El pasado 17 de diciembre Valerie Amos, en nombre de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), y Antonio Guterres, en representación del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), no dejaron lugar a dudas en su llamamiento conjunto sobre la gravedad de la crisis siria y sobre las pesimistas previsiones para el inmediato futuro.
La violencia, entretanto, lejos de remitir no hace más que aumentar en todos los rincones del país, tanto en el noreste, donde las milicias kurdas tratan de evitar el control por parte de los grupos yihadistas, como en Alepo, donde las fuerzas del régimen acaban de cometer otra atrocidad. En efecto, durante la pasada semana se registró el reiterado lanzamiento de bidones explosivos desde helicópteros contra población civil de la municipalidad de Alepo- hasta hace poco uno de los feudos más sólidamente controlados por grupos rebeldes. Se trata no solamente de una nueva demostración de la voluntad sanguinaria del clan de los Asad y sus leales, sino también de su convencimiento de que sus violaciones de las más elementales normas de la guerra- que incluyen la inanición de poblaciones bloqueadas sin ayuda de ningún tipo- quedarán impunes.
Por si necesitarán alguna nueva prueba de la falta de voluntad de la comunidad internacional para detener la matanza, ahora Estados Unidos acaba de dar a conocer su decisión de suspender el suministro de material militar a los grupos asociados al Ejército Libre de Siria (ELS), que se había identificado previamente como un aliado fiable en el choque contra Bachar el Asad. Conviene recordar que, oficialmente, el material que se venía entregando hasta ahora era calificado como “no letal”- chalecos antibalas, equipos de visión nocturna, medios de comunicación…-, por lo que si realmente nunca se ha entregado “material letal”- armas y municiones- resulta difícil entender la decisión, reiterando la letanía de que ese material podría caer en “malas manos” y alimentar un mayor nivel de violencia tanto en Siria como en otros países vecinos (con Libia en el recuerdo). Si lo que había en los almacenes del ELS asaltados la pasada semana por el Frente Islámico- asociación de grupos yihadistas armados, entre otros, por Arabia Saudí- no eran armas, parece exagerado dejar sin apoyo militar a unos grupos que desde el pasado verano van perdiendo posiciones frente a unas fuerzas al servicio de Damasco que, con el apoyo de los pasdarán iraníes y los milicianos del grupo chií libanés Hezbolá, ven la próxima Conferencia Ginebra 2 con renovadas esperanzas. Y si, por el contrario, lo que había eran armas, volveríamos a estar ante un ejemplo del doble lenguaje que se utiliza cuando no se desea implicarse directamente en un conflicto abierto en el que no hay en juego ningún interés vital para Washington.
Los errores vienen repitiéndose desde el arranque de la movilización ciudadana en marzo de 2011. Fue, hay que volver a insistir en ello, una movilización netamente pacífica y, sin embargo, no recibió el apoyo necesario de unos gobiernos occidentales que dicen basar su acción exterior en la defensa de valores y principios como la democracia y el respeto de los derechos humanos. Por el contrario, en un nuevo ejercicio de ambigüedad calculada, fue mayoritaria la comprensión con un régimen corrupto y represivo que ha sido un socio durante largo tiempo y que es ahora un mal menor frente a cualquier alternativa.
Posteriormente, cuando ya la violencia se adueñó de Siria, tampoco hubo voluntad para apoyar a los grupos que lideraron en primera instancia el choque contra las fuerzas de El Asad. Y ahora, cuando el campo rebelde se ha fragmentado descontroladamente y cuando los grupos más activos y más capaces son los de perfil yihadista, asociados incluso con Al Qaeda, quizás sea ya tarde para reconducir un proceso que parece llevar inevitablemente al marasmo generalizado. En realidad, observando los últimos movimientos, parecería que se apuesta por alargar el conflicto sangriento indefinidamente, sin permitir que El Asad pueda volver a dictar totalmente el guión de Siria, pero también evitando que sus enemigos puedan inclinar decisivamente la balanza a su favor. De ese modo, mientras se debilitan mutuamente, se pretende llevar a delante el desarme químico y seguir elucubrando sobre qué hacer más adelante.
Hay 11 Comentarios
Conque hoy en día no hay grandes guerras sino "algunos" conflictos .....esta frase da derecho al insulto. O sea 100.000 muertos, niños degollados, mujeres y ancianos quemados, para este pusilanime codirector de no se que instituto de derechos "humanos", es sólo ....un conflicto...correveidile sin alma.....vete a comer una hamburguesa gratis.
Publicado por: pato | 29/12/2013 16:45:30
No he visto todavía ninguna muestra de solidaridad hacia las víctimas de la guerra en Siria. Miles y miles de niños asesinados y todos callladitos ¿dónde se mete la progresía española? se ve que estos muertos no dan réditos políticos...
Publicado por: José Carlos | 29/12/2013 10:56:45
"...en Irak, un país tranquilo con Saddam Husein" Sólo un cateto español puede escribir semejante estupidez. Cuéntale esto a los familiares de los 17.000 kurdos gaseados por tu admirado S.H. Ahora entiendo porqué España va a la cabeza en obesidad infantil, alcoholismo, falta de educación y cultura, antisemitismo, consumo de drogas, prostitución, incendios forestales, envidia, corrupción...con semejante elenco humano, no se puede aspirar a nada bueno
Publicado por: Javier | 26/12/2013 12:58:49
"...en Irak, un país tranquilo con Saddam Husein" Sólo un cateto español puede escribir semejante estupidez. Cuéntale esto a los familiares de los 17.000 kurdos gaseados por tu admirado S.H. Ahora entiendo porqué España va a la cabeza en obesidad infantil, alcoholismo, falta de educación y cultura, antisemitismo, consumo de drogas, prostitución, incendios forestales, envidia, corrupción...con semejante elenco humano, no se puede aspirar a nada bueno
Publicado por: Javier | 26/12/2013 12:58:48
Dale, Polette, se consecuente y arma una flotilla humanitaria para ayudar a los sirios ¿o sólo eres valiente cuando no hay riesgos? menos mal que no todo el mundo es como tú, sino todavía estaríamos bajo ocupación nazi. En la II GM, habrías sido un muy digno colabotacionista, españolito muerto de hambre
Publicado por: Javier | 26/12/2013 10:55:28
LA GUERRA siempre ha sido cruel. Siempre ha arruinado la vida de los soldados y siempre ha ocasionado sufrimiento a los civiles. Pero en los últimos años ha cambiado la cara de la guerra. Las guerras de la actualidad son principalmente guerras civiles, en las que se enfrentan bandos contrarios de un mismo país. Con frecuencia, se prolongan más tiempo, traumatizan más a la población y son más destructivas que las que se libran entre naciones. “Las guerras civiles son crueles, sangrientas, se saldan con miles de asesinatos, violaciones, exilios masivos y, en los casos más extremos, genocidios”, observa el historiador español Julián Casanova. Cuando las atrocidades se cometen entre vecinos, las heridas pueden tardar siglos en sanar.
FUENTE: http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/2004000
Publicado por: PEDRO PEDROZA PEREZ | 25/12/2013 13:39:59
deben ya acabar de una vez con asad este tirano vieen asesinando a su pueblo donde esta EEUU negrito Obama cuando vas ha actuar despestar hijo de un monito bombardea a su gente de asad
Publicado por: elio | 24/12/2013 13:03:07
Sobre el autor
Jesús A. Núñez es el Codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH, Madrid). Es, asimismo, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia Comillas (Madrid), y miembro del International Institute for Strategic Studies (IISS, Londres). Colabora habitualmente en El País y en otros medios.
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