Dicen que hay que poner soluciones, no basta con criticar. En base a esta idea, que comparto, y dado que el último post era sobre el aborto, el de hoy lo dedico a varios métodos anticonceptivos, los llamados "naturales". En concreto, veremos el llamado Método de Ogino o del calendario, uno de los más antiguos y sobre el que planea la sombra de la ineficacia (amén de otros inconvenientes que analizaremos), traído a colación por un lector, Jorge, que explica perfectamente en su comentario cómo lo utiliza con su pareja, cuando no emplean preservativos.
En cualquier caso, soy de la opinión de que más allá de echarnos las
manos a la cabeza, persignarnos, culpabilizarnos o extrañarnos ante la
cifra anual de abortos en España, lo que deberíamos es exigir mayor
formación (ojo que no he dicho "información", que de eso por lo visto
sobra). Me parece evidente que no hay una cultura sexual. Sobra porno y
falta conocimiento sobre la sexualidad, porque lo que se ofrece en las
escuelas es una burla. Y no pienso que haya que hacer un master, pero
sí facilitarle a la gente el acceso a los métodos anticonceptivos, e
inculcarles a los ciudadanos que acudir al ginecólogo o al urólogo es
algo sano y natural.