23 agosto, 2008 - 10:53
Golden Shower y canibalismo
Siendo agosto y estando como estoy "enmarronada", currando a pesar de estos casi 40ºC, propongo que seamos bien cochinos por un día y, tal y como hicimos hace un año, ampliemos vocabulario hablando de algunos de los términos que se barajan en las relaciones sexuales, las películas y revistas X y otros contextos "sólo para adultos". Haré revisión de varias de las que incluyen en la lista de parafilias y asimilados y que conectan con nuestro lado más animal, miserable y escatológico. Avisados estáis.
Recuérdese, por favor, que lo criticable de las parafilias es: que sea impuesta y se obligue a alguna de las partes a su práctica; que restrinja la actividad sexual a la parafilia, impidiendo a la persona el disfrute de su sexualidad en ausencia del fetiche o del objeto de la parafilia, es decir, que no es capaz de mantener relaciones sexuales satisfactorias si no se basan en o media la parafilia; que atente contra la integridad física del practicante o de tercero (ojo, que aquí, como se ve, no opera la libertad absoluta: no vale alegar "yo hago lo que me da la gana con mi cuerpo" para, por ejemplo, amputarse un brazo mientras se echa un polvo -la apotemnofilia, práctica clasificada como masoquista, designa la excitación sexual por la idea de ser amputado... Y aquí, pues eso: un cosa es la idea y otra, agarrar la sierra y proceder-.
Acerca de si debe o no establecerse un límite, el discurso sería largo, como cada vez que colisionan derechos fundamentales. Para la mayoría, basta decir que la vida y la integridad física, el bien común, la salud pública y otros bienes jurídicos se han de preservar por encima del libre ejercicio de la sexualidad. Además, téngase en cuenta que hay casos en que quienes participan en estas parafilias extremas son enfermos mentales y ha de ser el Estado el garante de su integridad (aquí me refiero, por ejemplo, al canibalismo, y a noticias como el caso de Armin Meiwes que comentamos con estupor, referidas a gente que contacta por internet y queda para amputarse un miembro y comérselo, en plan Lecter, de modo voluntario y alegando que se excitan sexualmente con ello).
Una vez aclarados, procedamos a ensuciarnos.
Y antes de la ciencia, un baño de realidad. Saco de internet un anuncio real:
busco unA chicA amateur/particular que me ayuda a cumplir mi fantasia: hacerme una lluvia dorada. soy limpio, muy educado y guapito. tengo 40. ayuda
El anuncio se refiere a prácticas como la urofilia, urolagnia u ondinismo (poco que ver con la orinoterapia y con las propiedades terapéuticas de la urea, empleada como principio activo de cremas y remedios). Se trata de obtener placer sexual o de excitarse con el pis y con el acto de la micción. La urolagnia implica disfrutar cuando se huele, se bebe o se baña con la orina de su pareja o cuando el otro hace lo mismo con la suya, y también excitarse al contemplar a otra persona miccionando o siendo objeto de observación cuando está orinando.
Como nos encantan los eufemismos, o quizá por poetizar, se denomina "lluvia dorada" o Golden Shower a la acción de orinarse sobre alguien con fines eróticos. El pis puede caer en cualquier parte del cuerpo -contacto externo, con la piel o con la ropa- pero a veces, se echa en la boca directamente o se chupa del pene o de la vulva y el receptor se lo llega a beber (urofagia). Ésta sería la versión más extrema junto con la lluvia anal, que consiste en introducir el pis por el recto de la pareja, bien empleando un dilatador o bien, orinando con el pene introducido. Para realizar esta práctica y otras más escatológicas aún, o para evitar "accidentes" cuando se está con la regla, conviene utilizar sábanas negras de plástico.
Uno de los capítulos de la serie Sexo en Nueva York hacía referencia a la afición de uno de los novios de Carrie Bradshaw, el político precisamente, por la lluvia dorada. Después de acostarse con ella, en el momento de "todo genial, qué bien...", va y pregunta: "Oye, ¿hay algo que te gustaría que te hiciera o que no te he hecho?", y va él y le pide que le acompañe a la ducha y le mee encima. Para ella fue demasiado, se veía incapaz de satisfacer la fantasía del congresista (?) y su negativa supuso el fin de la relación (Espoiler, no estás solo).
La lluvia de oro, o chaparrón, se incluye entre las prácticas masoquistas debido a la humillación de quien la recibe o por su componente de sumisión, dado que el esclavo ha de orinar cuando y donde el amo lo ordena. Sin embargo, se considera muy común el acto de orinarse de modo accidental bien provocado por el miedo, la risa o la propia excitación sexual. Varios libros recogen anécdotas de conciertos de los grandes de la música (Los Beatles, Los Rolling Stones...) que narran casos de innumerables fans que, fuera de sí, lloran, se desmayan o se mean encima.
El porno, por supuesto, ha vreado un subgénero específico sobre lluvia dorada (link a pelis) que permite "empaparse del tema" desde la distancia, así como ver las posiciones más frecuentes (él/ella de pie. Ella en cuclillas. Él recostado).
(¿Tranquiliza pensar que la industria cosmética va abriendo hueco para una línea contra las fugas de orina en las señoras?).
(sigue)
Mobbing y otras cosas nos humillan. Editora pon la web!!
http://www.evaroy.com/
Publicado por: mario | 26/08/2008 11:14:33
Me acabo de enterar de que venden sábanas especiales para esas cosas :p
Publicado por: david | 26/08/2008 10:00:38
Tu blog personal es el de www.evaroy.como verdad?pos hale,ya tiene la sita Roy su primer comentario en dicho blog ggg.
Un beso grande guapa!
Publicado por: meri | 25/08/2008 23:51:14
Buen post Eva, es muy completo, yo no sabía mucho del tema...
¿Me podrías dar el link de tu blog personal plis?
Publicado por: meri | 25/08/2008 23:42:14
He escrito en mi blog personal. Si os interesa el mobbing por algo en concreto, podéis opinar y contar cómo os "humillan en el trabajo", que estamos en un contexto similar.
Publicado por: eva roy | 25/08/2008 1:52:17
Hay más gente d lo que pensamos interesada en la lluvia dorada.
Publicado por: Jorge | 23/08/2008 17:54:39