Dentro de un sistema financiero, los bancos sistémicos vienen a ser aquellos que por su tamaño y/o la complejidad de sus negocios son especialmente relevantes para asegurar la estabilidad de dicho sistema, teniendo en cuenta las consecuencias que sobre él, y la correspondiente economía real, podría ocasionar una crisis de cualquiera de ellos, por lo que está justificado que reguladores y supervisores los vigilen especialmente y/o los sometan a exigencias específicas, más allá de las aplicables al resto de las entidades bancarias. De estos bancos siempre se ha dicho que son demasiado grandes para dejarlos caer, o, en ingles, TBTF (too big to fail).
En función del sistema financiero al que nos refiramos, en nuestro caso, se puede hablar de tres tipos de bancos sistémicos:
1) Globales, es decir, a nivel mundial, sobre los que el Consejo de Estabilidad Financiera, acaba de publicar algunas iniciativas, encaminadas a las denominadas G-SIFI (systemically important financial institutions), donde la G hace referencia a “global”, al mismo tiempo que ha actualizado la lista de los bancos (G-SIB, systemically important banks) que se incluyen entre ellas. Como resultado de esta puesta al día, la lista contiene ahora a las dos mayores entidades bancarias españolas.
1. Los intervalos son los previstos en el cuadro 3 de http://www.bis.org/publ/bcbs207_es.pdf e implican que el colchón de conservación de capital de Basilea III, y, en su caso, el colchón anticíclico se vean ahora extendidos hacia arriba con la nueva exigencia.
2) Europeos, en estos momentos no existe una lista oficial a este nivel, del que se habla en ocasiones en relación con la unión bancaria, véase nuestro post anterior sobre el tema, en relación con las entidades con las cuales debería comenzar a funcionar como supervisor único el Banco Central Europeo, supuesto que no lo haga con todos los bancos, uno de los temas controvertidos que tiene en estos momentos dicha unión, a la espera que la misma se apruebe. En otra dirección, se pude considerar también la lista de entidades que han sido objeto de evaluación por parte de la Autoridad Bancaria Europea en cuanto a su adecuada capitalización bajo escenarios de estrés.
3) Domésticos, para los cuales se dispone actualmente de una guía elaborada por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea en base a la cual las autoridades supervisoras de cada país deben determinar las que son sistémicas para su sistema financiero. En el caso de España, hasta el momento, no se ha elaborado una lista oficial de estas entidades.
Centrándonos en el primer nivel, dos son las principales exigencias que se plantean a los bancos sistémicos, que podrían tener su equivalente en los otros niveles:
1) Una mayor capacidad de absorción de pérdidas, que se traduce en un impulso hacia arriba de los intervalos del colchón de conservación de capital de Basilea III, incluyendo en su caso, el colchón anticíclico, lo que se traduce en una menor libertad por parte de estos bancos de cara a la distribución externa de sus beneficios y de otros conceptos.
2) Una mayor preparación para el caso de que estas entidades entraran en crisis, para lo cual se les exige planes especiales de recuperación o resolución de la misma, si llega el caso. En nuestro país, esta preparación es obligada para todas las entidades a través de los planes generales de viabilidad, aunque será tanto más sofisticada cuanto así lo sea cada entidad, véase nuestro post anterior sobre el tema.
Vistas así las cosas podría pensarse que los bancos sistémicos están tratados de una forma desventajosa respecto al resto de sus competidores. Sin embargo, esta visión no deja de ser ingenua. Precisamente porque están sujetos a mayores exigencias y más vigilados por su supervisores, pueden ser considerados más seguros por muchos clientes actuales o potenciales, especialmente desde la perspectiva de los que lo son, o han sido, de entidades que, de una u otra forma, han sufrido directamente la crisis, como es el caso actualmente de unas cuantas en España.
Esto no quiere decir que las entidades que no sean sistémicas, sean del nivel que sean, no puedan prosperar en el mercado. Puede que les cueste más, pero la competencia no depende sólo del tamaño ni de la seguridad que pueda ofrecer éste. Existen otros factores a considerar y, por otra parte, hemos visto en nuestro país, en los tiempos actuales, pero también en el pasado, como algunas entidades consideradas grandes también han entrado en crisis y las dolorosas consecuencias que esto ha traído consigo. ¡Por eso se las vigila más!
Hay 2 Comentarios
Interesante, gracias.
Publicado por: Abogados Divorcio Express | 14/03/2023 13:29:30
Hay que controlar a los bancos porque el daño que pueden hacer a un país puede ser muy grande, incluso pueden afectar a la estabilidad económica mundial si el banco es muy importante.
Lo que no puede ser es que cuando los bancos comenten errores los paguen los ciudadanos. Hay que evitar que los bancos quiebren para proteger las inversiones de los ciudadanos, pero los bancos deberían devolver todo el dinero que costó reflotarlos. ¿O acaso los bancos perdonan un solo céntimo de una deuda?
Publicado por: MSD Soft | 06/11/2012 13:43:22