
Gracias.
Publicado por: eva roy a atalantax | 29/08/2008 11:25:21
Hola Eva
He empezado a leer tu libro y está genial. Me está gustando mucho. Creo que has acertado completamente en la manera de enfocar el tema, de una forma divertida pero con un gran rigor. Me he sentido muy identificada con las situaciones que planteas en el libro. Sólo espero que lo lean los tíos para que aprendan algo sobre nosotras.
Enhorabuena
Publicado por: atalantax | 28/08/2008 15:10:17
Jo Eva, que duro es tu trabajo... lo debes de pasar tan mal jajajaj.
Publicado por: maria | 28/08/2008 13:14:01
Todos lso maricones sueñan con que tíos como ste lo sean. Si, claro. Seguir soñado...::::(
Publicado por: sara | 28/08/2008 2:03:44
Gracias a todos los comentarios de todas las lectoras/es y por supuesto a Eva Roy que al final ha puesto una entrevista de un Espartano.
Publicado por: raul giuliano | 28/08/2008 1:35:21
Al final todos babeamos cuando vemos algo que nos gusta
El Canuit
Publicado por: canuit | 27/08/2008 23:37:48
Ainssssssssss....Evaaaaaaaaaa....esta primera foto es ideal como poster pa una habitación femenina...pufffffffff.
Qué tío!Esto sí que nos alegra el día a todas,sí.
Eso es un cuerpo perfecto,lo demás son tonterías...
Y recuerda Eva,cada vez que hagas una entrevista a macizos como éste,acuérdate de tus lectoras y piensa "esto va por todas nosotras" .....jajajajajaja.
Publicado por: meri | 27/08/2008 23:24:27
No he visto una cosa igual.
No sé si llorar o dar las gracias a Dios.
Publicado por: javier | 27/08/2008 19:50:43
ALAAAA!!!
Publicado por: Titer | 27/08/2008 14:05:00
Gracias carrie, por tu comment. Cree lo que te digo: todo un placer, jajajjaja
Saludos a todos.
Eva
Publicado por: eva roy a carrie | 27/08/2008 14:02:40
Es por conseguir hacer entrevistas cómo estas por lo que estudio periodismo,jajaja...QUË TÏO!!!...Te envidio Eva, a partir de ahora eres mi ídolo a seguir,jajaja...La verdad que el niño no está nada mal. Que sepas que tu post me ha alegrado la mañana mientras trabajo en al redacción. Besos
Publicado por: carrie | 27/08/2008 13:55:01