Pese a que la actualidad de la banca española y la gestión de la crisis ocupan buena parte de la actualidad financiera y, por extensión, de las líneas de este blog, resulta estimulante encontrar iniciativas singulares que buscan dinamizar la economía haciendo usos innovadores de las finanzas. Tenemos un excelente ejemplo en las monedas complementarias (scrip) que están surgiendo en algunas poblaciones como instrumento para luchar contra la recesión y estimular la actividad económica local.
Si bien es cierto que las monedas alternativas existen desde hace tiempo en diversos lugares, llama la atención el reciente caso de la ciudad de Bristol, en Reino Unido. Las libras de Bristol pueden usarse desde el pasado día 19 de septiembre en comercios locales. Esta nueva divisa, que mantiene una relación de paridad con la esterlina, funciona de manera similar al dinero electrónico, y de momento cuenta como entidad depositaria y garante de las primeras 85.000 libras con la cooperativa de crédito de Bristol (Bristol Credit Union), supervisada por el Banco de Inglaterra.
Cualquier ciudadano puede adquirir libras de Bristol a cambio de libras esterlinas, teniendo la opción de convertirlas de nuevo a la divisa nacional mediante pago de una comisión del 5% sobre el valor nominal. De este modo, se incentiva la circulación de la nueva moneda, que actualmente es aceptada por más de 300 establecimientos de la ciudad. En el inicio, para conseguir atraer a una masa crítica de ciudadanos, la cooperativa de crédito de Bristol ofrece también un incentivo del 5% a los primeros depositantes de la moneda local.
Además de los billetes en papel, la libra de Bristol ofrece la posibilidad de abrir cuentas electrónicas en la nueva divisa. Para usar la modalidad electrónica, los ciudadanos podrán pagar sus compras a través de Internet o mediante el teléfono móvil (servicio txt2pay), transfiriendo directamente los importes desde sus cuentas hacia las del comerciante.
Al parecer, en España se pueden encontrar otras monedas complementarias como la “turuta” de Villanova i la Geltrú o el "puma" de Sevilla. Su uso es todavía minoritario, es menos sofisticado (en muchos casos, funciona como un banco de tiempo) y está lejos de contar con el apoyo institucional que ha recibido la iniciativa en Bristol (desde la alcaldía y la cooperativa financiera de la ciudad). Sin embargo, algunas de ellas se han consolidado a lo largo de los años, y esto ha llevado incluso a celebrar este año un congreso estatal de monedas sociales y complementarias.
Hay 2 Comentarios
Muy interesante porque puede ser un instrumento de estímulo de la actividad económica local favoreciendo al pequeño comercio.
Publicado por: andresHJ | 03/10/2012 21:38:40
Felicito al autor de este post. El asunto del dinero -cuyo único valor reside en ser reconocido como válido para el intercambio- es relevante en este momento. No estamos en disposición de devaluar nuestra divisa, un recurso habitual en países que se encuentran en esta situación. La existencia de "dinero alternativo" es algo que se le parece mucho. Aprovecho para invitarles a visitar un blog que pretende interpretar con un poco de humor nuestra situación. Un saludo afectuoso. http://lluviaderatones.blogspot.com.es/
Publicado por: Juan | 03/10/2012 19:41:41