La semana pasada conocimos información significativa sobre el sector bancario español que nos debería ayudar a anticipar la evolución de nuestras entidades de crédito durante este ejercicio 2013. Parte de esa información tuvo que ver con las cuentas de resultados a cierre del primer trimestre del año de algunas de nuestras principales entidades. El resto, estrechamente relacionada con la anterior, la evolución del saldo en depósitos de clientes.
Esta última cifra, muy relevante en la medida que podría certificar una cierto traslado del efecto Chipre sobre los depósitos de residentes en España, refleja un crecimiento en el mes de marzo de unos 5.000 millones de euros (netos de amortizaciones de pagarés). Por tanto, lejos de una contaminación, el resultado se revela positivo.
Respecto al cierre del primer trimestre, y con la información facilitada por las entidades que han hecho públicos sus resultados en España, solo las entidades que han incrementado balance por la vía de adquisiciones (el llamado efecto perímetro) han experimentado un incremento interanual de la inversión crediticia. En cambio por la parte del pasivo, se sigue observando una huida hacia la calidad (flight to quality) que capitalizan las grandes entidades al presentar tasas positivas de crecimiento de los depósitos de clientes.
De nuevo se refleja un estrechamiento de los diferenciales de clientes, entre 15 y 40 puntos básicos respecto al mismo trimestre del año anterior. En términos absolutos, solo las entidades en procesos de absorción han experimentado un incremento del margen de intereses. En cambio, en la gran mayoría de entidades se produce una reducción de este margen como consecuencia de una disminución de los intereses a cobrar, por la caída del Euribor y por el incremento de los activos no rentables, y un mantenimiento de los intereses a pagar, que todavía no refleja la relajación estimada en el coste del pasivo minorista.
Fuente: Afi a partir de presentaciones de resultados de las entidades. Los datos no son exactamente comparables.
Por otro lado, el comportamiento de las comisiones a cierre del primer trimestre se ha revelado desigual entre las entidades, si bien se observa una ligera caída en línea con el descenso de la actividad bancaria. Por contra, debido a la favorable evolución de la prima de riesgo de España, intuimos que se incrementará en próximos trimestres de manera significativa la materialización de plusvalías por ventas de deuda pública, que se utilizarán para compensar saneamientos de las carteras de activos o nuevas optimizaciones de la estructura.
La evolución de los gastos de personal y administración a cierre de este primer trimestre del año reflejan un agotamiento de las primeras iniciativas de racionalización. Por este motivo, esperamos que se produzca una aceleración del ahorro de costes derivado de los nuevos planes de racionalización presentados en las últimas semanas, pero también para compensar el descenso del margen de intereses y de comisiones que está dañando los ratios de eficiencia del sector y, en consecuencia, su competitividad.
La morosidad, como ya comentábamos en un blog anterior es otro de los indicadores relevantes que sufre incrementos significativos. Salvo por la finalización de algunos saneamientos extraordinarios pendientes por los RD-l 2 y 18/2012, se observa una menor presión de las dotaciones por depreciación de activos que en trimestres anteriores, lo que no concuerda con las estimaciones de Afi sobre e morosidad de pymes y familias para final de este año. Anticipamos que los saneamientos se acelerarán de manera simétrica al avance de la morosidad.
La buena noticia es que los ratios de liquidez mejoran al igual que los de capital, influidos por la disminución de la inversión crediticia, el mantenimiento de los depósitos de clientes y las ampliaciones de capital exigidas por las pruebas de resistencia de mediados del ejercicio pasado.
Por último, los resultados extraordinarios también han sido protagonistas del trimestre, lo que ha permitido compensar este entrono de baja actividad: ventas de negocios complementarios o no core (fondos de pensiones o seguros), la influencia positiva de las adquisiciones de entidades o recompras de emisiones por debajo de valor contable, ventas de participaciones industriales…
En definitiva, esta rápida y breve radiografía de los datos del primer trimestre nos muestra luces y sombras: una negativa evolución de los resultados del negocio en España y una morosidad al alza en un entorno de generalizado desapalancamiento financiero y estratégico, que se mantendrá en próximos trimestres. Este mal comportamiento puede verse compensado con ejercicios de racionalización de costes y resultados por operaciones financieras y extraordinarios, que se deberán incrementar para equilibrar posibles nuevas caídas de actividad y las necesidades de saneamiento.