Con 68 sesiones anuales a sus espaldas la Asamblea General de la ONU ha tenido ocasión de vivir todo tipo de experiencias, desde las más trágicas (como la asociada al 11-S en 2001) a las más estrambóticas (como la protagonizada en 1960 por Nikita Jrushchov con su zapatazo), sin olvidar otras con alto contenido simbólico (como la oferta hamletiana de Yaser Arafat entre la pistola o la rama de olivo en 1972).
En la que se está celebrando estos días ya ha habido ocasión para sumarse a la denuncia de Dilma Rousseff contra la obsesión securitaria de Washington, que le ha llevado a espiar a sus propios socios y aliados, así como a su propia población y a la del resto del planeta. También ha permitido escenificar una retórica aproximación entre Estados Unidos e Irán, aunque no se haya saldado con el mediático apretón de manos que muchos daban ya por descontado entre Husein (Obama) y Hasán (Rohani). Aún así, el corto pero intenso intercambio de gestos amistosos pone las bases para activar un complejísimo proceso que debe conducir idealmente a desactivar la dinámica belicista que desde hace años parece conducir a un nuevo conflicto en Oriente Medio.
Otro asunto menos mediático, pero igualmente relevante para la paz y seguridad, es que los mandatarios de 24 países han firmado durante su visita a la ONU el Tratado de Comercio de Armas aprobado el pasado 2 de abril, al que ya se habían adherido anteriormente otros 86. El más significativo entre ellos -por ser el principal productor y exportador mundial- es Estados Unidos, venciendo en primera instancia la presión de la poderosa Asociación Nacional del Rifle.
Esto no quiere decir que Washington vaya a ratificarlo. De momento, se trataba únicamente de enviar la señal de un compromiso genérico, sabiendo que aún queda tiempo para que entre en vigor- lo que no ocurrirá hasta que cincuenta países lo hayan ratificado. A día de hoy solo 7 lo han hecho: Antigua y Barbuda, Costa Rica, Guayana, Islandia, México, Nigeria y Trinidad y Tobago. No solo faltan todos los países de la Unión Europea, aunque se prevé que todos terminarán haciéndolo, sino que productores tan sobresalientes como China y Rusia todavía no lo han firmado, ni tampoco lo han hecho importadores tan importantes como India y la práctica totalidad de los países de Oriente Medio (excepto EAU).
Una última referencia de la actividad onusiana en estos días, aunque sea en el exclusivo marco del Consejo de Seguridad, es la inminente aprobación de una resolución que dé base al acuerdo establecido entre Washington y Moscú para lograr el desarme efectivo del arsenal químico que atesora el régimen sirio. Su aprobación no asegura que el proceso llegue a buen puerto; pero también es cierto que sin esa Resolución las posibilidades se reducirían sobremanera.
Hay 2 Comentarios
La realidad de las congregaciones humanas, de las sociedades, es que los que tienen un acusado afán de poder, de control a los demás y de su manipulación, acaban teniéndolo a través del uso de la maldad.
Los que no tienen ese acusado anhelo de poder -y son la mayoría-, acaban siempre reprimidos, controlados y utilizados.
Otra minoría tiene un acusado sentido de la justicia, pero ante el panorama anterior, acaban amargados, atados, vilipendiados, y solo pueden vociferar, gritar, escribir algo para expresar su rabia, pero no llegan al PODER.
Sin embargo, la historia nos ha relegado un ejemplo de hombres diferentes: Jesús, Muhammad, Moisés.
Eran buenos y eran creyentes en Allah y han decidido luchar. Han conseguido remover la conciencia de la humanidad y a través de su lucha, los buenos consiguieron derrotar a los sedientos de Poder. (Cuando digo Jesús, me refiero a Jesús, y no a la iglesia católica).
Para derrocar al mal hay una única vía: La fe en Allah y la lucha activa contra el mal. ( La fe en Allah tal como la han enseñado los profetas mencionados).
La ONU es la manifestación más clara de que los sedientos de Poder gobiernan el planeta a través de la malicia y la opresión. ¡Pobre humanidad!
No pierdan el tiempo en ilusiones, abracen la fe en Allah y luego comprométanse a luchar contra el mal.
Publicado por: Ahmed | 29/09/2013 13:54:25
La ONU es una plasta de mierda... solo sirve a los intereses de las grandes potencias. Los demás países, es decir, sus gobiernos, son simples lacayos. Ya es hora de reformarla y convertirla en una verdadera institución democrática, anulando el derecho de veto. Y algo muy importante, controlar el comercio de armas, que se utiliza para fomentar las guerras civiles en los países del llamado Tercer Mundo. El viejo aforismo de "divides y vencerás" es lo que practican desde hace siglos los grandes poderes imperiales que rigen el Mundo.
Publicado por: RAMÓN | 27/09/2013 12:16:02