Sí, ya sé que nos azotan las catástrofes naturales; que ETA asesina de nuevo; que con el sueldo no llega para nada; que las obras públicas no terminan y las zanjas de las calles no se cierran nunca; que la violencia de género no hay día que no se manifieste; que hemos errado en nuestra vocación y ya es tarde para enmendarnos: todos debimos postularnos como alcaldesa de Mijas (¿sabéis que la tía gana 135.000 eurazos/año?); que jamás reuniremos el encanto y la suerte de mi nueva musa: Dasha Zúkova... Hemos vuelto de vacaciones hace nada y más que de "síndrome" deberíamos hablar de "depresión" posvacacional.
Me encantaría disponer de fondos ilimitados y de ideas fabulosas con los que paliar pesadillas propias y ajenas. Lo que está al alcance de mi mano -en sentido figurado me temo- es alegraros la vista por un rato.
Ayer volví a hablar con Joel, ahora ya, tras encuentros y entrevistas mil, un amigo y el dueño de un body tan estupendo que paga impuestos por él...